(Fuente: COSMO)
Si una serie se llama Crimen en el paraíso, es de suponer que estará situada en un lugar que realmente parezca un paraíso, aunque se ruede en el sitio más alejado posible de él. Es la magia del cine y la televisión: puedes grabar una escena en el aparcamiento de un centro comercial en Vancouver y hacer creer al espectador que estás en una cancha de voley playa en Malibú. En el caso de Crimen en el paraíso, sin embargo, no es necesario tirar de esos trucos porque se rueda en una isla paradisíaca de verdad.
La temporada 8 de la serie, que se estrena esta noche en COSMO, nos lleva de vuelta a Saint Marie, una isla en las Antillas Menores, que se encuentran frente a las costas de Venezuela. Es un territorio que, en la ficción, forma parte de los dominios británicos desde los años 70, por lo que un 30% de sus habitantes son todavía franceses o francófonos. Por eso tampoco es extraño que lleguen policías directamente desde Londres para reforzar al cuerpo local.
En la realidad, sin embargo, sí que crearía algún que otro conflicto que Jack Mooney fuera destinado desde el Reino Unido a Saint Marie porque Crimen en el paraíso no se rueda en territorio británico, sino en una de las regiones francesas de ultramar, la isla de Guadalupe.
De Guadalupe a Saint Marie
Siendo precisos, Guadalupe está compuesta por seis pequeñas islas, todas habitadas, de las que las principales son Basse-Terre y Grande-Terre, que están unidas por un istmo. Inicialmente, formó parte de la corona española entre 1493 y el siglo XVII, cuando los indios Kalina se levantaron contra ella, y pasó a ser colonia francesa en 1635, momento en el que se instaló allí la Compañía de las Islas de América.
Es un lugar perfecto para ambientar la localidad ficticia de Honoré, donde Jack Mooney y sus compañeros investigan diferentes asesinatos. De hecho, sus calles y casas son en realidad las de Deshais, en Basse-Terre. Allí está la iglesia que hace las veces de la comisaría de policía, y en esa misma región se encuentra la playa de La Perle, que es donde Humphrey Goodman tenía su cabaña, que heredó Mooney cuando lo sustituyó.
(Fuente: COSMO)
Crimen en el paraíso tira no sólo de espacios naturales, sino también de edificios y hasta instituciones de Guadalupe para situar sus historias. El complejo hotelero Langley Fort Royal ha sido una de sus localizaciones más empleadas y, en esta temporada 8, conoceremos el zoo de Saint Marie, que realmente es el zoo de la isla. También se ha empleado el Jardín Botánico de Deshais para situar bastantes escenas. Esa localidad, por cierto, es un puerto pesquero bastante tranquilo, y los turistas que llegan a él lo emplean como parada en algún viaje en yate por el Caribe.
Un rodaje muy exigente
Guadalupe no está cerca del Reino Unido ni de Europa continental, por lo que el rodaje allí no siempre es sencillo para los actores. Crimen en el paraíso contrata a mucho personal local, pero los protagonistas principales son intérpretes británicos a los que, en ocasiones, les acaba pesando pasar seis meses al año tan lejos de casa. Es una de las razones por las que Kris Marshall (Humphrey Goodman) abandonó la serie en la sexta temporada.
El protagonista desde la séptima, Ardal O’Hanlon, reconocía en la revista Radio Times que podía ser complicado, pero que a él no se le hacía tan difícil: “creo que estar lejos de la familia durante largos periodos es siempre una desventaja, pero también puede pasar aquí (en el Reino Unido), puede pasar todas maneras. ¡No hay buenas librerías! Pero lo que quiero decir es que las ventajas compensan mucho más que los inconvenientes”.
Y eso que el propio O’Hanlon explica también que el calor y la humedad de la isla son, a veces, abrumadores: “hasta que no estás allí y no lo vives por ti mismo, no te das cuenta. Nada te prepara para eso”.
La temporada 8 de ‘Crimen en el paraíso’ se estrena esta noche, a las 21:30 h., en COSMO.