Los protagonistas de ‘Boca Norte’. (Fuente: RTVE)
Netflix no es la única plataforma de streaming que está apostando por el contenido juvenil, aunque sus series sean las más mediáticas. En el viejo dilema de qué hacer para que un público que no ve la tele a la manera tradicional vuelva a consumirla, las cadenas se han dado cuenta de que debían acercarse ellas a esos espectadores, y no al revés. Así se explica que gran parte de la producción original de ficción de Playz y Flooxer se encuadre en el género juvenil.
La plataforma de RTVE, de hecho, acaba de estrenar una de sus últimas propuestas, Boca Norte, una serie de seis episodios que los más viejos del lugar, quizás, comparen con Un paso adelante (sí, estamos ya en ese punto), pero cuyo estilo de realización la acerca más a la nueva versión de Fama ¡A bailar! Y que ejemplifica bastante bien el tipo de series juveniles que está produciendo Playz. Si no son historias de misterio, tiran de un estilo más naturalista y buscan tocar temas que pueden interesar a su público potencial.
En el caso de Boca Norte, uno de ellos es la música. Sus protagonistas son los chicos de un centro cultural en un barrio de clase trabajadora de Barcelona y forman un grupo de trap en el que bailan y cantan al mismo tiempo. Allí encuentran un espacio en el que poder compartir cosas que en otros lugares no se sienten cómodos contando, y allí aparece Andrea, una chica a la que su padre castiga a que se apunte a las actividades musicales del centro para que no esté todo el día metida en casa.
(Fuente: RTVE)
A través de los ensayos del grupo, la serie muestra cómo evolucionan las relaciones de sus personajes y se van tratando sus problemas, pero como ocurre en SKAM España, por ejemplo, éstos no se dramatizan de más. Sí, para ellos son importantes, pero nadie está en peligro de muerte.
Es la línea de muchas de esas series juveniles que están estrenándose en los últimos meses. Un acercamiento más a pie de calle de las personalidades de sus protagonistas es lo que las separa de propuestas que, a lo mejor, veíamos antes en el prime time de un canal generalista. Incluso en los thrillers, como + de 100 mentiras en Flooxer, hay más escenarios e iluminación natural de lo habitual.
Estas dos series también ejemplifican la variedad actual de propuestas del género. Junto al misterio adictivo de Élite conviven los chavales más naturalistas de SKAM, por ejemplo, o el experimento interactivo de Si fueras tú, que también procuraba no despegarse demasiado de una realidad que fuera fácilmente reconocible por su público. Y en la era del consumo audiovisual a través del móvil, estas webseries (si queremos llamarlas así) no suelen pasar de los treinta minutos de duración (algún episodio de Boca Norte se queda hasta por debajo de los veinte).
No reinventan realmente nada porque, desde los tiempos de Rebelde sin causa, en el género juvenil está prácticamente hecho todo a estas alturas, pero es en la elección de un centro concreto donde pueden dejar aportaciones interesantes o, cuanto menos, curiosas. Para Boca Norte, ese centro es la música y el baile; para + de 100 mentiras, era la salvaguarda de un secreto, por ejemplo.
A los espectadores que recuerdan haber visto en su momento Al salir de clase, probablemente les choque que estos títulos ya no se vean en la televisión tradicional, pero la brecha generacional en la manera de consumir series es evidente e imparable. El modo de hacerlas y emitirlas tiene también que adaptarse a ello.
La primera temporada de ‘Boca Norte’, de seis episodios, está ya disponible en Playz.
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