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La gran mentira de ‘Big Little Lies’

(Fuente: HBO)

Tenía que haber sospechado que algo no fue como debía en la producción de la segunda temporada de Big Little Lies cuando Andrea Arnold, la directora contratada para tomar el relevo de Jean-Marc Vallée, no apareció en ninguna foto o entrevista promocional.

Tenía que haberlo sospechado cuando en los títulos de la cabecera aparecieron 11 editores acreditados, entre ellos, Jean Marc-Vallée, su hijo Émile y otros miembros de su equipo de montaje en Big Little Lies y Heridas abiertas.

Tenía que haberlo sospechado cuando vi el primer episodio y el estilo de dirección de Arnold parecía haberse fundido con el de la temporada anterior. Pero lo que dije fue que la directora se había adaptado a su predecesor, que la serie parecía la misma de 2017.

Y eso me pareció bien.

Ahora que Indiewire ha publicado el reportaje en el que se revela que David E. Kelly y Jean-Marc Vallé hicieron rodaje adicional en febrero de este año y que reeditaron el trabajo de Arnold, mutilando algunas escenas, entiendo (en retrospectiva) todo lo que iba mal en esta temporada: por qué algunos cortes parecían tan bruscos, por qué el montaje era confuso, por qué algunos episodios eran más cortos, por qué se hacía un uso tan repetitivo de imágenes de la primera temporada; por qué Big Little Lies se había convertido en un meme constante.

Me distraje con los excesos del personaje de Renata, reducido a una máquina de generar gifs, y con lo dañina (Abuela de dragones™) que era la Mary Louise de Meryl Streep y no hice mi trabajo crítico, porque tenía que haberme llamado la atención que Big Little Lies hubiese contratado a una directora como Andrea Arnold solo para que replicara el estilo de otra persona.

Si desde un principio querían que la serie calcara el estilo de la primera temporada, no deberían haber contratado a una autora que, entre otros reconocimientos, tiene tres nominaciones a la Palma de Oro y tres Premios del jurado en el Festival de Cannes. Si la contratas es porque conoces su trabajo, lo respetas y lo quieres en tu producción, pero si lo que querían era a Vallée, bien podían haber esperado a que terminara la producción de Heridas abiertas.

‘American Honey’, película de Andrea Arnold ganadora de la Palma de Oro en 2016. (Fuente: IMDB)

La sensación que queda es que HBO contrató a una directora solo como fachada, para ponerse la medalla de tener a una mujer detrás de cámaras en esta historia protagonizada por mujeres, que está basada en el libro de una novelista y producida por dos estrellas como son Nicole Kidman y Reese Whiterspoon.

Y es frustrante, porque esto echa tierra sobre este proyecto levantado por Kidman y Whiterspoon, uno en el que HBO no pareció tener mucha fe en un principio y cuyo éxito les llegó por sorpresa. Es inevitable preguntarse si ellas sabían lo que estaba ocurriendo con Arnold (y lo aprobaron) o si Kelley y Vallée, que también tienen créditos de productores ejecutivos, lo hicieron a sus espaldas. Ninguna de las dos opciones es buena.

Lo que han hecho con Andrea Arnold es una falta de respeto insultante, pero cuando vimos que esta segunda temporada se parecía tanto a la primera, teníamos que haber sospechado que había pasado algo, porque Marti Noxon ya nos había dicho que trabajar con Vallée en Heridas abiertas fue un proceso “difícil” porque ignoraba el guion y hacía lo que quería. Aquello también nos pareció bien.

Él mismo dijo que fue duro en un principio porque Noxon estaba acostumbrada a su mundo: “Yo ni siquiera sabía lo que era un showrunner, David E. Kelley no se comportaba como tal. En ese momento me di cuenta de que yo era el showrunner de Big Little Lies, estoy acostumbrado a hacerlo así en el cine”. David, no eres un showrunner, querido, como diría Álvaro Onieva. Por eso llamó a Vallée, porque no sabía lo que estaba haciendo. Vamos, no estaba haciendo nada. Otro señor blanco mediocre en posición de mando. La vida.

“No habría segunda temporada sin Andrea Arnold”, dijo HBO en su comunicado oficial después de este escándalo tan vergonzoso. “Como todo proyecto televisivo, es un trabajo colaborativo y creemos que el producto final habla por sí mismo”. Sí, HBO, el producto final es elocuente. Has hecho bien en dejar claro que no era tuyo, Andrea.

(Fuente: theimagedirect.com)

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