La familia Álvarez, protagonistas de ‘Día a día’. (Fuente: Netflix)
La semana pasada recibíamos con nosotros la vuelta de la familia Álvarez. Netflix, lejos de cerrar la puerta a las risas, apuesta claramente por los títulos en donde la comedia y el drama se entremezclan. Sean sitcom, animación o lo que toque, experimenta en formatos de tonos muy distintos, haciendo que uno de los géneros clásicos de la pantalla siga en perfecta forma. Aprovechando el estreno de la tercera temporada de Día a día, repasamos algunas de las comedias que se pueden ver en el catálogo de Netflix.
‘Happy!’
(Fuente: SYFY)
Happy! es una locura, cualquier resumen que no lo mencione se queda cojo. Nick Sax es un antiguo policía, alcohólico, amigo de las drogas y que actualmente ha cambiado su profesión a la de sicario. En ese entorno de tranquilidad y buena vida recibe un tiro por el que le dan por muerto momentáneamente. Tras revivir, empieza a ver a su lado a un ser azul, con alas y algo disperso llamado Happy.
Tras esa imagen de ser de fábula se encuentra un enviado que le pone a Nick un deber, rescatar a Hailey, una pequeña que está siendo retenida y que le obligará volver a hacer el bien logrando la salvación de la niña.
‘BoJack Horseman’
(Fuente: Netflix)
BoJack Horseman llegaba sin hacer mucho ruido hace ya cinco temporadas, pero en cuanto se instaló en Netflix empezó a despertar comentarios. BoJack es un crápula que trabajaba en una comedia de éxito de los 90. Pasados los años ha caído en desgracia e intentará recuperar su fama de antaño con una autobiografía. Pero por encima de su argumento, BoJack es un triste, un melancólico, y su serie es igual.
Tras esta comedia adulta se esconde la posibilidad de reflexionar de una forma un tanto amarga sobre un montón de cosas: de la crisis de la mediana edad, de las mujeres en la industria del espectáculo, de la televisión, de todo. Sin duda, cala hondo y hace que te sumerjas del todo en lo que tiene para contar.
‘Unbreakable Kimmy Schmidt’
(Fuente: Netflix)
Kimmy Schmidt es uno de los personajes más peculiares que nos ha dejado la televisión en los últimos años. Fue captada por una secta y encerrada durante años en un búnker a la espera de que se acabe el mundo. Rescatada por las fuerzas de seguridad se encuentra en medio de un mundo que desconoce. Se ha convertido en adulta aislada de todo lo que sucede, viviendo en su burbuja y sin haber podido crecer con normalidad.
Kimmy es buena persona, ese es uno de los puntos que lleva a adorarla desde el minuto uno. Todo lo que hace es con buenas intenciones, desde una perspectiva de felicidad vital que la convierte en marciana en medio de un Nueva York gentrificado y salvaje.
‘Grace and Frankie’
(Fuente: Netflix)
Grace and Frankie es de esos títulos de presencia imprescindible. Porque con mucha gracia, y sin regodearse en la desgracia, nos enfrenta con la realidad de las mujeres entradas en años. Enfrentadas a una nueva vida sin sus maridos, Grace Hanson y Frankie Bergstein deberán afrontar una tercera edad que ni era la prevista ni quieren que sea la que el mundo les ordena. Están vivas, despiertas, con una sexualidad presente y ganas de comerse el mundo.
Levantarse un buen día y ver que el mundo ha dejado de ser lo que se esperaba de él no sólo no es el final de su vida, sino el comienzo de una nueva realidad que no esperaban.
‘Love’
(Fuente: Netflix)
Love es una comedia romántica aparentemente canónica. Chico conoce a chica. Sólo que chico es un introvertido recién separado y chica una productora de radio de vida desorganizada. Y se enamoran, y disfrutan, y sufren sin saber cómo relacionarse entre ellos y con los otros. Pero es bonita. Sus protagonistas te conquistan desde el primer momento y vives queriendo que triunfe el amor.
Es de esas series urbanas que saben aprovechar el entorno donde se graba, hablemos de un estudio de cine, de una calle de Los Ángeles o de un piso de separados. Constantemente rodeada por la melancolía, se conduce entre subidones de felicidad y momentos en los que te rompe en dos, pero que te dejan atrapados ante la pantalla.
‘Santa Clarita Diet’
(Fuente: Netflix)
Los límites del humor no sólo han sido superados con esta producción, sino que se ríe de ellos a lo lejos mientras corre siete pueblos más allá. Morir no es el final, o al menos no para Sheila Hammond que, lejos de despedirse tras desfallecer, vuelve a la realidad con una particularidad, necesita alimentarse de humanos. Sheila se ha convertido en zombi y su vida pasará a ser una mezcla entre la felicidad de seguir en el mundo y la complicación natural de necesitar comerle el bazo al vecino.
Con capítulos rápidos y muy sobrados, Santa Clarita Diet es un título que no suele dejar sin alterar al público. O la amas o la detestas. Una comedia para la comunidad prozombi con menos reparos.
‘El método Kominsky’
(Fuente: Netflix)
El 2018 nos sorprendía con el estreno de El método Kominsky, una comedia protagonizada por Michael Douglas y Alan Arkin y creada por Chuck Lorre que habla de la madurez profesional y del narcisismo involuntario. Sandy Kominsky es un actor de éxito venido a menos que deberá regresar a las clases de interpretación y a enfrentarse contra la realidad de la edad adulta.
Como comedia es una joya bastante seria, llena de cameos brillantes y que conquista desde el primer capítulo, convirtiéndose en algo tierno y triste a la vez.
‘Master of None’
(Fuente: Netflix)
Master of None habla. De muchas cosas. Sobre todo de amor. Por las mujeres, por la comida, por Italia, por la propia profesión, por la familia y por lo que haga falta. Con dos temporadas emitidas, es una cosa pequeña que consigue hablar de casi todo con un aire entre tranquilo y cariñoso. Bonita de imagen y con un guión cuidado, está protagonizada por Aziz Ansari, aunque sería inconcebible sin su entorno.
La serie conquista por lo que nos tiene que contar, pero también por cómo lo hace. Es un lienzo para experimentar con temas curiosos y con propuestas de diálogo de las que hace que te acuerdes de ella tiempo después.
‘F is for Family’
(Fuente: Netflix)
El sueño americano en su versión más cruda viene de la mano de F is for Family. La clasificaremos de comedia porque tiene cosas graciosas, pero lo que persigue, especialmente conforme avanza, es el amargor y la sensación de no llegar nunca al nivel que se exige. Ser madre ya no basta, la familia cada vez pide más caprichos que no hay cómo pagarlos, las niñas no pueden ser astronautas y nada cuadra como debería pese a encontrarnos en el arranque del éxito de consumo.
Como la de BoJack, esta serie no es para verla en diagonal ni en días tristes. Pero consigue hacer una crítica al crecimiento exponencial del consumo y a la vida sin freno que deja marca.
‘Sex Education’
(Fuente: Netflix)
Sex Education ha sido una de las primeras sorpresas del año y un ejemplo de que la sinopsis de una serie no tiene por qué enseñar su potencial. Aparentemente cómica, habla de sexualidad y jóvenes, y en ese terreno sabe moverse con agilidad, pero es cuando muestra el drama y deja que Gillian Anderson tome el timón cuando explota sus posibilidades.
Decidida a hablar de temas complicados alrededor del sexo, es de esas producciones hechas con cariño y decididas a tratar bien a sus personajes. Un imperdible de 2019 del que un mes después seguimos hablando.
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