(Fuente: ABC)
La televisión en abierto en Estados Unidos está viviendo una temporada de lo más atípica, a cuenta de las dificultades que las cadenas han tenido para producir y programar sus series habituales a causa de la pandemia del coronavirus. Ausencias, retrasos y series que estrenan unos pocos episodios y luego tienen que irse de parón están siendo la tónica general. Pero, entre todo eso, hay dos títulos que siguen brillando por encima del resto: Anatomía de Grey y This is us.
Y para muestra, un botón: los datos de esta misma semana. El longevo drama médico del canal ABC, lejos de conservar una audiencia envejecida, lidera en demográficos (esto es, el target comercial que va desde los 18 a los 49 años, el más codiciado por los anunciantes) con 2,3 puntos en el recuento del día de emisión y los tres siguientes. Solo es superado por las emisiones de los partidos de fútbol americano de la NFL, quedando por encima de cualquier otra serie de ficción y a programas de entretenimiento de éxito como The Masked Singer o The Bacherlorette. El episodio en cuestión era el comienzo de su temporada 17, que contaba con una aparición sorpresa (que, por supuesto, no vamos a revelar aquí porque aún no se ha emitido en FOX Life), además de introducir los efectos de la pandemia en sus tramas.
Justo la siguiente serie que encontramos en la lista de los ratings es This is us (solo una décima por debajo de Anatomía de Grey), siendo además la ficción más seguida si nos vamos al índice según número de espectadores. También superada por la NFL y por el programa de reportajes 60 Minutes, el drama de la familia Pearson sigue con un enorme poder de convocatoria, a pesar de ir ya por su quinta temporada. Fueron 10,1 millones de espectadores los que siguieron el capítulo de esta semana, y cifras parecidas alcanzaron las también decanas series de Chicago de NBC (Chicago Med, Chicago Fire y Chicago PD), seguidas de El joven Sheldon y la antes mencionada Anatomía de Grey.
La fortaleza de todas estas series asentadas (la más joven es la de Sheldon, ya en su cuarta temporada) demuestra que, aun en tiempos de plataformas de gatillo fácil y aluviones de estrenos que vienen y van, la fidelidad del espectador sigue siendo un valor seguro en la televisión. Anatomía de Grey podría ser eterna y el público allí seguiría.
