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El contenido familiar que (no) quiere Disney+

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‘Love, Victor’ se ha mudado a Hulu por no ser suficientemente familiar para Disney+. (Fuente: Hulu)

Qué contenidos van a Disney+ y cuáles a Hulu es una de las dicotomías más curiosas de seguir en los últimos meses en la televisión estadounidense. La compra de FOX permitió a la casa de Mickey Mouse hacerse con el control de ese servicio de streaming que cuenta entre sus producciones originales con El cuento de la criada o Future Man, ficciones que se escapan de la marca de entretenimiento para toda la familia que ofrece Disney, así que había dudas sobre cómo pasaría a gestionarse bajo la nueva dirección.

Lo que se está viendo es que las series de FX, más dirigidas a un público adulto, acaban todas en Hulu, pero donde han llegado las sorpresas es con ficciones que estaban desarrollándose originalmente para Disney+ y que se han mudado a la otra plataforma, algunas rodeadas de cierta polémica. Una de ellas era el remake de Alta fidelidad, cuyo acomodo en Hulu era bastante más lógico, pero la que ha despertado recelos ha sido Love, Victor, adaptación de la película Con amor, Simon.

Ese filme, dirigido por Greg Berlanti, era una comedia romántica centrada en un adolescente que descubría que era gay y que estaba enamorado de un chico misterioso con el que hablaba por internet. Fue un notable éxito de taquilla, así que Disney se puso manos a la obra para convertirla en serie, teniendo en cuenta que era muy blanca y para toda la familia. Sin embargo, Deadline anunciaba hace unos días que Love, Victor se estrenaría en junio en Hulu porque “incluye retratos realistas de asuntos que afrontan los jóvenes adultos que pueden no ser apropiados para que las familias las vean con sus niños pequeños”.

“¿Es que nadie piensa en los niños?” Ese parece ser el mantra de Disney+: no incluir nada que pueda suscitar preguntas de esos niños a sus padres, aunque sean cosas que ellos vean de manera normal a su alrededor. Es mejor mantenerlos en una burbuja. Ésa es la imagen que se acaba transmitiendo de, por ejemplo, que la nueva versión de Lizzie McGuire se haya quedado en suspenso tras el despido de su creadora porque quería hacer algo menos infantil.

Esa obsesión de Disney+ por que su contenido sea lo más inofensivo posible busca, por supuesto, llegar a clientes que pueden creer que el episodio de Arthur en el que se casan dos hombres pervierte a sus hijos, o que se escandalizan porque un joven aparezca bebiendo en pantalla. Nadie ha podido ver aún Love, Victor ni sabe qué implicaba que Lizzie fuera a ser más adulta, pero de puertas afuera, lo que Disney+ transmite es que está tan congelada en carbonita como Han Solo a principios de los 80.

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marina

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