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‘La huella del crimen’ es el verdadero “true crime” de España

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Sancho Gracia, en ‘Jarabo’, uno de sus episodios más conocidos. (Fuente: TVE)

La historia de un país es también la historia de sus crímenes. Ése era el lema de La huella del crimen, una serie que TVE emitió, en tres etapas diferentes, en 1985, 1991 y 2009. Cada uno de sus episodios contaba un asesinato famoso de la historia de España del siglo XX (con la excepción de El crimen de la calle Fuencarral, que había transcurrido en 1888) y, a través de él, radiografiaba cómo era la sociedad del país en aquel entonces: el peso de los caciques en el mundo rural, el servilismo de las clases pudientes del franquismo, los tabúes sociales, la actuación de una policía que prefería culpables rápidos con alta probabilidad de ser inocentes que buscar a los responsables de verdad…

La huella del crimen es el mejor true crime que se ha hecho en la televisión española. El estreno de El caso Alcàsser en Netflix ha llevado a que surgieran algunas voces que se preguntaban por qué no se hacían más docuseries de crímenes en nuestro país, pero lo cierto es que la serie de TVE ya había cumplido esa labor treinta años antes. Dos de los que se contaron en su última temporada, por ejemplo, eran tan mediáticos como el asesinato de los Marqueses de Urquijo o el secuestro de Anabel Segura.

El principal impulsor de la serie era Pedro Costa, director y productor catalán que había trabajado bastantes años como periodista en el semanario de sucesos El Caso. Fundado en 1952, el periódico contó todos los crímenes más sensacionalistas que el franquismo prefería ignorar, destapando el lado más siniestro de familias con dinero y bien posicionadas o enseñando hasta dónde podía llegar alguien por salir motivado por la pobreza y la ignorancia.

Ese afán de montar una crónica histórica y social a través de los asesinatos más conocidos es lo que movió La huella del crimen. Y para ello, Costa reunió a un grupo de actores y cineastas que también eran muy conocidos.

Carmen Maura, en ‘El crimen de la calle Fuencarral’. (Fuente: TVE)

Juan Antonio Bardem dirigió, por ejemplo, el primer episodio, Jarabo, con Sancho Gracia rompiendo su imagen de héroe y galán interpretando a un estafador de buena familia que asesinó a cuatro personas en cuatro días en 1958. Tras él, Ricardo Franco, Vicente Aranda, Imanol Uribe o el propio Costa se encargaron de unos cuantos de los siguientes capítulos, que tenían delante de las cámaras a actores como Fernando Guillén, Carmen Maura, Juan Echanove, Terele Pávez, Juanjo Puigcorbé, Silvia Tortosa o Victoria Abril entre muchos otros. Incluso uno de sus episodios, que contaba un triángulo amoroso en el Madrid de la posguerra, acabó siendo un largometraje, Amantes, que se llevó el Goya a la mejor película en 1991.

Ninguno de los episodios se regodeaba en los aspectos más morbosos de los casos, pero exponía claramente las tensiones sociales subyacentes en muchos de ellos. En El crimen de la calle Fuencarral o El crimen de las estanqueras de Sevilla, por ejemplo, se refleja cómo policías y jueces se quedan con los sospechosos más pobres y humildes, sin mirar más allá, y en El crimen de Don Benito, lo que se pone de manifiesto es la impunidad con la que actuaban los caciques del pueblo, capaces de matar a una madre y a su hija de una manera salvaje, que todo el mundo supiera que han sido ellos y que nadie moviera un dedo por detenerlos y procesarlos.

Como los true crime más conocidos, la serie contó casos muy mediáticos (el de la calle Fuencarral generó un revuelo enorme en la prensa cuando se acusó a la criada de una marquesa de haberla apuñalado y quemado) o muy impactantes, como el del cadáver encontrado descuartizado dentro de una caja de madera en la estación de Atocha (Madrid) en 1929 (El caso del cadáver descuartizado). También tocó otros que ya habían servido de inspiración a cineastas anteriores, como Luis García Berlanga en El verdugo con las envenenadas de Valencia, que también fue el último ajusticiamiento por garrote vil de una mujer.

TVE tiene disponibles todos los episodios de La huella del crimen a través de su servicio A la carta en su web (algunos están también en YouTube) y son un visionado muy interesante por ver cómo se contaban esos casos de una manera que iba más allá de una mera reconstrucción ficcionada del crimen.

Podcast: Gran Angular — True Crime made in Spain (ep.56)
C.J. Navas, Maria Santonja y Maritxu Olazabal analizan las razones tras el reciente auge de este género en Españafueradeseries.com

marina

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