Liv Moore, la protagonista de ‘iZombie’.
Al hablar de series de zombis (o con zombis), nuestro primero pensamiento suele ser siempre The Walking Dead o títulos del mismo estilo, como su serie hermana, Fear the Walking Dead, o esa locura que es Z Nation. Pero hay otro tipo de series de zombis, uno en el que éstos no son monstruos contra los que los protagonistas humanos deben luchar, sino los protagonistas de la historia.
BBC3 tuvo hace algún tiempo In the flesh, y Netflix se animó recientemente con esa peculiaridad llamada Santa Clarita Diet, pero la serie más destacada en este subgénero puede ser iZombie. Y quizás también sea una de las que pasa más desapercibidas.
Esta vez, se dio la circunstancia de que el estreno en The CW de su tercera temporada se produjo dos días después de que The Walking Dead terminara la séptima, por lo que ha habido algo más de ruido del habitual alrededor de la serie. Y como AXN acaba de estrenarla en España, es momento de hablar un poco de las desventuras de Liv Moore.
Qué es ‘iZombie’
iZombie empezó su vida, como quien dice, como cómic. El guionista Chris Roberson y el dibujante Mike Allred lo publicaron en Vertigo, subsidiaria de DC, entre 2010 y 2012 y su protagonista era Gwen Dylan, una joven zombi que trabaja como enterradora y tiene, como únicos amigos, a una fantasma y a un hombre-terrier. Para no acabar convertida en una decrépita muerta viviente, Gwen desentierra por las noches los cadáveres que ha enterrado por las mañanas y se come sus cerebros, con el efecto secundario de que, por un tiempo, adquiere los recuerdos de esas personas.
El cómic apuesta más por el tono sobrenatural. Al fin y al cabo, y sólo en el primer tomo, hay un grupo de vampiresas que atemorizan a la ciudad y un hombre invisible que tiene unos planes que, por supuesto, no son en absoluto benévolos. Todo está contado con el sentido del humor de alguien que está desconectada de la vida, aunque técnicamente no esté fuera de ella del todo.
Para la adaptación a televisión, The CW confió en Rob Thomas y Diane Ruggiero-Wright. que ya habían colaborado antes en Veronica Mars, y que rescataron algunas de los rasgos característicos de aquella serie para su versión de iZombie. Porque aunque los títulos de crédito tengan ilustraciones del propio Mike Allred, la serie no sigue los caminos del cómic, sino que va por otro lado.
Gwen se llama ahora Liv Moore (Rose McIver), y es una estudiante de Medicina que, por culpa de una descontrolada fiesta, termina convertida en zombi. También necesita cerebros para mantenerse como un ser funcional, así que empieza a trabajar en la morgue. Los efectos secundarios de dichos cerebros (que incluyen adquirir algunas habilidades y rasgos de la personalidad de los fallecidos) le permiten asistir en la investigación de los asesinatos de esas personas. Su jefe en el depósito sabe que es una zombi, pero para mantener el secreto, le cuentan al detective con el que trabajan que Liv es vidente.
Y ya tenemos el punto de partida para lo que podría ser un procedimental con no muertos, pero que va más allá. Quienes vieran Veronica Mars en su momento saben que esa fórmula sólo es eso, una fórmula, una excusa para ir armando capítulos, pero la gracia de la serie está en otro sitio.
Tres razones para verla
iZombie es uno de los títulos más entretenidos y divertidos de la parrilla actual. También es uno que sabe que no hay posibilidad de enganche para los espectadores si no hay unos personajes interesantes, por lo menos, y nunca menosprecia la inteligencia de su público.
Los superhéroes de The CW acaban llevándose siempre toda la atención, pero las andanzas de Liv Moore merecen una oportunidad por estas tres razones.
Liv y Ravi
El dúo principal de la serie es el que forman Liv y su jefe, Ravi Chakrabarti (Rahul Kohli). En la tercera temporada también va a figurar más prominentemente el detective Babineaux, pero son los dos forenses los que proporcionan la mayor diversión en la serie. Especialmente, porque a Ravi le resulta fascinante que Liv sea una zombi, y todavía más que se prepare los cerebros con unas recetas que merecen su propio libro de cocina.
Aparte, Ravi está buscando una manera de “curar” el estado de Liv y es quien primero sufre los daños colaterales de los sesos que ella se haya comido esa semana. Y es la principal fuente de chistes y referencias pop.
Los villanos
En iZombie hay siempre una trama de fondo que recorre toda la temporada. En la primera era la actividad de Blaine deBeers (David Anders), un zombi que, quizás, sabe algo sobre cómo Liv acabó no muerta y que dirige un negocio que proporciona cerebros a los otros zombis de Seattle.
Porque sí, hay otros muertos vivientes como Liv en la ciudad, y la exploración de quiénes son, y qué pretenden, va desplegándose a lo largo de toda la serie, hasta el punto de que va a centrar, al parecer, la tercera entrega. Blaine es un poco el Spike de iZombie, el malote ocurrente que puede que no sea tan fiero como lo pintaban.
El sentido del humor
En iZombie predomina siempre el mantra de que todo puede ser divertido. Liv utiliza la ironía y el sarcasmo como una manera de ayudarla a encajar en el nuevo mundo que se ha abierto ante ella, pero no es la única que tiene siempre listo un one liner o una referencia pop chistosa.
Y las bromas no se entrometen en momentos emocionales que suelen estar muy bien construidos y en unas relaciones entre todos los personajes que se profundizan y se vuelven todavía más entretenidas con el correr de los episodios. Aunque lo que esté en juego sea muy importante, iZombie no pretende ofrecer una explicación a qué nos hace humanos o cargar a sus protagonistas con el peso de la supervivencia a toda costa.
La serie aprovecha su punto de partida y busca todo el entretenimiento posible en él. Y también juega todo lo que puede con las convenciones más habituales del género de zombis. Las ganas de vivir de Liv (que están en ya en su propio nombre, Liv Moore) son lo más representativo de iZombie.
La tercera temporada de ‘iZombie’ se emite los lunes, a las 22:30, en AXN.