La tripulación de la Raza, la nave central de ‘Dark Matter’. (Fuente: Syfy)
Desde hace ya unos pocos años, el canal Syfy ha vuelto a apostar por series centradas en el espacio, series que descartó en 2008, cuando renovó su imagen y cambió su nombre (de Sci Fi Channel a Syfy) en busca de atraer a un público más amplio. El regreso a los orígenes lo inició Defiance, en 2013, y se ha consolidado con otros títulos que exploran lo que se puede hacer dentro de los confines de las space operas.
Está The Expanse como apuesta más seria y ambiciosa, está Killjoys como entretenimiento más de acción, y está Dark Matter como una serie de aventuras espaciales que está muy interesada en la exploración psicológica de sus personajes.
Esta serie, creada por dos veteranos de la franquicia Stargate como Joseph Mallozzi y Paul Mullie, estrena esta noche su tercera temporada en Syfy España, y lo va a hacer agrandando su mundo no sólo dentro de la serie, sino también fuera. Después de cada episodio, se emitirá un programa especial, After Dark, en el que los actores, los guionistas y algunos periodistas especializados comentarán lo que acaba de pasar (y en el que debo apuntar que yo participo en un par de dichos programas), y que tiene que contribuir a elevar el perfil de la serie.
Recapitulemos para aquellos que no están familiarizados con Dark Matter. La serie arranca con seis personas que se despiertan en una nave espacial sin recuerdos de quiénes son, qué hacen allí y por qué están en esa nave en concreto. En el vehículo, además, hay una androide que, inicialmente, intenta matarlos a todos, y que es la encargada de conducir la nave y de monitorizar todos sus sistemas.
A lo largo de la primera temporada, esas seis personas (que, al no acordarse de sus nombres, optan por numerarse) descubren que, en su vida anterior, eran unos mercenarios eficientes, crueles y muy buscados, y que tienen enemigos que van a aprovecharse de su amnesia para buscar venganza. Al mismo tiempo, conforme van averiguando quiénes eran, se les presenta la duda de si recuperar su memoria y sus antiguas personalidades o tratar de cambiar, de utilizar esta oportunidad para encaminar sus vidas por otros derroteros.
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En esa guerra, además, los personajes deben lidiar con la traición de uno de los suyos, Cuatro, que asume los recuerdos de su antigua vida (en la que era el heredero de un imperio galáctico) y regresa a su hogar para ayudarlo a vencer en esa contienda. Y pretende conseguirlo a cualquier precio.
Melissa O’Neill (Dos) y Roger Cross (Seis), en el arranque de la tercera temporada. (Fuente: Syfy)
Los movimientos de Cuatro por llevar a cabo su plan y, por otro lado, los de la tripulación de la Raza decidiendo si luchan sólo por su supervivencia, o si se dedican a ayudar a los más débiles en la guerra, impulsan buena parte de la tercera temporada. Muchos de los asuntos introducidos en las dos primeras se retoman y profundizan, y sus protagonistas están ante el mayor desafío que han asumido hasta ahora.
Dark Matter también tiene por delante un interesante reto, el de dar un paso adelante y culminar el viaje que sus protagonistas iniciaron al despertarse amnésicos en el primer capítulo. ¿Pueden sobrevivir en ese mundo sin recurrir a sus viejas y sanguinarias tácticas? ¿Es posible que salgan adelante dejando completamente atrás sus pasados? ¿Y es beneficioso o dañino obsesionarse con ellos?
La tercera temporada de ‘Dark Matter’ se emite los lunes a las 22 en Syfy España. Después de cada capítulo, se verá un programa especial, ‘After Dark’.