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Crítica: ‘El cuento de la criada’ 3×01 — 03-bienvenidos a la Revolución

(Fuente: HBO España)

El tráiler de la tercera temporada de El cuento de la criada, que se publicó hace unas semanas, nos invitaba a ser testigos del nacimiento de una revolución y justo eso es lo que hemos visto en estos tres primeros episodios. Pero tengo que confesar (no sé si a vosotros os pasó lo mismo) que durante gran parte de Noche, el primero de ellos, me temí lo peor.

Pensé que June iba a volver al infierno de los Waterford, luego que íbamos a tener que verla viviendo miserias en el Centro Rojo y después, que la iban a asignar a otro fanático de la Ceremonia. También pensé que Gilead iba a capturar a Emily y que Nicole se iba a ahogar; afortunadamente, nada de eso pasó. Quizá esos momentos de pánico son la forma que tenía la serie de decirnos que tengamos esperanza, que luchemos con ellas la gran lucha. Yo lo voy a hacer.

Han pasado muchas cosas en estos 150 minutos, la trama ha avanzado más de lo que lo hacía en la mitad de una temporada anterior y El cuento de la criada nos demuestra que viene con la fuerza de sus mejores momentos, con escenas de gran impacto visual y con conversaciones intensas. Quizá lo mejor en esta ocasión es que abordemos lo que ha ocurrido a través de los personajes con su punto de vista en los episodios.

Serena

(Fuente: HBO España)

El instante en el que decide quemar la casa, empezando por la cama, después de que Fred le dijera que todas las cosas volverían a ser como antes, lo recordaremos siempre porque lo que sentimos en ese preciso momento fue la necesidad de quemarlo a él. Es un acto profundamente simbólico, con gran carga emocional y belleza, que nos lleva inevitablemente a la Madre de dragones de Juego de tronos y que nos permite ver desaparecer todos los objetos reconocibles de esa casa.

El plano en el que la cámara muestra las manos de Serena y June con el fuego de fondo tiene que ser un indicativo de la alianza que construyan durante la temporada. No queríamos, bajo ninguna circunstancia, volver a vivir el suplicio de la Casa Waterford, y no lo haremos; ha quedado reducida a cenizas y June palpó con sus propias manos que derrumbar los cimientos de Gilead era posible.

A nivel emocional, Serena está destrozada, vive el duelo por la pérdida de su hija, aunque su madre le recuerde que no era suya. Y nos recuerda que debemos tener cuidado con lo que deseamos, porque cada vez que queremos saber más sobre Serena, nos llevamos unos chascos impresionantes.

(Fuente: HBO España)

El primero fue saber que había jugado un papel fundamental en el diseño de la ideología misógina de Gilead y ahora hemos tenido el placer de conocer a la señora que la crió. Nos sirve para entender, en parte, de dónde viene la Serena que nosotros conocemos, pero es irritante tener que escuchar lo que le dice a su propia hija. Bueno, esta es una muestra más de que los únicos villanos no son los varones.

Es deprimente, pero en el contexto de Gilead, Serena necesita cargar con el peso muerto y podrido de Fred. Hemos de suponer que el divorcio está prohibido(o que no existe, como la resistencia); Gilead no va a permitir que exista una mujer que no está cumpliendo una función, porque la mujer no tiene ningún derecho como individuo. Si no es esposa, solo puede ser miembro de una de las otras categorías, ir a morir a las Colonias o servir en Jezebel.

A Fred tampoco le conviene la humillación pública de un matrimonio destruido, porque lo hemos visto bajar escalones en la jerarquía desde hace tiempo, así que podemos suponer que su relación será más de conveniencia que nunca.

Puede que Serena aún no sepa cómo luchar, puede que no se sienta lo suficientemente valiente, puede que siga teniendo miedo y muchas dudas, pero salir de ese mar al que entró dispuesta a morir puede representar un renacimiento, como le había dicho June, con quien ha tendido puentes: “Quizá somos más fuertes de lo que creemos ser”.

Emily

(Fuente: HBO España)

“¡Sí, queremos!” Creo que lo grité junto a ella cuando el guardia canadiense le preguntó si quería asilo con la niña. Nunca me había complacido o emocionado ver un uniforme de las fuerzas de seguridad. Realmente me temí lo peor en su escena de huida, pero ya las tenemos en Canadá, otro pequeño triunfo.

Es bonito ver la amabilidad, disposición y protocolo con el que el personal a cargo recibe a los refugiados de Gilead, y también hace un poco de gracia que, después de todo el control médico, resulte que lo más grave en cuanto a salud física sea que Emily tenga el colesterol alto. Eso sí, cuando le hacen las pruebas oftalmológicas me fijé en algo que debía haber visto antes: las mujeres en Gilead no usan gafas, para qué las iban a necesitar, dirán los señoros al cargo.

Ya habíamos visto con Moira que escapar es el primer paso, pero a partir de ahí hay todo un camino emocional por recorrer. Es totalmente comprensible que Emily necesite un tiempo de transición hasta que decida contactar con su esposa, porque ella tiene un trauma y también tiene miedo a su reacción. Para nuestra satisfacción, Emily nos da un segundo motivo para sonreír cuando decide llamarla y la encuentra.

June

(Fuente: HBO España)

Ay, June, nuestra rebelde con muchas causas. Yo entiendo que a veces pueda poner nerviosos a algunos espectadores porque, al fin y al cabo, y afortunadamente, no es una heroína perfecta. No siempre toma las decisiones correctas, y cómo iba a hacerlo; en Gilead sí hay un manual de instrucciones, pero no queremos que las siga.

Su decisión del final de la temporada pasada no convenció a muchos, aunque yo la entiendo y la defiendo. Ya os dije que nunca huiría, bajo ninguna circunstancia, sin mi gato, cómo no voy a comprender su posición. Además, la necesitamos luchadora, se lo debe a su hija, a sí misma, a la madre a la que no supo escuchar, a todas las mujeres que conoce, a las que nunca ha visto y a las que no sabe que existen.

De todas formas, fue una buena elección narrativa que los personajes de Gilead cuestionaran su decisión, porque así como es cierto que tiene razón y todo el derecho a quedarse, también lo es que puso a muchas personas en situación de riesgo y que puede parecer una decisión egoísta. Lo importante ahora, tal como le dijo ella misma a Alison después de ese intento fallido que terminó con una Martha muerta en el sótano del Comandante Lawrence: “No dejes que todo esto sea para nada”.

Y sobre poner en cuestionamiento y malas decisiones, hablemos de Joseph Lawrence. Lo primero lo hace él, en una de las mejores escenas de los tres episodios, cuando le pregunta a June por la contradicción de no querer ser cosificada y usar su cuerpo como un arma de seducción, y lo hace justo después de que June nos confiese que se va a arrepentir de entrar a su despacho para intentar manipularlo como hacía con Fred.

En esa batalla dialéctica se dicen muchas cosas y ninguna es blanca o negra. El Comandante Lawrence me tiene totalmente descolocada; a ratos no parece mala persona, y nos recuerda al Bradley Whitford de El Ala Oeste de la Casa Blanca, y otras parece el protagonista de Déjame salir. Nos hace reír cuando se muestra irrespetuoso con las frases formales de Gilead, a veces parece que quiere ayudar y otras, muchas más de las que esperaba, actúa como un sádico que disfruta haciendo tortura psicológica.

Sea como sea, y sin que aún podamos poner la mano en el fuego para apostar por cuál es su verdadero objetivo, Lawrence puso a prueba a June con un dilema como el de La decisión de Sophie, cuando le propuso que eligiera ella misma cinco de esas decenas de mujeres destinadas a las Colonias para que fueran asignadas como Marthas: “Si no eliges a ninguna, mueren todas”.

Yo pensé que no iba a elegir a ninguna, que no iba a aceptar el juego, que no iba a cargar con la responsabilidad de los actos de Gilead, pero June eligió. Una ingeniera, una informática, una periodista, una abogada y una ladrona. Fueron elegidas porque son útiles para la causa: “Beth, tenemos cinco Marthas para la resistencia”.

June ya tomó una decisión complicada en este segundo episodio, cuando decidió que lo mejor era no llamar a la ambulancia. A partir de ahora va a jugar el juego de la destrucción de Gilead y seguramente las decisiones que la veamos tomar ahora sean cada vez más cuestionables en la escala moral. Burn, motherfucker, burn!”

(Fuente: HBO España)

Notas al margen:

  • La escena de June con la Esposa Mackenzie fue otra de las intensas de estos episodios, de esas que cuando empiezan no sabemos cómo va acabar. Se dijeron cosas bonitas y otras muy duras. Es una situación complicada porque, dentro de lo que cabe, Hannah no podría estar mejor. Sí, mejor estaría siendo libre y con su propia familia, pero al menos fue asignada a unos padres que la quieren. Nunca hay que conformarse con menos de lo que una merece, pero estamos en Gilead.
  • Parece que los responsables de la serie han escuchado un poquito las quejas por la violencia y han optado porque ésta ocurra fuera de plano. Buena decisión.
  • Disfruto mucho con los pequeños actos de disidencia, como la comunicación en clave de June y Alma en el supermercado para poder hablar entre las latas de una estantería.
  • OfMatthew, la compañera de compras de June, puede traer mucha cola. Por ahora, me declaro fan del comentario-amenaza de June, cuando le contó que una Criada había muerto porque su compañera la había empujado antes de que pasara un autobús, y lo dijo justo antes de que pasara uno. Si veis Killing Eve, puede que os haya recordado a un momento de su segunda temporada.

(Fuente: HBO España)

  • Gracias a las conversaciones con OfMatthew nos enteramos de que la propaganda de Gilead decía que se había apropiado de Chicago, algo de lo que también hablan en la reunión de Comandantes en casa de Lawrence,; por ahora lo pondremos en duda. En la misma reunión vemos que finalmente han ascendido a Nick como uno de ellos. Pero esto solo nos traerá ventajas, ya sabemos que él es uno de los nuestros, y que el plan de June necesita aliados con poder; ahora Nick lo tiene.
  • El paseo de June como Martha nos permitió ver otras zonas de Gilead a las que las Criadas no tienen acceso. Nos gusta saber que la Resistencia sigue en marcha y el personaje de Beth es una gran incorporación.
  • La Tía Lydia sigue siendo tan contradictoria como siempre. O más. Parece realmente preocupada porque June esté bien en la nueva Casa después de que Emily solo aguantara dos días. Pero a los pocos segundos la castiga con su varita porque la hizo sentir débil. Sigo queriendo saber más de su pasado.

(Fuente: HBO España)

  • Otro personaje que necesitamos conocer más es Eleanor, la Esposa de Lawrence. Hay algo extraño con ella, no sabemos qué y nos preocupa, pero en los momentos en los que se nos presenta lúcida es digna de nuestra adoración. Cuando baja en el momento en el que llega la poli de Gilead y tienen a la Martha herida en el sótano, pensamos que va a complicar la situación, pero ocurre todo lo contrario. Sabe lo que está pasando y las ayuda. Y al día siguiente, se pone a plantar en el terreno donde June enterró el cadáver, para que no llame la atención.
  • Fue gracioso que June llamara Breaking Bad a Alison, la Martha que era profesora de química.
  • La referencia a la mantequilla como recurso para hidratar es algo que estábamos esperando los lectores.
  • Luke es uno de los personajes menos agradecidos de la serie y, aunque sea molesta su actitud con Emily, sabiendo nosotros lo que ha vivido, como dice Moira, no lo hace con mala intención, simplemente ve a June en ella y se imagina que ella no va a sentir la necesidad de buscarlo si consigue escapar algún día. Dadas las circunstancias, tampoco es fácil que establezca un vínculo inmediato con Nicole, pero lo hace, se lo tenemos en cuenta.
  • La escena de la reunión de los Comandantes y la humillación gratuita de Lawrence a June fue incómoda de ver y, como siempre, nos dio ganas de quemarlo todo.
  • Hablando de Comandantes, Fred siendo el mierdas que siempre es, cuando practica su monólogo dirigido a Serena frente a una de las mujeres de Jezebel.

(Fuente: HBO España)

  • Rita sigue siendo amor. La pulsera-guante de dedo (no sé cómo llamarlo) que le hizo a Serena para que se sintiera menos incómoda fue un detalle muy bonito.
  • No sé si volveremos a verla, pero cuando Lawrence habló de las Colonias agrícolas, a las que envían a las mujeres como mano de obra y no a morir, pensé que allí podría estar la madre de June.
  • Sobre el recibimiento de Emily con aplausos en el hospital de Canadá, Bruce Miller explicó que fue una reacción espontánea de los extras en la escena.
  • Nos despedimos hasta la semana que viene con un poquito de buen rollo entre los actores:

Todas las críticas de ‘El cuento de la criada’

Los nuevos episodios de ‘El cuento de la criada’ están disponibles los jueves en HBO España.

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