Billy Zane es uno de los protagonistas de ‘Curfew’. (Fuente: Sky)
Esta crítica se ha escrito tras ver los tres primeros capítulos de ‘Curfew’. No contiene spoilers.
La carrera del siglo es esa película de los años 60 que tantas risas nos ha arrancado a varias generaciones. El tema era de lo más sencillo, con un grupo variopinto de gente corriendo con sus coches por un premio. Con una premisa parecida, pero una manera de desarrollarse muy distinta, nace Curfew, en la que se nos narra una pelea a vida o muerte para llegar a la meta. En esta ocasión el entorno es completamente hostil y los propios participantes son, a menudo, perfiles de los que desconfiar.
Con Sean Bean como uno de sus grandes atractivos, la primera temporada de Curfew cuenta con ocho episodios en los que la ciencia ficción es un punto de partida para una producción llena de acción y que transcurre, en buena parte, con un telón de fondo nocturno y peligroso.
La serie de Sky plantea un futuro un tanto apocalíptico en el que unas criaturas llamadas mooks atacan a la población en cuanto se pone el sol. Su mordedura envenena, acabando con la víctima, lo que hace que se haya establecido un toque de queda obligatorio. Es curioso como sólo eso, sin necesidad de describir más medidas opresoras, ya pinta la vida con un halo estrangulador donde todo queda manchado por esa orden. La noche pasa a ser un elemento prohibido, y peligroso.
Pero no todo está perdido. Alguien, del que se habla como si fuera casi una fábula, vive en una isla no ubicada donde los mooks no han llegado. Allí la vida es libre, soleada, paradisíaca. Y la población está controlada. Sólo unos pocos afortunados pueden conocer su localización. Para lograr una plaza en ese lugar sólo hay que ganar una carrera prohibida y nocturna. Y el camino está lleno de pruebas e impedimentos que hacen que alcanzar la meta no sea una simple cuestión de velocidad.
Curfew es de esos títulos llenos de adrenalina donde es evidente que no todos lograrán llegar al final vivos, y las apuestas por adivinar quién y cómo es abandonado a su suerte están sobre la mesa. Tiene escenas de acción, de emoción y de drama poco sensiblón. Y buen ritmo. No encontramos en ella grandes conversaciones ni escenas que cambiarán nuestra vida, pero logra mantener cierta tensión durante todo el episodio que te hace estar atento y entretenido.
Uno de los caminos que en su arranque ya logra explotar bien es la relación entre los concursantes. Lejos de ser una serie que simplemente encadena escenas independientes entre sí, apuesta por tirar del hilo en el que pueden surgir antipatías y simpatías entre varios coches. De esta manera, los otros concursantes pasan a ser un monstruo más que derrotar, o un compañero con el que aliarse y trabajar conjuntamente.
En general, acaba siendo una producción entretenida y que en su tráiler ya enseña con honestidad qué tipo de tono se puede esperar de ella. Sus tres primeros episodios convencen. Ofrece acción y diversión y es exactamente lo que da. Si bien queda ver cómo continuará, el arranque es prometedor, y de ella puede salir un título que te mantenga pegado a la pantalla, apostando con uno mismo quién logrará llegar vivo al final.
La primera temporada de ‘Curfew’ está ya disponible bajo demanda en Sky España.
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