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La secta que obsesiona a la televisión: ‘Seduced: Inside the NXIVM Cult’ y ‘El juramento’, dos…

India Oxenberg en una imagen de ‘Seduced: Inside the NXIVM Cult’ (Fuente: Starplay)

Este es el año de la secta NXIVM en televisión. Con un juicio recién resuelto y condenas en su contra, en agosto estrenábamos el tema con El juramento, una producción de HBO que ya ha sido renovada para una segunda temporada y poco después se anunció que Starz iba a dar su punto de vista de los hechos con Seduced: Inside the NXIVM Cult, cuyo primer episodio (de cuatro) se acaba de estrenar en España en Starzplay. Y lo cierto es que, aunque ambas hablan del mismo caso como base, su comparación es un buen ejercicio para ver la importancia de decidir qué y cómo se cuenta en una historia que coincide solamente en sus grandes trazos.

¿Qué es NXIVM?

Empecemos por el principio: ¿qué es esto de lo que nos están hablando? Si nos ceñimos a lo que cada una de estas series documentales deciden priorizar en su narración, en el caso de HBO diríamos que NXIVM es una asociación piramidal de supuesto éxito empresarial que derivó en una plataforma de explotación sexual y abuso de sus integrantes, especialmente de ellas. Sin embargo, desde Starz arrancan señalando claramente el aspecto sexual y poniendo el foco en eso, en parte, como llamamiento publicitario. Sea como sea, ambas versiones son perfectamente complementarias aunque decidan mostrarlo de diferente manera.

Sin duda, quien apuesta más por el efecto sorpresa y por ir destapando poco a poco los diferentes aspectos de la secta es HBO, que parte como un caso de timo piramidal cualquiera, pero que llega a ser del todo especial conforme se suceden los episodios; de esta manera, la sorpresa es escalada, superándose episodio tras episodio. Por el contrario, Starz tiene una tesis que demostrar -la escalada de violencia que hubo en NXIVM a medida que evolucionaba-, la cual se expone desde el inicio para ir demostrándola paulatinamente. De hecho, en esta segunda versión plantean un interrogante muy interesante que posiblemente nunca lleguemos a despejar: ¿A dónde habría llegado su gurú, Keith Rainere, de no habérsele detenido?

El punto de vista narrativo

Si ahora hablamos abiertamente de esta asociación y sabemos lo que sabemos es porque sucesivamente fueron saltando alarmas que avisaban del peligro. Hicieron falta varias hasta que el mensaje caló, pero finalmente el caso llamó la atención del FBI y se decidió llevar a los tribunales la responsabilidad de los altos cargos de NXIVM sobre diversos delitos.

Ese es el punto central de El juramento, que se apoya en varios de los exjefes que, al darse cuenta de dónde estaban metidos, decidieron dar un paso hacia adelante y denunciar la situación. Es interesante cómo, sin embargo, Seduced: Inside the NXIVM Cult opta por restar importancia al proceso penal y dárselo a la denuncia social. A su vez, esta obvia a esos exjefes que dieron la voz de alarma salvo cuando sus entrevistados quieren señalar lo insistentes que eran cuando estaban dentro y la presión que ejercían sobre las piezas inferiores. Es decir, la persona que es principalmente víctima en una de las versiones aparece en la otra para ser señalado como abusador. Mismas personas, mismos hechos, diferente individuo que narra. Santos o verdugos.

En el espectador queda valorar cuánto eran conscientes alguna partes del papel que estaban jugando y del abuso que las sucesivas jerarquías tenían sobre los de abajo. En ese sentido, la visión de HBO es más completa, aunque requiera de la de Starz para evidenciar la dualidad de todos ellos. Y es con la suma de ambos documentales cuando se entiende hasta dónde llegó la implicación de todos, aunque son los de HBO los que listan de una forma más clara cuáles son los apellidos conocidos por la sociedad que pusieron contactos, fama y mucho, mucho dinero para que la secta creciera.

Paradójicamente, aunque Seduced: Inside the NXIVM Cult señala más veces la importancia de un gran gurú que quería ser deseado sexualmente y la violencia sistemática a la que se acudió, es con El juramento con la que entendemos de una forma más global lo perverso de la figura de Rainere y, a la vez, la necesidad de otros cómplices para que su plan funcionara. Dos lecturas de una misma historia que se complementan perfectamente y que no llegan a hacerse redundantes.

La coincidencia de ambos productos, lejos de la redundancia, es uno de esos regalos para los aficionados del true crime que estamos pudiendo ver un mismo ejercicio periodístico en dos versiones muy distintas.

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