Jane Smart en ‘Watchmen’. (Fuente: HBO)
En 2011, los críticos de Estados Unidos empezaron a usar el término sexposition (sex + exposition) para referirse a las escenas de Juego de tronos en las que se daba información importante usando escenas de sexo y mujeres desnudas como elementos decorativos y para llamar la atención del espectador. En aquella época, que fue hace nada pero, afortunadamente, ya nos empieza a quedar lejos, HBO aún era esa cadena en la que el cuerpo desnudo de la mujer estaba filtrado únicamente por la mirada masculina y se mostraba constantemente, con excusa o sin ella, porque podían.
En los años siguientes, mientras Juego de tronos trabajaba para compensar la balanza contra las críticas sobre la cosificación femenina y la representación de la violencia sexual, series como Crazy Ex-Girlfriend marcaban hitos (aunque tuvieran que negociar con la división Standard and Practices de la televisión generalista) con el episodio To Josh, with Love, en el que se explicó qué era el clitorís, que un gran porcentaje de mujeres solo alcanza el orgasmo por estimulación clitoriana y en el que un personaje descubre que el ruido que escuchaba, cuando su mujer entraba al baño después de tener relaciones, no era el de un cepillo de dientes eléctrico.
Toni Collette en ‘Wanderlust’. (Fuente: IMDB)
Aunque estamos acostumbrados a (y aburridos de) ver mil escenas de masturbación masculina, hasta en el cine más comercial, la representación de la masturbación y el orgasmo de la mujer no había recibido el mismo tratamiento en la ficción televisiva, por eso, se convirtió en noticia la declaración de Toni Collette durante el estreno de la serie Wanderlust, en la que dijo que el de su personaje era el primer orgasmo de una mujer en una ficción de BBC. No era del todo cierto, pero tampoco había muchos ejemplos para refutar su afirmación.
En los últimos años, y en gran parte gracias a que detrás de cámaras ha habido mujeres para contarlo, el panorama se ha ido transformado y hemos visto en las series a personajes femeninos descubriendo su sexualidad, disfrutando de sus cuerpos, hablando de sus vibradores y dándose placer a sí mismas en series como Sex Education, SMILF, Queridos blancos, UnREAL, Por trece razones, Fleabag, Reign, The Bold Type, Girls, Broad City, The Girlfriend Experience, Insecure, You, The Deuce, Mr. Robot o La señora Fletcher.
Y no solo en series protagonizadas por actrices jóvenes o con temáticas relacionadas de alguna manera con el sexo, también en otras como Grace and Frankie, que dedicó el episodio Focus Group a hablar, no solo de las ventajas y beneficios de los juguetes sexuales, sino también de las particularidades que se valoran en los que están diseñados para mujeres de la edad de sus protagonistas.
‘Grace and Frankie’. (Fuente: Netflix)
Esto nos lleva a Watchmen, serie que con solo tres episodios emitidos ya está apunto de convertirse en un referente de la cultura pop, y que en el episodio de esta semana nos mostró a una mujer de sesenta y tantos que guarda en su maletín (al más puro estilo Pulp Fiction, pero sin que sea un secreto eterno para el espectador) un vibrador azul enorme y luminoso.
Lo mejor viene después, cuando la serie nos dice que Laurie Blake lleva consigo el juguete sexual solo por si le hace falta, porque tampoco va a dejar pasar la oportunidad de aprovechar un buen compañero de cama, si está disponible. Y así es como Watchmen consigue que un vibrador sea, a la vez, una excelente referencia canónica y un símbolo reivindicativo del deseo sexual de una mujer madura. Por ahora, estos vigilantes se han ganado nuestra confianza; no necesitan que los vigilemos.
Quién es Laurie Blake, el nuevo (viejo) personaje del 1×03 de ‘Watchmen’
Una nueva conexión con el cómic llega en el tercer capítulo de la seriefueradeseries.com