Cuando nos sentamos frente a la pantalla a ver una serie aceptamos sus códigos y las reglas de su universo como verosímiles, dentro de los límites del pacto que hayan establecido con nosotros, y todo lo que ocurre en ese período de tiempo que va del inicio al final de cada episodio lo codificamos como algo que realmente están viviendo los personajes.
La cuarta pared es la pantalla que divide ambos mundos, como si estuviéramos viendo sus vidas a través de los falsos espejos de las salas de interrogatorios sin que ellos lo sepan. Uno de los recursos de la narrativa de la metaficción con el que más solemos disfrutar como espectadores es la ruptura de esa pared, porque pensar que los personajes existen en nuestro universo, o nosotros en el suyo, convierte la experiencia en algo totalmente diferente.
‘Fleabag rompiendo la cuarta pared’
Pero no es la mirada del personaje a la cámara, a nosotros, el único juego de la metaficción, también lo es el autoreconocimiento de que son personajes y que les pasan cosas porque lo que dice un guión, como ocurrió en un episodio de la segunda temporada de Luz de luna, una serie que jugó con lo metanarrativo en varias ocasiones, incluido su episodio final, en el que les comunican que ha sido cancelada y se va desmontando el plató. O el episodio The French Mistake de Supernatural, con el que fueron un paso más allá, haciendo que Sam y Dean tuvieran que fingir ser los actores Jared Padalecki y Jensen Ackles que protagonizaban una serie que se llama Supernatural.
‘Moonlightning’ hace referencia a los guionistas de la serie.
La serie 30 Rock de Tina Fey es otro buen ejemplo de serie autoconsciente; no solo retrata la vida del equipo de guionistas de un programa de televisión, constantemente hacía alusiones a las decisiones de negocio de NBC, la cadena en la que se emitía, hacía bromas con el product placement o explicaban que no podían incluir canciones comerciales porque el precio por los derechos era muy alto.
‘3o Rock’ y el producto placement.
Otro ejemplo de momento meta ocurrió en Seinfeld, que dedicó una trama de la cuarta temporada a desarrollar el piloto de una serie, que era la que nosotros habíamos estado viendo, y cuyo argumento de venta, “una serie sobre nada”, se convirtió en la frase con la que se describió a partir de entonces.
El pitch de la serie de Jerry y George.
Que los personajes sean, como nosotros, fans de otras series, películas y libros, también sitúan sus universos de ficción en nuestro plano de realidad. Todos recordamos al personaje de Piper de Orange is The New Black pidiéndole a su novio que no viera Mad Men sin ella, o a Kara en Supergirl diciendo que el invierno no llegaba nunca, mientras apagaba la tele con el mando; no hacía falta más, sabíamos que estaba viendo Juego de tronos.
‘Due North’, la serie que ven los personajes de ‘Insecure’. (Fuente: HBO España)
Y no tienen que ser series que existan en la realidad, también se dialoga con las ficciones que se crean dentro del universo de ficción de los personajes, tal como hicieron Twin Peaks, Entourage, Los Simpson o The Good Wife, y como hacen ahora Insecure, BoJack Horseman o Dear White People. Verlos frente a la tele los humaniza tanto como verlos tener hambre y comer.
Porque nos gusta cuando las series se ponen meta, hoy vamos a recordar tres ejemplos recientes en los que lo fueron durante todo un episodio que se concibe como un programa con principio y final, y que existe en sus universos de ficción de la misma forma que en el nuestro.
‘GLOW’ (2×08 ‘The Good Twin’)
GLOW es el nombre de la serie y también el del programa en el que trabajan sus personajes. En The Good Twin vemos un episodio del programa de la ficción tal como lo ven en pantalla los cohabitantes del universo de las protagonistas en sus televisores, con la cabecera, los diferentes segmentos e incluso los anuncios comerciales de sus patrocinadores.
Y no es sólo un artilugio para sorprendernos, al final se nos revelan a las personas del universo GLOW que lo estaban viendo en la ficción y sirve para hacer avanzar la trama.
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Netflix estrena hoy la segunda temporada de su dramedia ambientada en el ‘wrestling’ femeninofueradeseries.com
‘Unbreakable Kimmy Schmidt’ (4×03 ‘Party Monster’)
Al final del segundo episodio de la cuarta temporada de Unbreakable Kimmy Schmidt, Titus y Kimmy están navegando por House Flix, el Netflix del universo de la serie, y cuando le dan play al true crime que les ha recomendado el Al-Gore-Rhythm se encuentran con una historia que toca a Kimmy muy de cerca.
El tercer episodio de la serie se titula Party Monster, como el documental, y lo vemos entero tal como lo están haciendo Kimmy y Titus. Como parodia del género juega de forma astuta y divertida con todas sus convenciones mientras hace crítica de muchos temas muy actuales.
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El nivel de esta primera mitad nos hace pensar que la serie se despedirá con su mejor entregafueradeseries.com
‘Atlanta’ (1×07 ‘B.A.N.’)
Atlanta es una serie que experimenta con géneros, formatos y su narrativa en todos los episodios. En el séptimo de su primera temporada, con el que Donald Glover consiguió el premio Emmy en dirección de comedia, vemos Montague, un programa de entrevistas de B.A.N (Black American Network), una cadena ficticia del universo Atlanta.
En Montague están entrevistando a Paper Boi después de que publicara un tuit polémico y su compañera de mesa es una activista de los derechos de la comunidad transexual. Vemos el episodio tal como se supone que fue emitido, con el debate, otros segmentos y los cortes de anuncios, entre los que destaca el impactante Coconut Crunch que podéis ver a continuación.
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Las dos temporadas de la serie creada por Donald Glover ya están disponibles en Españafueradeseries.com