Tanto me insistieron en que viera ‘The Jinx’ que al final una ha sucumbido a este true crime y, por tanto, esta crítica contiene spoilers.
Hay quien nace sin nada y se convierte en alguien en la vida y hay quien nace con cuchara de plata pero su vida la destruye solito, este último, es el caso de Robert Durst.
Durst fue uno de los cuatro hijos de Seymour Durst, un importante inversor inmobiliario en la costa este de los Estados Unidos y tras una infancia en la que vio cómo su madre se suicidaba y su padre lo ignoraba, decidió ir a su aire hasta que se puso al frente de la empresa durante 15 años. Su progenitor lo quiso como heredero del imperio, y obtuvo la licenciatura en Economía para poder cumplir la misión encomendada; pasó el tiempo y fue su hermano Douglas quien cogió los mandos de la empresa familiar y así Robert empezó a vivir como siempre había querido: gastando dinero, viajando y sin dar explicaciones.
Casado con la estudiante de medicina Kathleen McCormack, parecía que su vida se encauzaba hasta el día que desapareció. La última vez que fue vista viva era el 31 de enero de 1982 en Vermont, lugar en el que residía desde hacía meses y la investigación concluyó poco tiempo después, sin haber hallado el cuerpo. Posteriormente, la Policía del Estado de Nueva York reabrió el caso en el año 2000, aunque sin resultado, algo que no sorprende, ya que empeño no es que le pusieran a la investigación ni en el momento de los hechos ni después. No olvidemos quién era esta familia.
Pasan 8 años y la mejor amiga de Robert y supuestamente cómplice en la desaparición de Kathleen, aparece muerta el 24 de diciembre de 2000 en su apartamento en Benedict Canyon, Los Ángeles. Susan Berman era periodista y autora y le dió por contar que tenía una historia que iba a dejar locos a todos, por lo que los rumores crecieron dando a entender que conocía la identidad del asesino de Kathleen así pues, un tiro y acabado el problema. El asesino, para más inri, había mandado una carta a la policía con la dirección de Susan y la palabra CADAVER para que encontraran el cuerpo. Hay que ser muy jefe para hacer ésto, máxime cuando te equivocas en cómo se escribe la dirección porque el hombre hay que recordar que no era de letras. El asesinato en primer grado culminó con la detención de Durst, aunque fue absuelto.
Ya el ansia de matar se incrementa y el 9 de octubre de 2001 fue encontrado en la Bahía de Galveston el cuerpo descuartizado de Morris Black, vecino de Robert. Allí residía desde hacía un año fingiendo ser una mujer muda. Robert llamó a su nueva esposa, pagó la fianza de 250.000$ y huyó hacia Bethlehem, donde fue detenido y arrestado. Compareció ante el juez, explicando que tras una discusión con la víctima, actuó en defensa propia y quedó en libertad provisional. Por descuartizar no te encierro aunque te hayas declarado culpable de ello. ¡Y van 3 señores!
En 2010 se estrenó la película de Andrew Jarecki ‘Todas las cosas buenas‘, basada en la historia de Durst y Robert decidió que sólo quería concederle una entrevista a este hombre porque también venía de una familia adinerada y, claro, entre ellos se entendían.
En las primeras entrevistas no consiguió una declaración clara de Robert pero la investigación continuó en el tiempo y, a través de un grafólogo forense, consiguen comparar la nota que mandó a la policía con otras escritas previamente. Jarecki, que hasta entonces creía en su inocencia, le tendió una trampa entrevistándole de nuevo y, gracias a un descuido de Durst en el que se dejó el micro encendido una vez finalizado el rodaje, se oyó como decía: «Ya está. Te han pillado. ¿Qué hiciste? Pues matarlos a todos, por supuesto». Esta declaración sirvió como prueba concluyente para detenerle y llevarlo ante el tribunal. ¿Pero nadie lo vio venir desde el primer momento?
Durst fue sentenciado a cadena perpetua en octubre de 2021 por la ejecución de Berman en su casa de Beverly Hills de un disparo en la cabeza y falleció en Enero de 2022 a los 78 años. Se libró cuarenta años de la cárcel ¡40! Dime tú qué tiene de gafe este hombre, porque yo no lo veo.
Esta es la historia de un rico, soberbio, maltratador y desgraciado, del que no considero que tuviera ansia de matar como cualquier otro asesino en serie, si no que se quitaba de en medio a la persona que le molestara en su vida, de hecho, el hermano se libró por los pelos.
El documental ‘The Jinx‘ consiguió 5 galardones entre ellos dos Emmys. ¿Me ha gustado? Pues a lo mejor tú lees el artículo y te vas como un loco blasfemando por no haberlo visto antes pero, para mí, exceptuando los últimos 3 minutos y las amigas haciendo de detectives, ya que la policía no daba un palo al agua, es un no contundente. Lo siento mucho por los fans, pero no me mantuvo en vilo.
No me matéis y dejéis nota o, al menos escribidla bien o haced recortes de papel que despistan mucho y así no os pillan hasta 40 años después como a este «gafe».
The Jinx está disponible en HBO Max.
