(Fuente: Starzplay)
Esta crítica se ha escrito después de ver la temporada completa de ‘Normal People’. No contiene spoilers.
“No es así con otra gente”. Esta frase se la dice Marianne a Connell en Normal People y no son palabras vacías. Ellos saben que hay una gran verdad detrás de esa sencilla afirmación, y nosotros también, porque la conexión física y emocional que hay entre ambos es evidente, poderosa y prácticamente ingobernable.
Normal People es una historia de amor intensa, delicada, conmovedora y magnética. Una historia que empieza a escribirse cuando los personajes están cursando el último año de instituto y se extiende hasta el final de la época universitaria; etapa vital en la que este amor juvenil se construye, se destruye y se reconstruye, una y otra vez, en una suerte de eterno retorno. Porque Marianne y Connell parecen estar destinados a volver a encontrarse, pero también, y de forma inexorable, a hacerse daño.
Los protagonistas de la alabada novela de Sally Rooney en la que se basa la serie -que adapta ella misma junto a Alice Birch, la guionista de Lady Macbeth (2106)-, inician su historia conjunta en un contexto en el que la diferencia de clase es mucho más que un marco narrativo y escénico, aunque la joven pareja parezca ignorar sus implicaciones en la dinámica de su relación. Inmersos en su juego al romance secreto, Marianne omite esa realidad porque ha crecido en un entorno que le impide sentirse como una persona privilegiada, y Connell la elude de forma consciente por un sentimiento de inseguridad que ella no alcanzaría a comprender.
(Fuente: Starzplay)
Todas sus interacciones, ya sea un encuentro sexual, un cruce de miradas a metros de distancia o compartir una taza de té, están cargadas de significado y sentimiento pero, a pesar de que la intimidad entre ellos es tan evidente y profunda, que sienten que solo pueden ser quienes realmente son cuando están juntos (y sin testigos), esa potente e innegable conexión los lleva a creer que son tan transparentes que las palabras sobran. Y, obviamente, no es así.
Es en esos momentos de desencuentro cuando más duele Normal People, porque sabemos que los errores cometidos no nacen de un capricho narcisista producido por la angustia juvenil cuando aún se está construyendo la propia identidad: la incapacidad de comunicarnos porque asumimos que la persona que tenemos al lado nos conoce mejor que a nosotros mismos es un sentimiento familiar para cualquiera.
En 12 episodios de media hora la magnética interpretación de Daisy Edgar Jones y Paul Mescal -cuya química en pantalla es subyugante-, nos hará vivir, con la misma intensidad que experimentan ellos, los triunfos y fracasos de su imperfecta relación y de sus procesos de crecimiento individual. Un emotivo relato en el que la dirección de Lenny Abrahamson y Hettie McDonald captura cada emoción y cada pensamiento con una belleza, sensibilidad y honestidad que resultan apabullantes. Normal People está a la altura de todas las expectativas, es una de las series del año y, seguramente, la más hermosa.
‘Normal People’ está disponible en Starzplay.
Parece mentira que antes no existiera la figura del coordinador de intimidad
Solo hace un año que se empezó a contar con su presencia en los sets de rodajefueradeseries.com
