Amanda Peet y Christian Slater, en la segunda temporada de ‘Dirty John’. (Fuente: USA Network)
La interpretación de Amanda Peet y el retrato del complicado estado mental que llevó a su personaje a cometer un doble homicidio es lo que la crítica estadounidense ha destacado más de la temporada 2 de Dirty John, la serie antológica de Bravo y USA sobre crímenes reales en los que hay de por medio algún elemento pasional. Si en la primera entrega se centraba en un hombre que se dedicaba a seducir a mujeres y engañarlas para vivir a costa de ellas, en la segunda cuenta la historia de una mujer que lo sacrifica todo por el ascenso profesional de su marido. Hasta que éste la deja por otra más joven.
Esos nuevos episodios los veremos en España a través de Netflix, que los estrena el 14 de agosto. Conoceremos allí a Betty Broderick, esposa y madre aparentemente perfecta, que parece tenerlo todo junto a su marido Dan, que consigue el éxito como médico, primero, y como abogado después en California durante los años 80. Pero la postal del sueño americano que ambos presentan de cara a la galería se agrieta precisamente por ese éxito. Dan conoce a otra mujer por la que deja a Betty, y el proceso de divorcio acaba derivando en el asesinato de Dan y su nueva pareja.
Alexandra Cunningham, showrunner de la serie, explicaba a Variety que quería explorar las razones por las que Betty había terminado cometiendo ese crimen: “quería reexaminar todo eso de ‘aquí hay una loca que hizo esto por celos’, y luego ponerme en su lugar en la narrativa que construyó para sí misma”. El trabajo de Amanda Peet dando vida a Betty es, para muchos críticos, la principal razón para dar una oportunidad a estos ocho nuevos capítulos de la segunda temporada.
Crítica: A ‘Dirty John’ le falta encontrar su tono
La serie no acaba de saber a dónde quiere ir, convirtiéndose en algo monótonofueradeseries.com