Cobie Smulders en ‘Stumptown’. (Fuente: ABC)
No es sencillo conseguir una buena primera temporada en una serie de network estadounidense. No es fácil en ninguna cadena, pero las presiones y los plazos de trabajo de los canales en abierto pueden dificultar mucho el proceso. En la primera temporada, muchas series están todavía encontrándose, viendo qué dinámicas de personajes funcionan mejor, si el tono es el adecuado… Algunas ficciones no finalizan ese autodescubrimiento casi hasta el estreno de su segunda temporada, razón por la que una novedad como Stumptown llama tanto la atención.
Lo hace porque sus responsables han sabido desde el principio qué tipo de serie tienen entre manos y cómo es Dex Parios, su protagonista. Veterana de Afganistán que va dando tumbos por la vida, intentando superar la muerte de su ex prometido en la guerra y sin más ancla que su hermano Ansel, un joven con síndrome de Down, encaja perfectamente en el molde de los detectives privados que saben moverse entre personas inadaptadas y con problemas porque son uno más entre ellas.
Dex lo tiene todo: pasado traumático, tendencia a beber de más y a acabar en la cama con las personas que menos le convienen, una afición por el juego que sólo le trae más problemas y, en el fondo, un corazón que ha sido roto demasiadas veces y un sentido de la justicia que la lleva a meterse en asuntos con potencial para ahondar su precaria situación. Su arma para sobrellevarlo todo es el sarcasmo. Sólo le falta una gabardina, un sombrero de ala ancha y un cigarrillo colgando constantemente de los labios para ser la versión femenina de los detectives que interpretaba Humphrey Bogart.
Stumptown no es la primera serie en los últimos años que se adentra en ese noir y que lo hace con una protagonista femenina (TNT ha emitido la cuarta temporada de la destilación reciente más pura de ese tipo de ficciones, Veronica Mars), pero es una de las que ha conseguido ofrecer un entretenimiento más seguro de sí mismo desde el principio.
En ese aspecto destaca enormemente entre los estrenos del otoño llegados desde las networks estadounidenses, y su protagonista es sólo una de las razones de su buen rendimiento creativo. Cobie Smulders es la actriz idónea para este papel porque es capaz de mostrar el sentido del humor, la vulnerabilidad y la capacidad de Dex para ser igualmente una tipa dura, todo al mismo tiempo. Transmite todas las aristas de su personaje tanto en los momentos dramáticos como en los humorísticos, algo que ya se apreciaba en el papel que la hizo conocida, Robin Scherbatsky en Cómo conocí a vuestra madre.
La primera mitad de la temporada, que se ha ido de vacaciones hasta el año que viene, ha ido desvelando las diferentes capas de Dex y yendo al centro de sus traumas, su alcoholismo y su incapacidad de comprometerse con nadie. La única relación que de verdad se toma en serio es la de su hermano Ansel, y los dos personajes masculinos que se mueven a su alrededor funcionan más como contraste para ella y complementos de sus tramas.
Stumptown tiene que navegar la fina línea entre la evolución de su protagonista y que no pierda esos defectos que la convierten en un personaje que merece la pena seguir semana a semana.
La primera mitad de la temporada de ‘Stumptown’ está disponible en HBO España.