Imagen del episodio ‘Game Night’ de la temporada 5 de ‘Brooklyn Nine-Nine’. (Fuente: IMDB)
Esta columna hace alusión a una trama de la temporada 5 de ‘Brooklyn Nine-Nine’. La llegada de los spoilers es visible, pero aviso por si preferís dejar de leer.
Cuando Stephanie Beatriz estaba haciendo las pruebas de casting para Brooklyn Nine-Nine, leyó que Melissa Fumeiro había sido elegida para el papel de Amy. Su reacción, tal como explica en las entrevistas, fue esta: “Lloré. Estaba feliz por Melissa, pero al mismo tiempo sabía que era imposible que FOX fichara a dos latinas. Es algo que nunca pasa, solo puede haber una”.
Que pensara que había perdido esa oportunidad es comprensible porque, a menos que sea una serie específicamente sobre latinos, lo habitual es que con una persona de la comunidad ya se considere el elenco como diverso. Pero el tema de la representación de la diversidad es un aspecto en el que Brooklyn Nine-Nine destaca, con la presencia de Andre Braugher interpretando a Raymond Holt, capitán de la policía negro y gay; Terry Crews como el teniente Terry; y Melissa Fumeiro y Stephanie Beatriz, latinas y detectives. Y todos forman parte del elenco principal.
Además de ser una grandísima comedia, de las que nos hacen reír constantemente, la de Daniel Goor y Michael Schur es una serie de personas a la que les gusta su trabajo y les gusta hacerlo bien. No como Villanelle de Killing Eve, sino como la buena gente de Parks and Recreation. Este ambiente carente de cinismo propicia que, sin perder nunca el sentido del humor, los guiones encuentren espacio para plantear conversaciones interesantes sin caer nunca en la tentación de ser aleccionadoras.
Un ejemplo lo tenemos en la trama principal de Rosa Díaz (interpretada por Beatriz) en la quinta temporada de la serie, en la que el personaje reconoce por primera vez ante sus compañeros de trabajo y sus padres que es bisexual. Como dice Rosa en algún momento, “no lo había dicho antes porque no es asunto de nadie, pero se siente bien decirlo en voz alta”.
Beatriz se había identificado abiertamente como bisexual un año antes de que se escribieran los guiones de esa temporada y aceptó la propuesta de los creadores de incorporar el mismo viaje para su personaje en la serie. Y se nota que han usado sus experiencias para escribir sus diálogos y situaciones.
En un ensayo que publicó en GQ hablaba sobre los retos performativos de la bisexualidad diciendo que “la sexualidad de una persona siempre se lee en términos de con quién está saliendo en ese momento”, si es una mujer que está saliendo con un hombre es hetero y si sale con otra mujer es lesbiana; un malestar que también expresa la protagonista de la serie The Bisexual. La bisexualidad permanece invisibilizada porque se considera una fase, como expresa el padre de Rosa en un momento de la serie: “no pasa nada, porque al final te casarás con un hombre”.
Saber que tenemos retratos positivos de la bisexualidad en las series de televisión en abierto es alentador, como también lo es que existan en las series de adolescentes patrias como SKAM España. Esas historias pueden ayudar a alguien que está frente a la pantalla a entenderse mejor, les dan herramientas para expresar lo que sienten e incluso el contexto si están compartiendo el sofá con alguien. Y, nosotros, mientras nos entretenemos, aprendemos un poco más.
Que la bisexualidad se visibilice y se celebre en este Día del Orgullo. Y si os encontráis a alguien que recurre a la frase carca de “elegir acera”, podéis explicárselo como lo hizo Rosa: “Estaba viendo Salvados por la campana y pensé «Zack Morris está bueno». Y luego pensé «Lisa Turtle también»”. Usad la pareja de ficción que os funcione mejor.
Las primeras cinco temporadas de ‘Brooklyn Nine-Nine’ están disponibles en Netflix.
