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Editorial

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El mes de mayo es, posiblemente, el mes más importante en el mundo de la televisión estadounidense. En este mes se realiza el tercer sweep o barrido de audiencia de la temporada y es el que sirve como balance de toda la temporada. No solo suelen guardarse los mejores episodios para estas fechas, sino que además es bastante frecuente ver apariciones puntuales de grandes estrellas de la interpretación durante estos días en muchas series distintas (todo vale para conseguir hinchar un poco las cifras de audiencias). Es en esa última semana de los sweeps cuando las grandes cadenas que emiten en abierto celebran sus upfronts y deciden la parrilla del próximo otoño, anunciando las series nuevas que han escogido y despejando las dudas que queden sobre la renovación o no de las series que tengan en ese momento en parrilla.

Por nuestra parte, llegamos al número 4 (que en realidad es el 5º que publicamos) de este proyecto que arrancó en midseason y que ojalá tenga la longevidad de Los Simpsons. De momento, la cosa pinta bien 🙂

Sin duda alguna, True Detective ha supuesto la gran sorpresa televisiva en lo que llevamos del 2014, pero ni mucho menos es la primera incursión del género noir en la pequeña pantalla. De la mano de Isabel Vázquez, en Variaciones sobre el Noir repasamos aquellas películas que sentaron las bases del género negro y algunas de las series que, al atreverse a jugar con dichas bases, han supuesto todo un punto de inflexión en uno u otro momento.

Buena parte de la culpa del éxito de una producción televisiva viene de la mano del elenco de actores, los guionistas y el equipo de dirección, pero hay muchísimos más profesionales implicados en conseguir que el resultado final sea todo lo mejor posible. En ¿Eres una Betty o a una Joan?, Lucía Taboada nos habla del papel cada vez más importante que tienen los figurinistas o encargados del vestuario en las series de televisión, ya sea para conseguir la ambientación correcta para en una época determinada (consiguiendo en no pocas ocasiones llegar a influir en la moda actual) o, en ciertos casos, convertirse en un elemento más del lenguaje audiovisual que resulta clave para definir a los personajes.

Si escuchas nuestro podcast, sabrás que somos unos grandes aficionados a la ciencia ficción. Así que, cuando Ramón Rey nos propuso hablarnos de las grandes películas de sci-fi, nos faltó el tiempo para decirle que escribiera el artículo. Desde Metropolis a Blade Runner, podríamos leer el artículo Júpiter y Más Allá del Infinito mil veces y en todas y cada una nos arrancaría una sonrisa.

Pocas series actuales gozan de una aceptación tan positiva tanto entre la crítica como entre el público como The Good Wife (aunque no es algo del todo unánime… ejem…). Entre muchas de sus virtudes, la serie explota con gran habilidad el recurso de dotar a sus guiones de tramas relacionadas y fácilmente identificables con temas de actualidad, algo que nos hace recordar cómo en Star Trek se hablaba de manera encubierta de la guerra de Vietnam o del coraje de David E. Kelley al sacar temas de rabiosa actualidad (y nada cómodos ni sencillos de tratar) en Boston Legal. Aurora Ferrer ha realizado una sensacional labor de documentación y nos trae 11 Casos Reales en The Good Wife que la serie se atreve a poner encima de la mesa (o, mejor dicho, encima del mueble de la tele).

El auge de la producción televisiva está afectando a multitud de sectores de muchas maneras diferentes, y la industria del videojuego, un coloso cuya facturación se estima que es mayor que las cifra que se obtiene al juntar las ventas de entradas de cine y discos de música, no se ha quedado al margen de dicha influencia. Guillermo G.M. nos describe con todo lujo de detalles en It’s not TV, it’s a videogame cómo las estructuras narrativas de las series de televisión han calado hondo en los videojuegos y cómo los guiños u homenajes a escenas y personajes de nuestras series favoritas son cada vez más frecuentes.

Para cerrar, Harry Callahan nos hace un verdadero regalo para los sentidos al contarnos en Smile, Woody, Smile cómo se las apañó para, tras verle tocar en directo con su banda en Nueva York, charlar durante un rato con nada más y nada menos que con Woody Allen e incluso sacarse una foto con él tras arrancarle una sonrisa. Una de esas historias que sin duda contará a sus nietos con pelos y señales pero que, de momento, la vais a disfrutar en primicia los lectores de la Revista Fuera de Series.

Nada más por este mes. Esperamos que os gusten los artículos y dentro de un mes volveremos con un nuevo número.

cj

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