Toni Acosta, Nuria Herrero, Malena Alterio y Mamen García son las ‘Señoras del (h)AMPA’. (Fuente: Telecinco)
Semana gloriosa para la ficción española fuera de nuestras fronteras. Días después de que Álvaro Carmona recogiese premio en el festival francés Series Mania por su Gente hablando (Flooxer), las series Déjate llevar (Movistar+), Brigada Costa del Sol y Señoras del (h)AMPA (Telecinco) hacían ruido en Cannes.
La ciudad de la Costa Azul ha sido el lugar elegido para presentar estas tres ficciones a Europa y al mundo. Allí tiene lugar el MIPTV, uno de los mercados de compra y venta de derechos televisivos más potentes y que, de cara a periodistas y espectadores, sirve de termómetro para ver qué interés despiertan ciertos productos.
Movistar+ llevaba la serie de Leticia Dolera en lo que parece una estrategia curiosa: como aquí cada paso que da se convierte en ruido mediático a cuenta del polémico despido de Aina Clotet, antes de enseñárnosla a la prensa española han buscado el reconocimiento fuera. Esa será, muy posiblemente, la carta con la que quieran vendérnosla: “la serie aplaudida en Cannes”. Y sí, la ovación se la llevó, aunque las críticas fueron dispares.
De nuestro país solo tenemos la de Beatriz Martínez en Fotogramas, a quien le gustó bastante (“Leticia Dolera da la cara, se atreve con asuntos muy delicados y lo hace con una elegancia cómica inaudita”), y a J.A. Bayona que también estaba por allí (“Sorprendente y valiente, resulta imposible no echar unas lagrimitas en su emocionante final”), mientras que el periodista francés Jean-Maxime Renault de Allo Cine le daba solo un 6,5 sobre diez (“Divertido y burbujeante, pero todo menos revolucionario”). Habrá que esperar para ver si se confirma o no que, más allá de controversias tras las cámaras, Déjate llevar es una buena serie o no.
Por su parte, Telecinco presentaba en Cannes dos de sus próximas ficciones dentro del MIPDrama Buyers Summit, una selección de diez títulos que se hace en este mercado para mostrar a posibles compradores las ficciones más novedosas y atractivas del año. La primera era Brigada Costa del Sol, que coproduce junto a Netflix, y la otra Señoras del (h)AMPA, la cual finalmente ganó, entre esas diez presentadas, el Premio MIPDrama Buyers Coup de Coeur después de que 450 profesionales de la industria viesen los 15 primeros minutos de cada una.
Pero sí hay un cambio: años atrás, el producto español tenía dos ventas posibles: la lata (esto es, la emisión del producto acabado) llegaba hasta mercados menores que el nuestro -como Europa del Este, Balcanes, Caribe, países nórdicos-, mientras que los derechos de adaptación sí traspasaban más fronteras, aunque desde el año de Pulseras rojas y Los misterios de Laura no hemos visto demasiadas versiones de nuestros productos en los países que lideran el mercado (es decir, EEUU y Reino Unido). Ahora las series españolas no son solo relleno de parrilla para canales menores y países cuyas cadenas apenas tienen presupuesto para producir sus propias series.
Los mercados internacionales están empezando a ver a las series españolas como contenido de primer nivel. Lo sabe Netflix, que trata Élite y La casa de papel como estrenos equiparables a los estadounidenses, y lo saben cada vez más compradores. Podemos competir en calidad con los grandes. A por ello.
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