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Crítica: ‘Doctor Who’ — ‘Twice upon a time’, una amable despedida de Peter Capaldi

Doce y el Primer Doctor viven una última aventura antes de regenerarse. (Fuente: Simon Ridgway/BBC-BBC Worldwide)

Los capítulos de regeneración del Doctor siempre son complicados en Doctor Who. La era moderna de la serie ha solido tratarla en el especial de Navidad, un episodio que se utiliza como puente entre temporadas regulares de la serie y que, por sus condiciones de capítulo especial, es un buen momento para tener el primer contacto con el nuevo Doctor. Muchas veces, no es más que un vistazo; con la excepción de The Christmas Invasion, el especial de la segunda temporada que presentaba a Diez, el vistazo de los espectadores a la nueva persona en la que se ha convertido el Doctor suele ser breve.

Ocurrió con el paso de Once a Doce y ha ocurrido con la regeneración de Doce en Trece. Sin embargo, en esta ocasión, no había nadie con el Doctor para que pudiera decirle que tiene nuevos riñones, o nuevos dientes, o para expresar su decepción por no ser pelirrojo. El Doctor estaba solo porque tenía que aprender por sí mismo una pequeña lección.

Twice upon a time, el especial navideño en el que pasa esto, era también la despedida de Steven Moffat como showrunner de la serie y, curiosamente, no opta por un gran espectáculo para cederle los mandos de la TARDIS al guionista Chris Chibnall y la actriz Jodie Whittaker. Moffat decide apostar por una historia que habla de la importancia de la memoria y de tener un buen corazón. Como dicen en Star Wars. Los últimos jedi, nadie se va del todo.

No hay monstruos ni planes malvados en el episodio. En realidad, es el camino de Doce hacia darse cuenta de que, por mucho que se vea tentado en morir definitivamente y terminar su ciclo de regeneraciones, no puede hacerlo. En su larga vida ha perdido a muchas personas que eran importantes para él, sí, pero esas personas no se han ido por completo. Mientras las recuerde, mientras él siga vivo para mantenerlas en su memoria, seguirán de algún modo vivas también.

Bill Potts hace una última aparición en la serie. (Fuente: Simon Ridgway/BBC-BBC Worldwide)

A eso se dedica el Testimonio, la “amenaza” a la que el Doctor se enfrenta al principio. La apariencia de esa mujer de cristal y que secuestren la TARDIS y a ese capitán inglés de la Primera Guerra Mundial hace suponer que tienen alguna agenda oculta, algún propósito malvado para recolectar los recuerdos de esas personas justo en el momento de su muerte. Pero no es así. El Testimonio es la manera de convertir a la humanidad en inmortal al hacer pervivir su memoria. “No sé qué hacer si no hay planes malvados”, dice el Doctor, y por un momento, parece que el episodio tampoco sabe qué hacer.

En realidad, es más una exploración de un tema que una historia que haya que desarrollar. Doce se resiste a regenerarse y, ahí, se encuentra con su primera encarnación (interpretada por un David Bradley que recuerda muchísimo a William Hartnell), a quien le da pavor hacerlo. En todas las regeneraciones se ha jugado con la idea de que, para esa cara concreta del Doctor, es como aceptar que tiene que morir para que transformarse en otra persona. Aunque sus corazones y su mente sigan rigiéndose por los mismos principios, y sus recuerdos se mantengan intactos, su aspecto va a cambiar. Y la lección que todos los doctores aprenden es que su apariencia externa no es importante; siguen siendo los mismos. La belleza está en el interior, que decían en La bella y la bestia.

De este modo, el especial de Navidad es, en realidad, una excusa para disfrutar una última vez de un Peter Capaldi que ha sido un fantástico Doctor. Las historias que Moffat y sus guionistas ideaban han estado pocas veces a su altura, pero él siempre lo ha dado todo, combinando inteligencia, impaciencia y un gran corazón que acababa imponiéndose siempre. Y ha terminado siendo, probablemente, el mejor actor de todos los que han protagonizado Doctor Who en su era moderna.

David Bradley, como el Primer Doctor. (Fuente: Simon Ridgway/BBC-BBC Worldwide)

Como decimos, los capítulos de regeneración del Doctor pocas veces figuran entre los más destacados de la serie. Twice upon a time contrasta, eso sí, con el de despedida de Russell T. Davies y David Tennant en que es intimista y no le importa gritar que cree en la bondad del ser humano. Ambientarse en la tregua de Navidad de la Primera Guerra Mundial ya da una pista de por dónde va a ir el tradicional monólogo de despedida de Doce, un monólogo en el que Capaldi puede lucirse, con bastante sobriedad, hablando con su yo del futuro, con esa encarnación que debe impulsar la serie hacia una nueva época.

Laugh hard, run fast, be kind”. Ríe mucho, corre rápido, sé amable. Doctor Who se resume en esa frase y, con un “Doctor, te dejo marchar”, la era de Doce se cierra y se abre la de Trece.

Jodie Whittaker, en su primera imagen como la Doctora. (Fuente: YouTube)

Y lo hace siguiendo el mismo tono de optimismo. Ese “oh, brilliant” (que podría traducirse por “oh, genial”) con el que Jodie Whittaker se presenta ante los fans de la serie, más su gran sonrisa al verse reflejada en las pantallas de la TARDIS, encaja enseguida con la historia pasada de los cambios al frente de Doctor Who. Ahora será una Doctora, pero el personaje sigue siendo el mismo. Y hasta se ve en medio de un enorme problema para empezar sus nuevas aventuras, como suele ser también tradicional.

El especial de Navidad ha destacado por ese contraste entre un Primer Doctor muy de los 60 (Doce está todo el rato sintiéndose fatal por todas las cosas sexistas que dice) y el actual, que no prejuzga a nadie por su género o su color de piel. Su apuesta por la importancia de la memoria y su recordatorio de que Doctor Who jamás será una serie cínica (sus emociones han de ser sinceras si quiere funcionar) han salvado el capítulo, que ha sido una amable despedida para un Doctor que ha encapsulado todo lo que convierte a este personaje en alguien tan entretenido y atractivo.

Ahora es el turno de Trece, de la Doctora, que ya transmite genuino entusiasmo con apenas dos minutos en pantalla. Pero tendremos que esperar hasta el próximo otoño para ver sus primeras aventuras.

Notas al margen

  • La idea de que el especial de Navidad estuviera protagonizado por el Primer Doctor y por el 12º se le ocurrió a Moffat durante la Comic-Con de Nueva York de hace dos años, cuando alguien preguntó a qué dos doctores le gustaría ver interactuar juntos. El guionista lo cuenta en este programa de Doctor Who: The Fan Show.
  • Jodie Whittaker dio este verano algunas entrevistas en las que habló sobre Doctor Who, aunque no se ha prodigado todavía en los medios británicos. En BBC, por ejemplo, le enseñaron varias imágenes de fans disfrazados ya como Trece.
  • David Bradley ya había interpretado a William Hartnell, el Primer Doctor, en la tv movie An adventure in space and time, producida para el 50º aniversario de la serie. Contaba los inicios de Doctor Who y su responsable era Mark Gatiss, colaborador de Moffat en Sherlock, que en Twice upon a time da vida al capitán inglés. Éste, por cierto, es el abuelo del brigadier, acompañante del Tercer Doctor.
  • Como decimos, la 11ª temporada de Doctor Who no se verá hasta el otoño. Va a empezar con la Doctora atrapada en la Tierra y la TARDIS volando por los aires, y se sabe que será más serializada, que tendrá diez episodios y que Chris Chibnall, su showrunner, ha creado una sala de guionistas a la americana para escribirla.

‘Doctor Who’ está disponible en Netflix España.

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