Jill Weber es la esposa de un rico empresario de Nueva York, con apartamento lujoso en el Upper East Side, tres hijos pequeños y una vida que, teóricamente, la haría una candidata perfecta para un reality show de mujeres ricas. Pero Jill no termina de encajar en ese ambiente de las esposas perfectas y superficiales de la alta sociedad de Nueva York. Aunque se haya criado en ese barrio, no deja de ser un pez fuera del agua.
Ésa es la premisa de Mamá contracorriente, comedia que Cosmopolitan estrena esta noche en España y que forma parte de la apuesta por la ficción en Estados Unidos de Bravo, un canal más conocido por sus reality shows. De hecho, los más populares son los que pertenecen a la saga de The Real Housewives, en las que se muestra el día a día (o algo así) de las mujeres de millonarios de diferentes ciudades.
Mamá contracorriente, en ese aspecto, podría ser una extensión de esa franquicia, pero sus orígenes están más en un libro, Momzillas, escrito en 2007 por la co-creadora y protagonista de la serie, Jill Kargman. En él, Kargman, cuyo padre es Arie L. Kopelman, ex presidente de Chanel, satiriza el mundo de las socialites, de las esposas del Upper East Side y su competitividad por ser perfectas, al menos, de cara a la galería.
Así es como conocemos a Jill, la versión ficticia y un poco exagerada de Kargman en la serie. Ella no es el caso de una chica pobre que se casa con un hombre rico, sino que ha crecido en el Upper East Side, pero no entra en los cánones de las mombots, o “mamandroides”, las mujeres que se preocupan en exceso por su físico, por ser las madres perfectas, y que critican cruelmente a quienes no siguen sus normas.
Además de Jill, conocemos a su familia política y, sobre todo, a la madre (interpretada por Joanna Cassidy), el hermano y la cuñada de Alex, su marido, que aunque es el mayor, ve como es su hermano el favorito no sólo de su madre, sino hasta de sus propios compañeros de trabajo porque es el más exitoso.
Foto: Cosmopolitan.
Mamá contracorriente es, en ese aspecto, una sátira bastante divertida y certera de la presión que, a veces, se ejerce sobre las mujeres para que sigan el ideal de madre que venden los libros al respecto y las tendencias de la sociedad. Por ahí trasciende lo que podría verse como una serie sobre “problemas de gente rica”. También lo hace porque consigue unos chistes bastante logrados, con unas ácidas críticas de esa superficialidad y competitividad extremas entre esas mujeres del Upper East Side.
Unbreakable Kimmy Schmidt también las parodia, a través de Jacqueline Voorhees, pero opta por un tono más absurdo. Kargman conoce bien ese mundo, lo suficiente para encontrar todas las cosas ridículas que se consideran normales y construir una comedia con ellas. La serie, por cierto, está renovada por una tercera temporada, que se verá este verano en Bravo.
‘Mamá contracorriente’ se emite los jueves, a las 22:00, en Cosmopolitan.