La escena es la siguiente: la abuela ha fallecido y, al día de la lectura del testamento, el diamante familiar ha desaparecido. La última vez que el notario custodio lo vio fue dos días antes de su fallecimiento. La difunta le llamó para hacer un cambio de última hora sobre la herencia. Estaba en su joyero, del que nunca se separaba, junto a su mesilla de noche. Que el diamante era la pieza más deseada por todos es obvio, pero ¿quién tenía acceso a él?, ¿quién se lo ha llevado?
Para resolver el misterio, nada como un buen detective privado. En el mundo de las series hay muchos y muy buenos. La primera reacción para alguien criado en los ochenta sería levantar el teléfono y llamar a Laura Holt (Remington Steele) o contratar los servicios de Maddie Hayes y David Addison, de Luz de luna. Pero ha pasado mucho tiempo y ahora están a otras cosas. Así que aquí va una lista de los mejores detectives seriéfilos en activo (aunque en pausa algunos) para dar con la joya.
‘Sherlock’
Sherlock Holmes ha habido varios en el mundo de las series, pero el mejor de todos ha sido el último, el creado por Steven Moffat y Mark Gatiss para BBC (la serie la emitió en España TNT y acabó en Netflix). Más allá de que tenga el porte de Benedict Cumberbatch y su vozarrón, es el detective privado con más posibilidades de resolver cualquier caso que se le presente. Siempre y cuando le interese, claro. Porque el intelecto de Holmes es solo comparable con su ego y si considera que el misterio no está a la altura de su cráneo privilegiado, que diría Valle Inclán, ‘adiós, muy buenas’. La vía para acceder a él pasa por Watson (Martin Freeman). Sabe mejor cómo manejarle. Será cosa suya convencerle.
¿Cómo resolvería Sherlock Holmes el caso? Probablemente trazaría un mapa mental con pistas e indicios que solo él ha sido capaz de ver de cómo se llevó a cabo el robo y quién fue. Puede que una pequeña mancha de tierra en el zapato, un padrastro fuera de sitio en el dedo meñique o un tic nervioso casi imperceptible delaten al ladrón o ladrona ante sus ojos. Con él el éxito está asegurado. No hay duda.
‘Jessica Jones’
Para contratar a Jessica Jones (Krysten Ritter) no debería haber demasiados problemas. Acepta casi todo tipo de casos, se le da bien seguir a la gente y siempre anda ávida de nuevos clientes que le ayuden a llegar a fin de mes. Nueva York es caro. Y por mucho que su oficina/vivienda esté un tanto destartalada, las facturas se le acumulan. Ante la duda, siempre se puede acudir a la cita con una buen botella de whisky a modo de ofrenda. Su serie, por cierto, sigue disponible en Netflix.
¿Cómo resolvería Jessica Jones el caso? Bueno, lo primero que haría sería montar guardia y vigilar a todos los sospechosos de la lista. Después, de eso no hay duda, se metería en algún que otro lío (tiene un imán para ellos) y tendría que soltar algún que otro mamporro. La fuerza bruta y su aguante para el alcohol son dos de sus puntos fuertes. Además de su mal genio. Acabaría pillando al ladrón porque, pese a todo, es buena en lo suyo y sabe lo que se hace. Nadie se resiste a un interrogatorio con Jessica Jones. El culpable cantaría a las primeras de cambio.
‘Cormoran Strike’
A Cormoran B. Strike hay que quererle y aceptarle como viene: dañado de fábrica. Que sea Tom Burke quien lo interpreta ayuda. Pero no se puede obviar que este detective privado nacido en la cabeza de J. K Rowling y cuya serie trajo aquí HBO España carga una mochila muy pesada. Su perfil, resumido, sería el de malogrado en el campo de batalla, con afición las pintas de cerveza, poco cívico con las colillas (en la papelera, Cormoran, no en la acera), hosco y con un historial amoroso traumático. Un cuadro, vamos. Por suerte, como le ocurre a Holmes, tiene a su propia Watson. Se llama Robin Ellacott (Holliday Grainger) y, aunque ella también tiene lo suyo, sabe cómo sacar lo mejor de Strike.
¿Cómo resolvería Cormoran Strike el caso? Con la inestimable ayuda e inteligencia de Robin. Porque, como él mismo reconoce al final de la última temporada, es mucho mejor que él. El talento de ella es innato. No ha recibido formación, pero sabe leer a las personas, seguir las pistas y tiene una intuición bastante acertada. Sin ella, y ha quedado demostrado, Cormoran está perdido. Su punto fuerte, el de él, es el tesón. A cabezota no le gana nadie y rendirse no entra en sus planes. Al final, solo por eso, por empeño, acabaría resolviendo el caso del diamante de la abuela.
‘Veronica Mars’
Parece que para ser uno de estos detectives seriéfilos hay que arrastrar traumas de todo tipo y condición. En eso Verónica Mars tiene un máster. Su madre la abandonó, mataron a su mejor amiga, la violaron y luego le regalan una temporada extra y esta acaba como acaba. Lo de Logan en esa última tanda de episodios (emitida en TNT) es imperdonable. Pero si de algo sabe Veronica Mars es de caerse y levantarse. Lo suyo es la supervivencia. No hay duda. Años después, sigue en pie, pese a todo. Además, de todos los detectives seriéfilos de esta lista, es la que más experiencia atesora. Puede que sea la benjamina, pero también la que empezó antes. En el instituto ya recibía encargos.
¿Cómo resolvería Veronica Mars el caso? Su manera de afrontar el misterio sería, de entrada, muy similar a la de Jessica Jones. Es decir, montar un plan de vigilancia armada con su inseparable cámara de fotos. Hasta ahí el parecido en sus métodos. Veronica no es de golpes. Ella es más de tirar del taser que lleva en el bolso, usar su labia y su cinismo y volver loco al agente de turno en la comisaría de Neptuno. Ser detective lo lleva en la sangre y ha aprendido del mejor. Eso dice. Así que no hay caso que se le resista y, aunque le lleve su tiempo, dará con el culpable. Además, seguro que en el camino descubre más trapos sucios de la familia.
‘Perry Mason’
La serie de HBO del joven, pero no tanto, Perry Mason vino a contarnos que antes de abogado fue detective privado. Ahí descubrimos que este Mason, interpretado por Matthew Rhys, es un veterano licenciado de aquella manera que vive en una granja que se viene abajo propiedad de su familia. Por si eso fuera poco, tiene una vida desastrosa y un hijo medio abandonado lejos. Un tipo, hay que decirlo, algo desagradable a veces que se hace querer como personaje por la interpretación de Rhys, por sus matices y por esas escenas de conversaciones con Della Street (Juliet Rylance). Si la serie fuese solo de ellos hablando de sus cosas y la vida con una copa de por medio, tampoco pasaría nada.
¿Cómo resolvería Perry Mason el caso? Siendo imprevisible. No es fácil adelantarse a por dónde va a tirar. Puede que cayese algún que otro soborno y sufriese más de un tropezón en el camino. Memos mal que tiene a Della para mucho más que contestar al teléfono. Además, lo bueno que tiene Perry Mason es que, como al final acaba siendo abogado, pues puede ofrecer un dos por uno: resuelve el caso y presenta la acusación contra el ladrón.
