El destino de uno de los estrenos estivales de Netflix ya se ha aclarado. La monja guerrera tendrá segunda temporada, con lo que se podrá continuar el giro que cerró su primera entrega y que dejó a no pocos fans algo descolocados. La plataforma anunció la renovación por Twitter con un vídeo en el que el showrunner, Simon Barry, se lo contaba a las cinco actrices principales de la serie, incluida la protagonista, Alba Baptista.
La monja guerrera adapta un cómic de Ben Dunn sobre una orden ancestral de, efectivamente, monjas guerreras que se dedican a luchar contra el Mal. Su líder es la hermana Shannon, que en la serie deja paso a una adolescente huérfana que despierta una noche en los sótanos de una iglesia, con una extraña pieza de metal implantada en su espalda que la resucita y que le otorga determinados poderes.
La primera temporada no acabó siendo la locura que hacía presagiar su tráiler, sino que se tomaba su tiempo en desarrollar las relaciones entre Ava y el resto de monjas, en construir a su protagonista como la heroína imperfecta que necesitan y en urdir una trama serializada de fondo cuyas ramificaciones llegan mucho más lejos de lo que los personajes suponían. Y los episodios se rodaron en la provincia de Málaga.
Crítica: A ‘La monja guerrera’ le faltan sopapos y le sobra intensidad
La serie de Netflix plantea tramas alocadas para acabar siendo más bien conservadorafueradeseries.com