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‘Todas las criaturas grandes y pequeñas’ y las series confortables

(Fuente: Filmin)

Decía ayer mi compañero Álvaro Onieva que ante la desasosegante actualidad, tras años de adictivas distopías, los amantes de las series de televisión “necesitamos un respiro y buscaremos esa otra tele que siempre nos ha acompañado, la evasiva, la que nos pone en bandeja un lugar feliz”. Yo lo encontré hace unas semanas y mi enorme pena es que, por el momento, se acabó. Pero voy a seguir buscando series que me trasladen a un universo sin malvados políticos, ni violencia, ni pandemias, sin avances tecnológicos traicioneros ni sociedades que luchan por la supervivencia. Porque se vive mejor, aunque solo sea durante las horas posteriores a acabar el episodio, cuando la ficción te lleva a un mundo en el que algo tan simple como la mano de un amigo te reconforta y te hace sonreír.

Ese lugar feliz que ya he agotado no es otro que la Inglaterra de los años 30 en la que se ambienta Todas las criaturas grandes y pequeñas. La nueva adaptación de los libros del veterinario James Herriot, que ya se llevó a la pantalla en los años 70, podemos disfrutarla en Filmin con seis episodios y un especial navideño que te harán recobrar la fe en la humanidad y en tu propia existencia. Una hazaña que consigue gracias a personajes adorables, la preciosa campiña inglesa y una de las profesiones más bonitas del mundo.

(Fuente: Filmin)

Esta producción británica arranca con la llegada de Herriot (Nicholas Ralph) a un pueblecito de Yorkshire, donde aspira a encontrar su primer trabajo como veterinario. Y no será fácil porque su jefe es el excéntrico Siegfried Farnon (Samuel West), un hombre de mal carácter que disfruta poniendo nerviosos a sus pupilos. Pero el joven veterinario no está dispuesto a regresar a su Glasgow natal con las manos vacías y hará todo lo posible por hacerse con el puesto. Algo a lo que también ayudarán los vecinos que conoce en sus visitas a las granjas, la adorable señora Hall, la ama de llaves de la casa de Farnon y, como no, una firme aspirante a ocupar su corazón.

Todas las criaturas grandes y pequeñas es una serie amable, a veces previsible, que consigue ganarse al espectador gracias a su gran corazón. Ese que queda patente con el sufrimiento del granjero por su vaca recién comprada, con los nervios del hombre rudo por el parto de su perra o con el propio Farnon mostrando que bajo su coraza hay un hombre que lucha por pasar página y vuelca su vida en su trabajo. Se trata de una historia en la que el romance en el sentido más tradicional de la palabra está presente, pero también los personajes empáticos que te ayudan a recuperar la fe en el prójimo.

(Fuente: Filmin)

En estos tiempos en los que los estrenos nos atropellan, perdemos horas de nuestra vida en series que no nos llevan a ningún lado y pasamos demasiado tiempo buscando esa producción que encaje con nuestro estado de ánimo, Channel 5 y PBS han apostado por la ficción más tradicional y, como se dice en el argot, blanca. Esa que se olvida de la actualidad y de los problemas para presentar al espectador un lugar feliz en el que los buenos son buenos, hay pocos malos y la vida te lleva por caminos en los que todos los problemas tienen solución. Es una propuesta que a más de un directivo le habrá parecido descabellada en estos tiempos de consumo voraz, pero que se antoja como el mejor remedio en un mundo que está patas arriba y en el que cada vez es más difícil no acostarse con el corazón encogido.

En realidad, Todas las criaturas grandes y pequeñas tampoco es una innovación rompedora porque en 2016 ITV estrenó otra producción ambientada en la misma época que también se basaba en las memorias de un amante de los animales, el zoólogo Gerald Durrell. Disponible en Filmin y Movistar+, Los Durrell se centra en la familia que le da nombre después de que decidan dejar atrás su adorada Inglaterra y se muden a la isla griega de Corfú. Aquella serie alcanzó las cuatro temporadas narrando la supervivencia de una familia acomodada venida a menos, en un entorno tan paradisíaco como desconocido, en el que adolescentes y niños descubren un nuevo universo mientras la cabeza de familia, encarnada por Keeley Hawes, trata de sacarlos adelante.

‘Los Durrell’. (Fuente: Movistar+)

Las comedias norteamericanas de las cadenas convencionales también han sido un lugar feliz en el que olvidarse de la cruda realidad, y series como Parks and Recreation, Modern Family o Raising Hope funcionaron durante años como un excelente antídoto en el que el humor, los personajes amorosos y las tramas reconocibles y reconfortantes eran sus ingredientes esenciales. Propuestas que han ido perdiendo presencia en la pequeña pantalla norteamericana porque las cadenas están más preocupadas por competir con las plataformas de streaming, como si pudiesen, que por ofrecer una oferta verdaderamente atractiva y acorde a las necesidades de sus espectadores.

Desconozco si quedan más biografías de veterinarios y naturalistas británicos por trasladar a la pantalla, pero si no las hay espero que los responsables de aprobar nuevos proyectos hayan tomado nota del cariño con el que la audiencia ha acogido las historias de los Durrell o de la nueva familia de Herriot. Y que entre thrillers criminales, dramas judiciales y melodramas históricos dejen un hueco para proporcionarle al espectador el lugar feliz, apacible y entrañable que en estos tiempos, y probablemente en los que están por venir, tanto necesita.

‘Todas las criaturas grandes y pequeñas’ está disponible en Filmin.

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