(Fuente: Channel 4)
Mientras las series más graves y distinguidas del recién estrenado milenio pugnan por convertirse en el estándar televisivo de la alta cultura, otra batalla tiene lugar bajo la superficie. Productos excéntricos, retorcidos y anormales aspiran al malogrado título de la gran serie de culto del siglo XXI, y Utopía es uno de los más firmes candidatos.
La serie, emitida en la cadena inglesa Channel 4 entre 2013 y 2014, no fue precisamente un éxito de audiencias, pero consiguió gustar en aquellos círculos dispuestos a abrazarla como lo que era: una obra provocadora y desagradable de dos temporadas, que pueden consultarse en Filmin. En unos días, la historia que le valió al creador Dennis Kelly (ahora tras El tercer día) un Emmy a la mejor serie dramática pasará por la licuadora de Amazon, que ha producido un remake americano con John Cusack. Antes de zambullirnos en la nueva versión, repasemos qué hizo tan potente a la serie original.
El primer gancho de Utopía, aunque no el principal, era su trama, una terrorífica historia de conspiración con un paródico vínculo al universo de los cómics, algo del estilo de El protegido. En este caso, el tebeo de marras resulta ser el testamento codificado de un genetista sumido en una terrible depresión. Antes de acabar con su vida, el firmante del cómic ocultó entre sus páginas información comprometedora sobre una siniestra organización. Cuando aparece en un foro el rastro de un manuscrito inédito del mismo autor, dos chabacanos asesinos se deciden a atar los cabos sueltos.
Sin duda, Utopía cautivó a los nichos también por su arriesgada puja estilística. Un hechizante apartado visual enmarca los brutales asesinatos que trufan este drama, repleto de desasosegantes simetrías y joviales paletas de color, que oscilan entre el realismo trucado y la experiencia alucinógena. La banda sonora, también un viaje psicotrópico con mucho de psicofonía y de dubstep, está diseñada para dialogar con ese reconocible amarillo abigarrado que acabó dando identidad a la serie. Ole Bratt Birkeland, que solo se encargó de la primera temporada (la más querida por los fans), esbozó con su atrevida fotografía un marco irónico para verdaderas atrocidades.
Británica hasta la médula
En la premisa de la serie hay mucho de parodia, y el aspecto formal no es sino una de las muchas facetas de la serie que se dejan arrastrar por esa corriente. Utopía hace gala de un oscuro sentido del humor, poniendo en marcha en ocasiones una muy inapropiada comedia del ridículo que incomoda verdaderamente a un espectador atorado por la sangre y las torturas. Aunque lo grotesco no es gratuito: como el propio Kelly argumenta, Utopía se nutre de una violencia espantosa para esquivar la tentación de hacerla inocua. El traumático tiroteo del tercer episodio, por ejemplo, una secuencia que hizo llover quejas en las oficinas de Channel 4, pretendía sobrecoger, no fascinar.
La última clave, quizá la más profunda, de la extravagancia de Utopía reside en el mundo que representa. No es extraño que la serie haya permanecido bajo el radar fuera de su país de origen, pues su imaginario es británico hasta la médula. No está solo en los acentos o las pintas de cerveza; también en las moquetas, la doble puerta de entrada a las casas, las oblongas torres de apartamentos humildes o los pubs e inns, con sus carismáticas fachadas de ladrillo rojo. El remake de Amazon podrá replicar el color, la música o la trama ultraviolenta de la serie original, pero juega con desventaja en esto. Lo British resulta exótico, pero lo estadounidense nos es familiar.
Las dos temporadas originales de ‘Utopía’ están disponibles en Filmin.
Amazon muestra el tráiler del remake de ‘Utopia’ en la Comic-Con
La plataforma ofrecerá su propia versión de la aclamada serie británicafueradeseries.com