La nueva imagen de ‘She-Ra’. (Fuente: Netflix)
Siempre que se anuncia el reboot de alguna serie infantil de los 80, surge tanto la nostalgia extrema de quienes la vieron siendo niños como los que no quieren que se cambie ni una sola coma, mucho menos en los que respecta al aspecto de sus protagonistas. She-Ra y el Reino Mágico, por ejemplo, es recordada por quienes fueron chavales en los 80 como una guerrera despampanante, con ese estilo de dibujo típico de la década y muy en la línea del de la serie de He-Man, de quien era su hermana (Mattel los lanzó originalmente como líneas de juguetes para niños y niñas preadolescentes).
Sin embargo, cuando se apuesta por relanzar una de estas historias treinta años más tarde, no tendría ningún sentido contarlas de la misma manera que entonces. La nueva versión que Netflix tiene casi lista de She-Ra and the Princesses of Power (que es su título original), se adscribe a ese nuevo tono en estos reboots, un tono más consciente con la manera en la que los creadores del siglo XXI retratan ahora a sus personajes femeninos, sobre todo en ficciones infantiles y juveniles.
La plataforma ha encargado esta serie, que se estrena el 16 de noviembre, a Noelle Stevenson, guionista y dibujante estadounidense que, hasta ahora, se había centrado más en los cómics. Suyo es, por ejemplo, Lumberjanes y ha escrito algunos números de Runaways y Thor para Marvel. Stevenson ha optado por mostrar a una Adora mucho más joven e inexperta que como se veía en la serie original, y ese enfoque se ha trasladado al dibujo.
Ahora viene la pregunta del millón: ¿quién es She-Ra?
En el reportaje en Entertainment Weekly que desvelaba esas primeras fotos de la serie, su creadora aseguraba que se iba a mantener la historia de She-Ra, o Adora, que fue secuestrada cuando era un bebé por la Horda, una fuerza malvada que la cría y en la que acaba siendo la capitana de su ejército. Sin embargo, Adora va descubriendo, con la ayuda de las Princesas del Poder, que la Horda son, en realidad, los villanos, lo que le genera una crisis de identidad. Y cuando se convierte en She-Ra, una poderosa heroína que lucha contra las injusticias, esa crisis se traslada a sus dudas sobre si está a la altura de semejante tarea.
Stevenson declaraba a la revista que “como She-Ra, (Adora) no sabe cómo actuar. Todo es nuevo para ella y, al principio, es un poco torpe. Es como un traje incómodo. Ella piensa vale, aquí estoy. Soy muy glamourosa, soy muy fuerte, la gente mi admira… porque soy muy alta”.
Un paisaje de Etheria, el reino donde vive She-Ra. (Fuente: Netflix)
Que esta nueva Adora esté dibujada más como una chica aún en formación, con un vestuario un poco más adecuado y cómodo para una guerrera que blande una enorme espada en lugar de con el aspecto de supermodelo de Victoria’s Secret de los 80, ha llevado a que surjan protestas en las redes sociales. Esta She-Ra está más en consonancia con el esfuerzo por reimaginar viejas series infantiles y ofrecer algo nuevo, que repetir lo mismo que se vio en su momento.
El reboot de Thundercats generó también su ración de quejas porque ninguno de sus personajes tenía pinta de gato culturista, y a los fans de Las Tortugas Ninja les costó un poco adaparse al nuevo estilo de animación. Los creadores de estas series tienen claro que, si quieren volver a recuperar la atención de los más jóvenes, como entonces, tienen que adaptarse a los nuevos tiempos.