Scott Bakula, en el centro, con el resto del reparto de ‘NCIS: Nueva Orleans’. (Fuente: CBS)
La semana pasada, The New Yorker publicaba un reportaje, firmado por Ronan Farrow, que detallaba el historial de acoso sexual, malas conductas y ambiente tóxico de trabajo en la cadena CBS a través de las acusaciones que seis mujeres hacían contra su presidente, Les Moonves, uno de los hombres más poderosos de la televisión estadounidense. Las acusaciones llegaban en medio de un nuevo capítulo en el culebrón de la posible fusión entre Viacom y CBS, con el propio Moonves llevando a los tribunales a la familia Redstone, que es propietaria de parte de ambas compañías, por esa misma fusión.
También se publicaban como culminación de casi un año de historias que han ido apareciendo en los medios estadounidenses sobre hombres en posiciones de poder que abusan de ellas, impulsadas por el escándalo de Harvey Weinstein y el movimiento #MeToo nacido a partir de él, que aspira a que las empresas se tomen en serio las reclamaciones por abusos diversos que puedan hacer sus empleados. CBS ya se había visto envuelta en su propio escándalo a finales del año pasado, cuando fue despedido Charlie Rose, uno de sus presentadores estrella, por numerosas acusaciones de acoso, pero no era el único trabajador de la cadena involucrado por un escándalo de este tipo.
Uno de los casos que más se ha discutido en los últimos meses en los trades de Hollywood es el de Brad Kern, showrunner de NCIS: Nueva Orleans, que ha sido investigado tres veces no sólo por posible acoso, sino también por crear un ambiente hostil y tóxico entre sus guionistas y por dedicarse a sabotear las carreras de cualquiera que ose enfrentarse a él, o denunciarlo, como contaba The Hollywood Reporter el pasado mes de junio.
Les Moonves y su mujer, Julie Chen, presentadora de ‘Big Brother’.
Kern es un veterano guionista televisivo que, antes de recalar en la franquicia de NCIS, había pasado por Human target, Lois y Clark, las nuevas aventuras de Superman, Bella y Bestia y, sobre todo, Embrujadas. Su comportamiento ya era reprobable en esas series. Alyssa Milano, una de las protagonistas de Embrujadas, contó a Variety que ni ella ni su compañera Holly Marie Combs, que fueron productoras de la serie en sus cinco últimas temporadas, consiguieron nunca hablar ni reunirse con él para comentar cambios o cualquier cuestión que pudiera surgir, ya que Kern era el showrunner y se encargaba de mantener completamente separados el set de rodaje y la sala de guionistas. Algunas de las mujeres que escribieron para la serie detallaron abusos verbales, especialmente si habían sido madres hacía poco, y ese comportamiento se reprodujo cuando Kern pasó a NCIS: Nueva Orleans.
Variety publicó en su momento que, poco después de asumir el puesto de showrunner en la serie, en 2016, CBS ya lo investigó en dos ocasiones por acusaciones de comportamiento inapropiado, y decidió entonces que Kern pasaría a ser productor asociado, en lugar de productor ejecutivo, pero continuó involucrado en la ficción y la cadena renovó su contrato con él.
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La tercera investigación no ha concluido todavía, pero diversos medios estadounidenses ya dudan de que, dados los antecedentes, CBS vaya a tomar alguna medida disciplinaria contra él. Es la casa que construyó Moonves, como afirmaba Vulture para explicar qué tipo de cultura laboral se ha fomentado en la compañía. Pero, al mismo tiempo, se ha acusado a la cadena de utilizar una doble moral al enfrentarse a estos casos.
En junio, los dos showrunners de Star Trek: Discovery, Gretchen Berg y Aaron Harberts, fueron despedidos tras múltiples quejas de maltrato verbal a sus guionistas y por los continuos retrasos en los que estaba entrando la producción de la segunda temporada. En el caso de Kern, Alyssa Milano apuntaba en la misma entrevista a Variety que, mientras la persona investigada no gastara más del presupuesto asignado y lo mantuviera todo funcionando según el calendario previsto, la cadena optaría por no actuar y dejarlo todo tal y como estaba.
Sophia Bush, durante su participación en ‘Chicago PD’. (Fuente: NBC)
Lo que han puesto de manifiesto casos como el de Brad Kern es que el código de silencio que, hasta ahora, envolvía las investigaciones por acoso sexual ha dejado de estar tan vigente, y no sólo entre los guionistas. La actriz Sophia Bush ya insinuó que su marcha de Chicago PD, al final de la cuarta temporada, se debía a un ambiente tóxico de trabajo, aunque no especificó nombres ni incidentes concretos.
Las denuncias que se van conociendo están fomentando un debate sobre qué es acoso y qué no y también están pidiendo que los departamentos de Recursos Humanos de las empresas se tomen en serio las acusaciones que les lleguen, y que fomenten un ambiente inclusivo de trabajo.