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Cómo rodar ‘En casa’ ha obligado a sus directores a entregarse a “una locura”

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Sorogoyen, Dolera, Ortiz, Marqués-Marcet y Martín Gimeno dirigen los episodios. (Fuente: HBO España)

Leticia Dolera es directa: “Les dije que me parecía una locura y que no”. Apenas dio pábulo a la última chifladura de HBO España: encargar a cinco realizadores diferentes otros tantos episodios de una antología rodada en pleno confinamiento por la COVID-19. Pero la creatividad, como la vida, se abre paso. Cuando la creadora de Vida perfecta dio con la historia correcta para las exigencias del proyecto, llamó de vuelta y dijo que sí. Con el mismo espíritu, de arte de trinchera, abordaron sus capítulos Paula Ortiz (La novia), Carlos Marqués-Marcet (En el corredor de la muerte), Elena Martín Gimeno (Júlia Ist) y Rodrigo Sorogoyen (Antidisturbios), los otros cuatro directores en cartera para En casa, que se estrena el 3 de junio.

“Dirigir es aprender a hacer renuncias”, pontifica Dolera. Y vaya que si las han hecho. La austeridad de las producciones (rodadas a solas dentro de la propia casa en el mejor de los casos, y con el lastre de la dirección telemática en el peor) ha confirmado en los directores algo que ya sabían. “Las cosas no funcionan por sí solas, sino porque tienes un equipo detrás”, señala Marqués-Marcet. “Yo tuve que repetir escenas porque se me olvidó quitar la opción de time lapse. Dos veces”.

La insistencia de los cinco, sin embargo, ha hecho brotar historias prácticamente de la nada: una paranormal, una rohmeriana, una fantástica, una cómica y una hecha de pura vanguardia. Es evidente que el confinamiento no ha supuesto más que un reto a su destreza, y que verdaderamente les gusta lo que hacen. Sorogoyen ataja la entrevista, por ejemplo, para preguntar a Martín Gimeno cómo hizo un travelling determinado, o para comentar a Marqués-Marcet lo mucho que le gusta la casa en la que se grabó su episodio. ¿Cómo han convertido el espacio cotidiano en narrativo, habiendo sustituido los platós por los cuatro o cinco metros del pasillo de casa? “No sabría decirte cómo”, confiesa Sorogoyen con una carcajada. “Usando la imaginación”.

Los creadores han asumido casi todas las tareas asociadas a un rodaje, haciendo verdaderos malabares. Dolera, que produjo su episodio sola, opina que de la imposibilidad de operar la cámara y actuar al mismo tiempo derivó el estilo de su episodio, “más nórdico y con un tempo muy concreto”. La de Ortiz también ha sido una hazaña especialmente prometeica, teniendo que dirigir a dos actrices mediante videollamadas. Hacerse una idea exacta del espacio o de los planos no era una opción, así que la directora tuvo que adoptar “un estilo sucio que yo normalmente no trabajo”.

“Rodar con un móvil te obliga a una cierta estética”

Los otros tres rodajes fueron menos accidentados: el de Sorogoyen, con Marta Nieto y él mismo como protagonistas; el de Marqués-Marcet, basado en la aguda reutilización de material antiguo grabado con su móvil; y el de Martín Gimeno, filmado en una nave industrial en la que pasó el confinamiento con varias personas más. No por ello los directores desaprovecharon la oportunidad de redescubrir aspectos de su trabajo: el soporte en el que han rodado los episodios, un móvil, también ha sido novedad. Marqués-Marcet llama la atención sobre cómo el cambio de herramienta fuerza a pensar de otra manera, animando a trabajar desde posturas y ángulos que una cámara no permite.

Ante la idea de acostumbrarse a la ligereza del teléfono y desterrar la aparatosa cámara, Sorogoyen se cierra en banda, riendo: “Eso no va a pasar”. Marqués-Marcet, sin embargo, argumenta que el móvil “obliga a ciertas decisiones que son interesantes. Te obliga a una cierta estética”. Familiarizarse con el dispositivo y adaptarse a una nueva forma de grabar lleva tiempo, según subraya Martín Gimeno, “y eso es lo que nos ha faltado. Hay cosas que no las haríamos igual con una cámara”. Optaron entonces por dejar que la estética fuera también albacea del encierro.

Dentro de la extrañeza que produce hablar en términos pretéritos de una tormenta que apenas ha empezado a escampar, los directores parecen cambiados, afectados. “Hablar de uno mismo siempre es inevitable, pero con esto lo fue más”, explica Sorogoyen. La pequeña cápsula del tiempo de HBO España, que podrá verse en los 21 territorios en los que opera HBO Europe, se lleva un trocito de los directores, de sus casas y de sus vidas.

En plena pandemia, mientras otros se entregaban a la vida contemplativa (los privilegiados que pudieran permitírselo), ellas decidían trabajar. Y trabajar de lo lindo. “Ha sido un privilegio”, recuerda Dolera, “tanto por cobrar un sueldo como por poder estar creativas”. Ortiz lo suscribe, aunque se sincera entre risas: “También he envidiado a la gente que ha dedicado la cuarentena a leer a Proust”.

‘En casa’ se estrena el 3 de junio en HBO España.

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antonio

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