¿Que Danny no tiene derecho al trono? Te digo yo a ti que sí. (Fuente: HBO)
La batalla sigue haciéndose esperar -ansiosos, tranquilizaos que viene en el próximo capítulo-, pero mientras tanto Juego de tronos no pierde el pulso y nos regala con el episodio 8×02 un montón de encuentros emocionantes, redenciones, cambios de bando y heridas del pasado. Recopilamos lo más destacado.
El perdón a Jaime
Que Jaime Lannister pasase de un bando a otro en dos capítulos era una carambola difícil de encajar, pero el episodio consiguió hacerlo de una forma sólida. Lo interesante de esta escena es que tanto Daenerys como Sansa, quienes toman la decisión, tienen una visión muy diferente de Jaime a la que tiene el espectador: una lo ve como el hombre que mató a su padre, el Matarreyes, y otra como el que conspiró contra el suyo.
“Me tuve que recordar a mí mismo que no todos los personajes de Juego de tronos ven Juego de tronos. Lo que saben de los otros es a través de sus propias experiencias”, dice el guionista Bryan Cogman, “Lo divertido del discurso de Brienne es que ella es la única que ha sido testigo de los cambios por los que ha pasado Jaime”. En efecto, Brienne era la clave.
La frase de Bran para devanarnos los sesos
Quien no se levantase a aplaudir cuando Bran (shady bitch) le suelta a traición ese “Las cosas que hago por amor” a Jaime, es que no tiene sangre en las venas. Sin embargo, hay otro intercambio dialéctico entre ellos que me produce más curiosidad: cuando Bran confirma a Jaime que no va a delatarle porque le parece más útil tenerle luchando contra el norte, Jaime le pregunta qué pasará después. Bran le dice que cómo sabe que habrá un después. ¿Qué significa? ¿Sabe el Cuervo de Tres Ojos que están abocados al fracaso? ¿es una premonición de que no habrá un después para Jaime tras la batalla?
El Perro y Brienne pudieron ser colegas
Uno de los muchos encuentros memorables del episodio 8×02 es el que tienen Arya y El Perro en la muralla. Ella se sorprende de que él luche por algo más que por sí mismo y este responde que una vez luchó por ella. Lo cierto tras estas palabras es que Brienne y El Perro no tuvieron por qué darse de palos en la temporada 4, pudo ser todo más amistoso: “En aquella escena, él pensaba en su cabeza que la estaba protegiendo. Creía que Brienne iba a hacerle daño. La tragedia de esa escena fue que si hubiesen sabido las intenciones del otro habrían sabido que podían trabajar juntos”, comenta Cogman.
La cara que se te queda cuando te has dado de hostias por nada.
La escena de sexo
Sophie Turner (Sansa) leyó la escena y llamó corriendo a su amiga Maisie Williams (Arya), quien todavía iba por la mitad del primer episodio. Le dijo que corriese a leer “esa escena, esa página”. Se refería, por supuesto, a la escena de sexo entre Arya y Gendry, que Maisie en principio pensó que era una broma de los guionistas. No lo era. La escena sirve para confirmar lo que hemos ido viendo: Arya dejó a Nadie en Essos y es más Arya Stark que nunca. No es una asesina desconectada de su familia ni tampoco de los sentimientos más carnales. Los productores de la serie le dijeron a la actriz que podía elegir enseñar más o menos carne y ella decidió mostrar poco porque no lo veía necesario y porque muchos ya lo habían hecho en la serie.
El recuerdo de Shireen
Cuando Davos y Gilly atienden a los refugiados en Invernalia, aparece una niña con la cara quemada. A todos nos viene a la mente Shireen, tanto a los espectadores como al propio Davos que queda emocionalmente tocado por el recuerdo. “Este es un ejemplo de lo brillantes que son los showrunners David Benioff y Dan Weiss”, dice Bryan Cogman.
“Escribí una escena en la que Davos y Gilly abordan el tema de saber leer y de cómo Shireen les enseñó a ambos. Fue la inspiración correcta, pero parecía artificial. Con las notas de los showrunners, evolucionó a esto, una escena sobre Shireen en la que ninguno de ellos es consciente del impacto que tuvo el personaje en el otro. Fue una manera bonita de ver todos estos hilos que conectan a los personajes, los cuales muchos de ellos no conocen, pero que los espectadores tienen el privilegio saber”.
¿Jon merece ahora más el trono que Daenerys?
El último giro del episodio es que, por fin, Jon le ha contado a Daenerys quién es y ella se ha dado cuenta de que se ha estado acostando con un señor que, caprichos del destino, se ha interpuesto entre ella y el Trono. Su objetivo durante estas ocho temporadas, como ella misma le recuerda a Sansa. ¿Debe ahora hacerse a un lado porque Jon es un hombre y, por tanto, heredero legítimo sobre una mujer?
Fuck ley sálica. No. Ya vinieron la temporada pasada los niños rata a decirnos que había un primo segundo o un tío tercero con apellido Baratheon que tenía más derecho al trono que Cersei Lannister y ella se lo pasó por el arco del triunfo. Desde que Robert hiciese su rebelión, los Targaryen no son los legítimos herederos al trono si nos ponemos técnicos. Daenerys tiene dragones y ejércitos y Jon solo una paloma encima que no se puede aguantar. ¿Que él está por delante en la línea sucesoria? Ok. Ella quiere ser reina y se lo ha ganado. Él ni lo uno ni lo otro.
En palabras de Emilia Clark, el tema de ser que Daenerys sea tía de Jon es lo de menos: “El hecho de que estén emparentados, para ella, es muy normal. Ella se podría haber casado fácilmente con su hermano. No es un problema. Para Jon sí es un problema, pero olvidémosnos de eso. El asunto importante es que ahora están optando al mismo puesto y ella lleva trabajando por eso durante toda su existencia”. En efecto, Aegon el Conquistador y sus hermanas Visenya y Rhaenys tenían rollo, así que para Danny lo del incesto es, literalmente, tradición familiar.
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Desde luego, es sospechoso que la fuente de una información tan importante sean tu mejor amigo y tu hermano…
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