‘Arde Madrid’ quiere ser una comedia ambiciosa sobre la España de los 60

Domingo Corral, Anna R. Costa, Inma Cuesta y Paco León, en la presentación de ‘Arde Madrid’. (Fuente: Twitter Movistar+)

“Flamenco, guardias civiles, la Sección Femenina, clanes gitanos, un collar único, espionaje… Y sobre todo sexo, whisky y rock and roll”. Esa es parte de la sinopsis oficial de Arde Madrid, la nueva comedia que Movistar+ ha presentado. Cocreada por Paco León y Anna R. Costa, se va a ambientar en el Madrid de 1961 y se centrará en los criados al servicio de Ava Gardner, que vivió doce años en España que han dejado un mar de anécdotas e historias de sus legendarias fiestas.

Serán ocho capítulos de media hora cada uno, y León también será uno de los protagonistas y el director de todos ellos. El rodaje empezará mediados de enero y el estreno está previsto para la segunda mitad de 2018. Y, para darle un toque diferente, la serie se rodará en blanco y negro.

“Es una serie muy especial, por muchas razones”, ha contado Domingo Corral, director de ficción original de Movistar+, que ha añadido que León y Anna R. Costa le presentaron el proyecto con una foto de John Lennon en la que se ve de fondo a una camarera de hotel haciendo la cama, y le dijeron que “detrás de toda personalidad importante siempre hay alguien que hace las camas”.

León y Costa llevan cinco años dándole vueltas al proyecto, que va a estar protagonizado por Inma Cuesta, Anna Castillo y Julián Villagrán. Las dos primeras, más Paco León, darán vida a los criados de Gardner, personas humildes que provienen de una España muy cerrada, muy tradicional, en la que había un gran analfabetismo sexual (como lo han denominado los creadores) y en la que las mujeres dependían de un hombre para todo. El contraste con la libertad con la que la estrella de Hollywood vivía será el gran impulso de la trama, el choque de la España franquista con la modernidad que representaba la actriz.

Los creadores de Arde Madrid se han documentado con libros como Beberse la vida, de Marcos Ordóñez, en revistas del corazón de la época y en el No-Do, y han querido utilizar algunos hechos históricos como referencias, como el bautizo de Antonio Flores o la muerte de Ernest Hemingway. Hay muchas historias alrededor de la estancia de Ava Gardner en Madrid (como la noche que El Fary le hizo de taxista), pero “lo que son rumores, los planteamos como rumores”, apunta Anna R. Costa.

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La ambición que tienen los responsables de la serie es hacer una comedia ambiciosa, en palabras de Paco León, para dejar que “la comedia sea el vehículo para contar muchas otras cosas”. Quieren reflejar cómo era la España de la época y, sobre todo, el Madrid de entonces.

“Se vivió una dolce vita madrileña poco conocida”, apunta León, que añade que la confluencia de las estrellas de Hollywood que venían a rodar a España, los soldados de las bases estadounidenses, los flamencos, los toreros, la clase alta franquista dio pie a unas noches de juerga y un estilo de vida que contrastaba con la pobreza de la mayoría de la población.

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Todo se va a contar, de todos modos, desde el punto de vista del servicio, tanto del de Gardner como del general Perón, que fue el vecino de abajo de la actriz. “Nos impusimos una regla”, explica León, “que es no ver ni oír nada que no vean ni oigan los criados”. Su propósito es mostrar cómo les cambia la vida trabajar para alguien que vivía su día a día con tanta libertad.

Y, para ello, afirman que van a intentar hacer un “trabajo casi periodístico” de cómo era aquella época, alejándose del cuento de Velvet. Le van a dar mucha importancia a la música, y no sólo al flamenco, sino también al rock. León ha confesado que su canción ideal para la sintonía de Arde Madrid sería El garrotín, de Smash, que mezclaba el rock con el flamenco.