Imagen promocional de ‘Chambers’. (Fuente: Netflix)
Se suele decir que Netflix no compite directamente con otras plataformas de streaming, sino que su objetivo ha sido siempre reemplazar lo que representaba el televisor del salón. En este caso, no importa cómo o dónde se consuma su oferta, lo que pretende es que en su catálogo cualquier espectador pueda encontrar todos los programas que le puedan interesar, ya sea una serie, un programa de reformas o especiales de conciertos.
Aunque con House of Cards hubiera intentado crear series de prestigio para competir con la marca de HBO, o que con Orange is The New Black se acercara al tipo de producciones por las que se conocía Showtime, lo que ha hecho Netflix en los últimos años dos años es identificar nichos de público que estaban desatendidos por el resto de cadenas y plataformas y producir títulos que encajen con sus intereses.
Así ocurrió con su boom en 2017 de producciones para un público juvenil, con proyectos en cartera que demuestran que la tendencia de consumo de estas series sigue en alza. Y así está ocurriendo últimamente con las series de terror, cuyo pico de crítica y público fue conseguido con La maldición de Hill House, que por su éxito se ha convertido en una antología que adaptará historias clásicas de casas encantadas, y a la que han seguido estrenos como como la reciente, Chambers, con Uma Thurman en su reparto.
Imagen promocional de ‘Kingdom’. (Fuente: Netflix)
Otro subgénero que ha decidido explotar Netflix es el de los zombis. Si The Walking Dead sigue siendo la serie más vista del cable después de nueve temporadas y tiene dos spin offs en marcha, la plataforma roja también ha probado con títulos como Black Summer o la coreana, Kingdom, para que los espectadores sigan alimentando su hambre de muertos vivientes entre temporadas de AMC.
Kingdom es una muestra de que Netflix está produciendo series de terror en varios de sus territorios; Ghoul fue la segunda serie india de su catálogo, Re:Mind es japonesa, y entre proyectos que están por estrenarse tiene Reality Z, la adaptación brasileña de Dead Set; Bloodride, una antología que llegará de Noruega; Ares, terror psicológico desde Holanda; Jinn, una serie de terror sobrenatural árabe que se ha rodado en Amán; y la española Alma, escrita por Sergio G. Sánchez, guionista de El orfanato.
Si sois seguidores del terror, estáis de enhorabuena porque Netflix tiene planes para que le saquéis partido a vuestra suscripción.
Crítica: ‘Black Summer’ se sumerge en lo más profundo del instinto humano
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