Álex de la Iglesia capitanea ’30 monedas’. (Fuente: HBO)
“La primera serie de Almodóvar se estrenará en…” es el titular más deseado. Para el medio que lo dé en primicia y para la cadena o plataforma que logre terminar la frase. Nada hay más relevante en la ficción española que la (hipotética) primera serie de Pedro, pero justo un escaloncito por debajo estarían las de Alejandro Amenábar e Isabel Coixet, los siguientes cineastas estelares de nuestro país.
A esta última la ha conseguido fichar HBO España, anotándose un buen punto para su estrategia de series originales. Su Foodie Love no tiene una premisa high concept (ni la necesita): contará la historia de una pareja que se conoce en una app de ligue y, a lo largo de varios episodios y muchas citas gastronómicas, tendrán que ver si se gustan lo suficiente o no. Lo importante no es que el argumento sea original o no, sino qué va a hacer con eso Isabel Coixet. O cómo va a hacerlo bajo el sello de HBO. “Cuando me preguntan de qué va, digo: Es como Juego de tronos pero a Daenerys le salen muy bien las croquetas”, bromeaba la directora de La librería en su cuenta de Instagram.
Decía en una presentación Miguel Salvat, responsable de las ficciones españolas del canal, que ellos lo que buscan es la excelencia. La marca HBO ha sido durante años eso y replicarlo fuera de Estados Unidos no es tarea sencilla. No porque aquí no se hagan buenas series, sino porque el listón está muy alto y las primeras series que salgan de España con el sello HBO serán miradas con lupa. Decía también Salvat que, por favor, no les comparemos con la competencia. Pide un imposible: la primera hornada de HBO España se comparará irremediablemente con la de Movistar+.
Al igual que la división televisiva de Telefónica, HBO España ha dado un golpe en la mesa a base de grandes nombres. El primero no fue un cineasta, sino uno de los best-seller más notorios de los últimos años: Patria. Ese título de seis letras no necesita nada más para venderse. Ni director (se rumoreó, por cierto, Amenábar, aunque no llegó a buen puerto), ni estrellas, ni guionista. No digo que no sean importantes, por supuesto, que no existe serie sin talento creativo. Digo que no hacen falta nombres de relumbrón para venderla. Ya está vendida. Ya la quieres ver. El showrunner, Aitor Gabilondo (El Príncipe), para lo que hace falta es para otra cosa: para que cuando veamos la serie digamos que sí, que mereció la pena, que esto es HBO (y no TV).
El otro proyecto en marcha tira también de un nombre consolidadísimo: Álex de la Iglesia, que propone una serie de terror bajo el nombre de 30 monedas. Otra ecuación que despierta el interés instantáneo del espectador que consumió en su día series como Carnivàle, Oz o Los Soprano, porque suena a lo más cercano que podemos ofrecer desde España. Sobre el papel, insisto.
Tirar de talonario es sencillo (si tu talonario tiene muchos ceros), pero la ejecución es harina de otro costal; esa será la prueba de fuego de HBO España. Demostrar que no solo puede contratar con excelencia, sino también producir con excelencia. No olvidemos que Plutón BRB Nero, de Álex de la Iglesia, pintaba muy bien y luego… Bueno, digamos que no es la serie española más recordada.
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