Jill Kargman (izquierda) es la protagonista y la creadora de ‘Mamá contra corriente’. (Fuente: Cosmo)
Jill Kargman ha hecho de su vida su obra. Hija de un ex director de Chanel y casada con el fundador de una empresa de publicidad móvil, es madre de tres hijos y vive en el Upper East Side de Nueva York, el barrio donde no sólo se ambientaba Gossip Girl, sino donde es posible encontrar a los ricos más ricos y con los estilos de vida más superficiales. Kargman es capaz de satirizar y desmontar dichos estilos de vida desde dentro, y eso es lo que hace en Mamá contra corriente, la comedia que adapta su propio libro, Momzillas.
Kargman se ríe de los estereotipos de las madres perfectas de clase alta, las que siempre organizan las mejores fiestas y tienen toda su vida bajo control, y lo hace utilizando una figura que siempre da mucho juego en las comedias, la de la madre excéntrica. En este caso, son madres ultracompetitivas cuya intención de que todo el mundo las vea siempre como las más perfectas es la fuente de los chistes, pero no es la única manera de que las series les saquen partido.
No hace falta irse al lado malsano y controlador de Bates Motel; hay comedias actuales que aprovechan los aspectos más “excéntricos” de la maternidad.
El epítome de estas “madres de series” actuales bien puede ser la de Los Goldberg. Es sobreprotectora y controladora, pero también es de las que no tiene filtro a la hora de decir lo que piensa, un poco en el estilo de la madre de Speecheless. Y luego, claro, está la de Mom, que no sólo tiene que una relación complicada con su hija, sino que tiene que lidiar con sus propios problemas de adicciones.
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La tercera temporada de ‘Mamá contra corriente’ se emite los domingos, a las 21:15, en Cosmo.