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Qué hay de cierto en las historias y personajes de ‘Hollywood’

Laura Harrier y Darren Criss en ‘Hollywood’. (Fuente: Netflix)

La serie Hollywood, estrenada la pasada semana en Netflix, propone una revisión de la historia de la Meca del cine en sus años dorados. La trama central que cuenta es, por tanto, inventada, aunque muchos de los personajes, películas o referencias que aparecen son reales o tienen alguna base en la realidad. Repasamos algunos de ellos.

Peg Entwistle existió

Por supuesto, empezamos por Peg Entwistle, cuya historia quiere contar el guionista Archie Coleman (Jeremy Pope) en la película Peg, que finalmente será Meg. Fue una actriz británica que tuvo bastante éxito en Broadway en los años 20 y 30 del siglo pasado, pero cuando se mudó a Los Angeles para dar el salto al cine no se hizo hueco. Consiguió un papel en la película Trece Mujeres, que fue reducido al mínimo en el montaje final porque se intuía un subtexto lésbico, calificado como inapropiado en aquella época.

La noticia fue devastadora para Peg, que tuvo problemas con el alcohol y depresión antes de arrojarse al vacío desde la letra H del cartel de Hollywood (que por aquel entonces era Hollywoodland). Su cuerpo sin vida fue encontrado al día siguiente por alguien que hacía deporte por la colina. En su bolso se encontró una nota de suicidio que decía: “Estoy asustada, soy una cobarde. Lo siento por todo. Si hubiese hecho esto hace tiempo, habría ahorrado mucho dolor. P.E.”.

La gasolinera del amor

(Fuente: Netflix)

El papel de Ernie (Dylan McDermott) y su gasolinera de chaperos se basan en un personaje real, Scotty Bowers, y lo que contó en sus memorias (que algunos tachan de falaces y fantasiosas). Tenga o no credibilidad, esa es la inspiración de Ryan Murphy para establecer un punto de encuentro entre unos marginados que sueñan con el éxito en Hollywood y la gente poderosa de la ciudad.

Según la historia contada por su protagonista, Bowers se mudó a Los Angeles al volver de la guerra (como hace Jack Castello, el personaje de David Corenswet) y comenzó a trabajar en una gasolinera en Hollywood Boulevar. Un día, el actor Walter Pidgeon le preguntó qué hacía después de trabajar y ahí comenzó su carrera como chapero y chulo. Tejería una red de prostitución con clientes como Cary Grant, Katharine Hepburn o Bette Davis, además de organizar orgías.

Ace Studios es ficticio, pero…

El estudio de cine en el que se sitúa la acción, Ace Studios, no existió, aunque está hecho a imagen y semejanza de los que controlaban Hollywood en aquella época y, de hecho, la fachada del edificio, así como muchos interiores, son similares a los de Paramount Pictures. Tampoco existieron muchos de los personajes que vemos en Hollywood dentro del estudio como Jack Castello, Archie Coleman o Camille Washington.

Sin embargo, se intuye cierta inspiración en figuras reales; por ejemplo, es posible que Ryan Murphy haya puesto mucho de sí mismo y de su relación con la ejecutiva de Fox Dana Walden, íntima amiga suya, en la pareja laboral que forman Dick Samuels y Avis Amberg. Otra curiosidad sobre Avis es que se alza como la primera mujer en llevar las riendas de un estudio, algo que no pasó hasta 1980 cuando Sherry Lansing fue nombrada presidenta de 20th Century Fox Productions.

Darren Criss es mitad filipino

A través del personaje de Raymond Ainsley se cuenta cómo la discriminación racial no afecta a todos por igual, ya que el director, aun siendo mitad filipino, pasa fácilmente por blanco y eso le coloca en una situación de privilegio. La trama podría estar inspirada en la propia situación de Darren Criss, que también es mitad filipino. De hecho, cuando interpretó a Andrew Cunanan se le acusó de white-washing puesto que el asesino de Versace tenía raíces asiáticas; lo que los detractores no sabían era que Criss no es exactamente blanco aunque lo parezca.

Anna May Wong, una actriz poco reconocida

La historia de la actriz Anna May Wong (a quien encarna Michelle Krusiec) también es real: tras hacer una estupenda prueba para The Good Earth, no recibió el papel protagonista a pesar de tener sangre china como ella. En su lugar se le dio a Luise Rainer, quien ganó el Oscar por aquel film. May Wong fue la primera estrella de Hollywood de ascendencia china, pero no encontró su sitio y acabó retirándose del cine, dedicándose a la televisión y la política. Lo triste es que, cuando estaba preparando su regreso a la gran pantalla con la película Flower Dram Song, falleció a los 56 años.

Camille Washington y Hattie McDaniel

(Fuente: Netflix)

La aspirante actriz que se convierte en la protagonista de Meg, Camille Washington (interpretada por Laura Harrier), es un personaje ficticio, pero tiene una ligera inspiración en la lucha que vivieron Lena Horne y Dorothy Dandridge, actrices de gran talento que por su raza no llegaron a la posición que tenían otras compañeras blancas. Dandridge fue la primera mujer negra en ser nominada a Mejor Actriz en los Oscar, pero no ganó el premio.

Su historia tiene mucho que ver con la de Hattie McDaniel, quien también aparece en la serie. Su trabajo dando vida a la mítica Mammy de Lo que el viento se llevó la convirtió en la primera mujer negra en ganar el Oscar (en la categoría de secundaria), pero su carrera no cambió gracias a ello y siguieron ofreciéndole solo papeles de criada.

Por otro lado, lo que se cuenta de que no la dejaron pasar a la gala de los Oscar cuando estuvo nominada está basado en la realidad, aunque no fue exactamente así. Hattie McDaniel se encontró un problema similar en el hotel donde se celebraba el evento, pero por insistencia del productor David O. Selznick sí logró pasar, aunque tuvo que quedarse en una mesa en la parte de atrás, en lugar de en primera línea con sus compañeros y el resto de nominados.

El infame cazatalentos

El desagradable personaje de Jim Parsons es otro de los protagonistas de Hollywood sacados de la realidad. Fue un agente de talentos, homosexual en el armario, que reclutaba a chicos guapos y masculinos para convertirlos en el prototipo de estrella rompecorazones del celuloide. Y, como vemos en la serie, utilizaba su posición de poder para aprovecharse sexualmente de los aspirantes a actores (al estilo de Harvey Weinstein). Uno de ellos era, por supuesto, Rock Hudson.

La dura historia de Rock Hudson

En Hollywood conocemos a Roy Fitzgerald (Roy Scherer en la realidad), quien llega a la ciudad queriendo ser actor, para lo cual cambia su nombre por Rock Hudson, y finalmente encuentra el amor en los brazos de Archie. Lo cierto es que Rock Hudson era homosexual, pero vivió sus romances en secreto, mientras aparecía en la gran pantalla como uno de los galanes más apreciados de los años 50 y 60.

Para tapar la verdad, vivía de cara a la prensa romances con actrices del momento como Marilyn Monroe, Judy Garland o Elizabeth Taylor, e incluso tuvo un breve matrimonio con Phyllis Gates, la secretaria de Henry Wilson (que aparece brevemente en la serie). Hudson tuvo varias parejas hombres con los que mantuvo relación de puertas para dentro en su mansión de Beverly Hills llamada El Castillo. No fue hasta los años ochenta cuando se hizo pública su homosexualidad, a raíz de enfermar de sida. El actor se convirtió en un icono para la aceptación social de la enfermedad.

También es real su “torpeza” ante la cámara, al menos al comienzo de su carrera: se dice que necesitó 38 tomas para hacer una escena en su primera película, en la que solo tenía una línea de diálogo.

Eleanor Roosevelt y el cine

(Fuente: Netflix)

Una de las personas que instan a Avis a ser valiente y producir Meg es Eleanor Roosevelt (interpretada por Harriet Sansom Harris). No es casual: la exprimera dama, escritora y activista escribió sobre la importancia del cine como base de la cultura. “La industria del cine es una gran industria, con infinitas posibilidades para lo bueno y lo malo. Su objetivo principal es entretener a la gente y, por otro lado, puede hacer muchas otras cosas. Puede popularizar ciertos ideales, puede hacer que la educación sea agradable al paladar”, escribió.

La película racista de Disney

Uno de los dardos que se lanza a la competencia (no olvidemos que Disney es ahora el gran rival de Netflix en el campo del streaming) es a cuenta de la película Canción del Sur, descrita en la serie como “una película donde los esclavos son tan felices que no quieren abandonar las plantaciones de algodón”.

La cinta de 1946, que mezclaba animación y acción real, suponía el sueño del mismísimo Walt Disney de llevar al Tío Remus de la literatura a la pantalla. Sin embargo, se trata de una película que no solo ahora es vista como racista (tanto que está descatalogada y no hay ni rastro de ella en Disney+) sino que ya por aquel entonces se percibió como problemática.

‘Over the rainbow’ pudo no existir

En un momento de la serie, el montador de la película Meg menciona una anécdota real: El mago de Oz estuvo a punto de quedarse sin la icónica escena en la que Judy Garland canta la canción Over the rainbow porque algún productor visionario lo quiso. Decían que era una canción demasiado triste para una película de niños o que poner a la protagonista a cantar en el granero no tenía glamour. El tiempo les quitó la razón.

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