Este artículo se ha escrito tras ver el primer episodio de la temporada 2 de ‘Big Little Lies’ y no contiene spoilers.
Big Little Lies se cerró tan bien que no sabíamos si la renovación por una segunda temporada era buena idea. Daba miedo reabrir una historia que se cerraba de forma redonda con aquella escena en la playa tan cargada de significado. Que lo que nos quisiesen contar no estuviese a la altura. Pero, tras ver el primer episodio de esta nueva tanda, puedo decir que merecía la pena.
Y al contrario de lo que pudiésemos pensar, la serie no vuelve presentando un nuevo misterio para articular sus siguientes capítulos -típico mecanismo para prolongar la vida de ficciones que finiquitaron su trama pero el éxito las hizo volver- sino que tiene una intención absolutamente continuista. Ahora toca explorar las consecuencias de lo que pasó, los traumas que se crearon, las relaciones que se forjaron, pero también la vuelta a la normalidad.
Porque por bonito que fuese el final de la primera temporada, lo cierto es que nada es tan idílico ni tan elevado cuando hablamos de vidas reales. Sí, las chicas apostaron todo por la sororidad para tapar la muerte de Perry, pero cuando regresan a lo mundano, siguen siendo esas pijas tan insufribles (y divertidas, y locas, y adorables, y…) que nos enamoraron. Y ahí está la gracia de la temporada 2 de Big Little Lies, no apuesta tanto por un thriller sino por devolvernos a Monterrey junto a unas protagonistas exquisitas. Dicho de otra forma,es consciente de que los personajes son el verdadero valor de la serie y ahí es donde quiere incidir.
Mientras que Celeste no logra distanciarse de la sombra de su marido maltratador y Bonnie se siente perseguida por lo que hizo, otras tienen problemas más terrenales, como Madeline con su hija que se niega a ir a la universidad (anotamos ese “¡Me dan igual los mendigos!” que dice en el primer episodio como frase para la posteridad). La tragedia les golpeó, pero tienen que seguir adelante con todo lo bueno, lo malo, lo profundo y lo banal de sus existencias.
Y luego está Meryl Streep. Una madre enamorada de su hijo que no entiende qué ha pasado, que le añora y que quiere ayudar a su nuera y sus nietos en este momento tan complicado todo lo que pueda, pero que también tiene lo suyo. Y no digo más, pero de Mary Louise nos vamos a enamorar y la vamos a odiar a partes iguales. Ella es puro Monterrey también. Qué bien volver y que nada haya cambiado. No hacía falta.
La temporada 2 de ‘Big Little Lies’ se estrena el próximo 10 de junio en HBO España.
