(Fuente: Netflix)
Al principio del verano, uno de los títulos más populares de Netflix era 365 días, una película polaca que contaba cómo un mafioso secuestraba a una mujer y le daba de plazo un año para que se enamorase de él. La trama y la manera en la que se mostraba la relación entre ambos protagonistas suscitó varias críticas de que el filme está normalizando y hasta idealizando los abusos sexuales, pero eso no impidió que estuviera en lo más alto del top 10 que elabora la plataforma con sus títulos más vistos.
Ahora, parece que 365 días ha encontrado sucesora en cuanto a proyecto de carga erótica que atrae el interés del público. Se trata de la serie mexicana Oscuro deseo, estrenada el pasado 15 de julio, que empieza la semana como la quinta en dicho top 10 en España y que está convirtiéndose en un pequeño fenómeno en Latinoamérica, sobre todo en Argentina, México y Colombia. En la región hay varios países que tienen en marcha confinamientos por el coronavirus, lo que probablemente esté contribuyendo a su éxito.
Creada por Epigmenio Ibarra y Kenya Márquez, se trata de un thriller que implica infidelidades, secretos y hasta un asesinato, y que cuenta su historia en 18 capítulos de media hora de duración cada uno.
De qué va ‘Oscuro deseo’
La protagonista de la serie es Alma, profesora universitaria casada con un juez. Su matrimonio atraviesa una crisis profunda así que, para apartar su mente de sus problemas, Alma hace caso a una amiga recién divorciada y pasa un fin de semana en su casa. La amiga le recomienda animarse a conocer a otros hombres durante esos días para dar un aliciente a su vida, y así es como Alma se encuentra con Darío, un atractivo y misterioso joven con el que rápidamente desarrolla una intensa conexión sexual.
Sin embargo, las cosas se van a complicar, y no solo por la infidelidad de Alma. Enseguida descubrimos que habrá un asesinato de por medio y que todos los personajes guardan secretos que pueden resultar peligrosos.
Las críticas que han salido sobre Oscuro deseo apuntan que el lado erótico es mucho menos sexy y tórrido de lo que parece por su promoción, y que al final ganan más importancia el drama de personajes y los aspectos más noveleros del misterio. La publicidad de las escenas de cama, sin embargo, es lo que muy probablemente invite a que no pocos espectadores le den una oportunidad a la serie.
¿Es 2020 el año del sexo en Netflix?
Una imagen de ‘Jugando con fuego’. (Fuente: Netflix)
Curiosamente, tanto 365 días como Oscuro deseo aterrizan en Netflix en eun año en el que la plataforma se ha animado a lanzarse a la arena de los dating shows tipo Confianza ciega (que puede verse en Amazon, por cierto) o La isla de las tentaciones (o Love Island, que es el programa en el que se “inspira” el de Telecinco). Jugando con fuego, sobre todo, es el ejemplo más claro de lo que parece ser una ligera apuesta por el contenido que promete erotismo y sexo. En ese reality show, sus concursantes tenían que conseguir no acostarse con nadie durante su estancia en el programa.
Decimos que prometen escenas calientes porque, por lo general, luego es todo bastante más tímido. Netflix ya intentó adentrarse por este territorio con series como Easy, en cuyas historias románticas había hueco habitualmente para el sexo, o la fracasada Gypsy, en la que Naomi Watts interpretaba a una psicóloga que entablaba relaciones demasiado cercanas con sus pacientes.
De momento, son las producciones internacionales las que están teniendo más éxito, sobre todo fuera de Estados Unidos. Aun así, es la estrategia de apostar por los dating shows donde puede estar la clave para Netflix.
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