‘The Good Wife’, ‘The Good Fight’, ‘Evil’.
Hay creadores de series a los que seguimos donde quiera que vayan. Cuando una serie firmada por ellos nos conquista querremos ver todo lo que hayan hecho antes y todo lo que hagan después. Unos de esos nombres propios que se han convertido para la posteridad en un sello de garantía de calidad son los del matrimonio formado por Robert y Michelle King, In my opinion.
El primer proyecto conjunto de esta pareja creativa fue Proyecto: Justicia, una serie protagonizada por Kyle MacLachlan en 2006. Es probable que no hayáis oído hablar nunca sobre ella porque solo emitió 13 episodios en 2006 en ABC pero, afortunadamente para nosotros, los King no se dieron por vencidos con este primer tropiezo y volvieron a intentarlo tres años después en CBS con The Good Wife, el resto es historia.
Algunos descubrimos a esta pareja creativa con la serie protagonizada por Julianna Margulies, otros con su spin-off, The Good Fight; puede que algunos hayan llegado a través de la particular propuesta de BrainDead o que lo estén haciendo ahora con Evil, pero sin importar cuál sea la puerta de entrada a sus series lo que es seguro es que después de ver una sentiremos curiosidad por ver las demás porque, sin importar la temática, su receta siempre tiene unos ingredientes invariables que nos enganchan.
Crean personajes memorables
Ya sea en un bufete de abogados de Chicago, en el Capitolio de Washington o en una diócesis de Queens; da igual que sea un juez al que hay que tratar de forma especial o un demonio que aparece en sueños, las series creadas por los King siempre miman a todos los personajes que entran en escena. Y se nota. Sus protagonistas, los secundarios y aquellos creados para aparecer en solo un episodio tienen peculiaridades que los hacen inolvidables.
George visita a Kristen en sus sueños en un episodio de ‘Evil’. (Fuente: IMDB)
La originalidad de sus casos de la semana
Si aún hay gente que piensa que todas las series procedimentales son básicas, rutinarias o aburridas es porque no han visto ninguna de las creadas por Robert y Michelle King.
Ellos no reniegan de las limitaciones de la televisión en abierto sino que las usan a su favor y las incorporan a sus tramas de forma autoconsciente (esas sirenas o ruidos del exterior que tapan un “Fuck!”). Y tampoco desdeñan el formato procedimental, por el contrario, lo ven como una oportunidad de incorporar curiosidades en cada episodio con unos casos originales que cada semana consiguen sorprendernos.
La conexión de sus tramas con la actualidad
En muchísimas ocasiones nos ha llamado la atención cómo las tramas de sus episodios coinciden con los titulares que se publican en la semana en la que se estrenan. Si tenemos en cuenta los tiempos de producción (para el momento en el que se emiten los episodios, varios de ellos ya están montados y otros en postproducción o en rodaje), es realmente sorprendente la habilidad que tiene su equipo de guionistas de analizar la actualidad y anticiparse a lo que puede ser noticia semanas después.
Establecen un diálogo con la realidad social
La intención de mantenerse pegados a la actualidad no es un artificio, su interés va más allá de generar una falsa idea de inmediatez y lo que buscan (y consiguen) es dialogar con la realidad política y social del momento. Para ello muchas veces ponen el foco el foco en situaciones que son ignoradas, precisamente, por los titulares de las noticias.
Algunos ejemplos de esto los vimos en la denuncia a los sistemas de evaluación del profesorado del que se habló en The Good Fight, el lobby alimentario en los comedores infantiles que protagonizó una trama en The Good Wife o el racismo institucional por parte de la comunidad médica contra los pacientes negros que ya se ha podido ver en un episodio de Evil emitido en CBS.
Tienen un fino y necesario sentido del humor
Las series del matrimonio King saben hablar de temas muy serios, pero siempre dejan una ventana abierta para que se cuelen momentos de alivio cómico que le restan gravedad a las situaciones.
Podemos confiar en que se hará honor a ese contrato tácito firmado con el espectador usando un diálogo, una referencia a la cultura popular o una canción; con la introducción de un nuevo personaje o gracias a la dinámica preestablecida entre dos de los habituales; en cualquier caso, sabemos que cuando nos sentamos a ver un episodio de una de sus series está garantizado que nos lo vamos a pasar bien, porque nunca dejan de lado la voluntad de entretenernos.
‘Evil’ se emite los lunes, a las 22:00 h., en SYFY España. Los episodios estarán disponibles en VOD, después de su emisión, hasta el 31 de diciembre.
Crítica: ‘Evil’ arranca prometiendo algo más que dar miedo
La serie, estrenada por SYFY, presenta su historia con tensión y con humorfueradeseries.com