Toni y Deborah se casan en Londres con los Alcántara presentes. (Fuente: TVE)
Esta crítica se ha escrito tras ver el primer episodio de la temporada 20 de ‘Cuéntame’. No contiene spoilers.
A estas alturas ver Cuéntame es volver a un lugar conocido y confortable. Después de 20 temporadas sus protagonistas son gente que lleva en nuestro recuerdo desde hace una eternidad. Sin duda el regreso a casa es una de las cartas que juegan más a favor de esta serie y que mejor saben utilizar. Desde el primer momento, ver a los Alcántara en este nuevo episodio es recuperar todo lo que conocemos y hemos añorado.
En esta vuelta arrancaremos el 30 de octubre de 1988, una fecha que pudiera parecer aleatoria, pero que no es otra que la de la liberación del industrial Emiliano Revilla, que fue secuestrado por ETA durante 249 días. Quizás ahora todo eso nos suene muy lejano, pero hubo un tiempo en que en este país casi permanentemente alguien estaba retenido. En este caso su liberación vino tras el pago de una millonaria cantidad a la banda terrorista.
Con este suceso de la historia arrancamos el final de una década en la que, como ya se había anunciado, Toni se casará con Deborah y que dará paso a los años 90s. El contrapunto de este momento feliz servirá para mucho más. El efecto de la marcha de Carlos en varios de los miembros de la familia y un aprender a funcionar de otra manera. Sin uno de los suyos y aceptando vivir con parte de la familia lejos.
El regreso de Cuéntame es tranquilo, como si no hubiera pasado el tiempo desde su despedida, pero mostrando muchos de los cambios que los años 90 trajeron. María empieza a ser mayor, en ese momento en que todos nos desubicamos y no entendemos muy bien por qué no estamos cambiando tan rápido como querríamos o de una manera tan clara. Y Antonio se encuentra exactamente en el mismo lugar 40 años después.
La mayoría de edad de María dará paso a sus primeras elecciones como votante. (Fuente: TVE)
Con él se abre un tema de discusión muy interesante acerca del papel del hombre de la casa cuando una figura que conduzca a todos deja de ser necesaria. Porque muchas mujeres ya no necesitan que las guíen (si es que alguna vez lo necesitaron), porque los niños crecen, porque la madurez cada vez dura más y obliga a la persona a redefinirse cuando ya no sigue trabajando pero con suerte le queda mucho para la muerte. Si algo ha hecho siempre esta serie es hablar acerca de los roles que cada miembro de la familia cumple en diferentes tiempos. Y el momento que encara en esta nueva temporada tiene un gran potencial en ese sentido.
El arranque de esta temporada sirve, sobre todo, para ver los temas que se podrán tratar este año, que no son pocos ni sencillos para varios de ellos, pero además hablará de la modernización de las ciudades. Del crecimiento de la red del metro de Madrid, de la comunicación entre núcleos urbanos que no pertenecen al centro, acercando las facilidades de movilidad en barrios trabajadores. De la modernización del parque urbano y de la burbuja inmobiliaria de la década de los 90. Del cambio de las estancias húmedas de la casa, de un lugar meramente funcional a un espacio también de placer.
Cuéntame ha sabido siempre explicar el funcionamiento del país a través de escenas cotidianas. Tras ellas se esconde el pulso de parte del funcionamiento en las grandes áreas metropolitanas españolas y del crecimiento de nuestras ciudades, pero también de nuestro pasado político y social. Es su terreno y lo domina muy bien. Mientras, los Alcántara siguen, cada vez más viviendo que sobreviviendo y abrazando una nueva década que les traerá cambios, noticias felices y el fin definitivo de la niñez para toda una generación.
La temporada 20 de ‘Cuéntame cómo pasó’ se estrena hoy jueves, en La 1.
‘Cuéntame cómo pasó’ entra en el club de las 20 temporadas
La serie de TVE acompaña a ficciones como ‘Ley y orden’ o ‘Los asesinatos de Midsomer’fueradeseries.com
