(Fuente: Eike Schroter/Netflix)
Dentro de la parrilla de series juveniles que Netflix ha ido estrenando en los últimos años faltaba un género que ha alumbrado algunos fenómenos como High School Musical o las series argentinas de Disney Channel: el musical. Precisamente uno de los artífices de aquel éxito, Kenny Ortega, está detrás de Julie and the Phantoms, la propuesta de la plataforma para atraer a ese público más joven.
La serie, que es un remake de un original brasileño, sigue a una adolescente de 15 años que ha perdido el impulso y las ganas por la música tras la muerte de su madre. Un día libera accidentalmente a los fantasmas de tres chicos que tenían un grupo, y mientras ellos la ayudarán a ella a recuperar su confianza y subirse al escenario, ella descubrirá que los tres necesitan resolver algunos asuntos antes de poder irse definitivamente al más allá.
Las canciones que suenan en la serie son composiciones originales de varios autores diferentes. Wake up, que es una de las más relevantes, es obra de Anne Preven, que tiene entre su catálogo de canciones escritas para otros Torn, el éxito que lanzó a Natalie Imbruglia, coescrito con otros dos autores. Ha colaborado con Madonna, Katy Perry, Miley Cyrus o Demi Lovato.
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