Leticia Dolera, en la presentación de ‘Vida perfecta’ en el Festival de San Sebastián. (Fuente: Movistar+)
Las comedias centradas en un personaje en crisis se han popularizado bastante en los últimos tiempos. Siempre es divertido ver a alguien perder el control, más si es tan cuadriculada, como la acusa su ex novio, como María, la protagonista de Vida perfecta. Esas crisis son, igualmente, los temas preferidos en las series cuyo creador es también uno de sus personajes principales; ahí encontramos siempre una mayor fuente de conflictos que hagan avanzar el drama y el potencial de que el público se identifique con muchas de las situaciones que ocurren.
Leticia Dolera es la creadora, coguionista, codirectora y protagonista de Vida perfecta, una comedia de la que su otro escritor, Manuel Burque, explicaba en la presentación ante la prensa que habían volcado muchas cosas de ellos mismos (Burque reconocía que la inminente crisis de los 40 de Esther, la hermana de María, era en gran medida la suya propia) y que Dolera llevaba desarrollando bastante tiempo.
A través de sus tres protagonistas (María, Esther y Cris), Vida perfecta va planteando preguntas sobre qué quiere decir perseguir de verdad una vida perfecta, y si eso es posible, y nosotros pudimos hablar con la creadora sobre eso y sobre el proceso de puesta en pie de la serie. Además, también comentamos algunos desarrollos de las tramas de, principalmente, María y Cris a lo largo de la temporada.
El género de la serie no es tan fácil de categorizar. A veces transmite una sensación un poco de comedia romántica y a veces se acerca más al drama. ¿Cómo lo definirías tú?
A mí me parece más una comedia dramática que comedia romántica, porque sí hay tramas que tienen que ver con la pareja, o el amor, o qué lugar ocupa el romance en tu vida, pero no creo que sean el centro de la historia.
¿Es el embarazo de María la idea a partir de la que surgió la serie o entraron las tres protagonistas desde el principio?
Entraron las tres. Cuando empecé a escribir la primera versión de la biblia, empecé pensando en tres personajes, y con cada uno de ellos quería contar una cosa muy concreta. Luego, en el proceso de guión y rodaje, han ido creciendo, pero sí que con Cris quería explorar el rol de la “superwoman”, esa figura que han inventado para las mujeres que llegamos a todo: madre perfecta, amante perfecta, mujer perfecta, trabajadora perfecta, y con la figura de la maternidad sobrevolando de manera idealizada. Quería poner a una mujer frente a ese rol y que, de repente, se dé cuenta de que no es feliz, y enfrentarlo. Porque lo valiente de Cris es que le pasa esto y se atreve a pararse y hacerse preguntas, y dejar que por esa fisura entren muchas cosas.
Font García y Celia Freijeiro, como Pablo y Cris. (Fuente: Movistar+)
Y ahí tiene bastante importancia el marido de Cris, porque resuelven esa crisis de una manera que no suele ser habitual en las series. ¿Qué rol desempeña este personaje?
Pablo, el marido de Cris, juega un rol importante en cuanto a plantarse delante de su mujer con honestidad. Al principio no sabe muy bien qué está pasando, o no quiere saber, porque Pablo es hijo de su tiempo. Le han enseñado que él es el proveedor de la familia, tiene que trabajar mucho para ganar mucho dinero para que su familia esté feliz y, entonces, él también. Pero, ¿qué pasa con la pareja? ¿Qué lugar ocupa el deseo en esa relación?
Luego, con María, tenía claro que quería hablar de nuevos modelos de familia e incorporar la discapacidad. La idea de una mujer controladora, planificadora, que tiene idealizado el concepto de familia, ésa es su gran expectativa de vida, y de repente eso se derrumba y tiene que enfrentarse a que no todo puedes tenerlo bajo control y que esa idea de familia que ella tenía ya no la va a tener porque va a tener un hijo con una persona que no es su pareja, con quien ha tenido una noche de sexo esporádico y que, además, tiene una discapacidad.
Con Esther, lo que tenía claro es que quería explorar lo que es el éxito y lo que es el fracaso, y cómo lo gestionamos hoy en día, en este caso, más desde el punto de vista artístico. Si a ti pintar, escribir, te hace feliz en sí mismo, ¿tiene que ser tu profesión? ¿Tienes que vivir de ello? Y si no consigues vivir de ello, ¿eres una fracasada? ¿Dónde ponemos el baremo del éxito y quién lo pone? ¿Lo ponemos nosotros, lo pone la sociedad? Todas estas preguntas son las que quería hacer con el personaje de Esther porque al final, con las tres, lo que hago es hacerme preguntas. No encuentro las respuestas.
Ellas tampoco las encuentran.
Claro.
De hecho, el final queda cerrado pero, al mismo tiempo, abierto, se podría continuar si quisieras. ¿Es así?
Sí, y es algo que hablábamos mucho Burque y yo durante la escritura de los guiones, que es que no queríamos que la serie tuviera una moralina, que te dijera cuál es el camino correcto y cuál no, cuál es el modelo de familia o el modelo de pareja, no. Simplemente, mostramos personajes que están madurando, que están buscando su lugar en el mundo y encontrando la manera de relacionarse de manera honesta con los demás y consigo mismos.
¿Y cómo encontrasteis a Enric Auquer, el actor que interpreta a Gari? Él es una de las revelaciones de la serie.
Pues tengo que decirte que no hicimos tanto casting en realidad. Hicimos casting a personas con discapacidad, y a actores sin discapacidad vimos a muy pocos. Y es que, en cuanto vi a Enric, vi al personaje que había imaginado durante tres años, y eso es muy fuerte. Además, lo encontramos en el casting. Él vino muy libre, es un actor que es de plastilina, puedes hacer muchas cosas con él, es maravilloso y, además, tiene una sensibilidad a flor de piel que es un regalo, y en el casting hicimos varios Garis. Probamos varias cosas hasta que dimos con el Gari que está en la serie.
Leticia Dolera, Enric Auquer y Aixa Villagrán. (Fuente: Movistar+)
¿Cómo de complicado es que ocurra algo así en un casting? Que veas a un actor y, enseguida, veas al personaje.
Es que, además, era un personaje muy difícil. Quería que fuera de verdad, que estuviera presente, pero que fuera muy sutil también. No (quería) hacer una caricatura.
¿Y con respecto a Celia Freijeiro y Aixa Villagrán? ¿Los papeles estaban pensados para ellas o también pasaron por un casting?
Hice casting y aluciné, porque a ellas no las conocía. Bueno, con Celia había coincidido hace mil años, lo descubrimos después, en un festival en Portugal, creo. Aluciné porque me parecen dos actrices muy versátiles, que también son plastilina en manos de quien las vaya a dirigir. Las dos son super currantas, super generosas, y trabajan desde un lugar muy bonito, que es que no intentan ponerse por encima nunca del personaje ni de la escena. No intentan convertir escenas clave de los personajes en escenas de lucimiento de “es mi momento de lucirme haciendo drama o un ataque de histeria”. Siempre trabajan desde un lugar muy honesto en el que están intentando conectar con la verdad del personaje y de la escena.
Volviendo un poco a María y a esa idea que tiene de cuál es la familia ideal, que es un poco la de Cris, ¿tuvisteis siempre claro que María y Gustavo volverían a intentarlo al final?
Eso fue una cosa que no estaba en la primera versión de la biblia. Surgió en el desarrollo de los guiones con Burque. Es una forma de contar que no es tan fácil cambiar. Te pasa algo en la vida, pasas una crisis, aprendes, pero los patrones que llevas dentro fruto de tu herencia familiar, de tu educación, de tu entorno social y cultural, no es tan fácil romperlos. Cuesta mucho salirse del camino principal.
‘Vida perfecta’ está disponible completa en Movistar+.
Crítica: ‘Vida perfecta’, a mayor gloria de sus tres protagonistas femeninas
La comedia de Leticia Dolera es simpática y busca explorar a fondo a tres mujeres en diferentes puntos de crisisfueradeseries.com