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De la masturbación femenina al aborto: todo lo que ‘Sex Education’ hace bien

Emma Mackey es Maeve en ‘Sex Education’. (Fuente: Netflix)

Sex Education es esa serie que los profesores de instituto deberían llevar al aula para establecer conversaciones con sus alumnos. Es la serie con la que a todos nos habría gustado crecer; la que hará que los jóvenes de hoy tengan mejores referentes, y una serie que todos podemos disfrutar.

Esta propuesta de Netflix aprovecha muy bien su altavoz para abordar temas importantes sin ser adoctrinadora; lo hace con naturalidad y con mucha sensibilidad. Los guiones y el mapa de la temporada demuestran que hay un trabajo muy cuidado en la selección de los temas de los que se habla, y una intención clara de derribar tabúes, al hablar públicamente de todos esas cosas que pasan por la cabeza de los adolescentes y para las cuales no tienen respuestas. La mayoría de las veces, ni siquiera saben cómo plantear las preguntas, ni a quién acudir para resolverlas

Durante la presentación a la prensa, Laurie Nunn, su creadora, afirmó que, a pesar del título, dar lecciones no era el objetivo de Sex Education. Esta postura se agradece porque, de otra forma, el resultado habría sido uno muy diferente. Fuera su intención o no, la serie consigue elaborar discursos muy cosntructivos alrededor de diversos temas de educación sexual, de identidad, de aceptación y de relaciones positivas. Para este artículo hemos querido recordar algunos de ellos.

Identidad y relaciones familiares

Eric es uno de los mejores personajes más memorables de la serie y su trama es muy poderosa y emotiva. En el quinto episodio nos hizo sufrir, y en los episodios siguientes vimos los estragos que la homofobia y el acoso del que rechaza lo diferente pueden causar en una persona que está en la etapa de construcción de su identidad.

Afortunadamente, Eric cuenta con el apoyo de su padre, quien no lo juzga; solo teme que los demás puedan hacerle daño y acaba la conversación diciendo que ha aprendido de la valentía de su hijo. Es un momento precioso que nos hace desear que todos los hogares fueran así. La serie nos recuerda con Adam que para muchos la realidad es otra. Al menos para Eric, la noche fue perfecta. Esperamos que la suerte de Adam cambie en la segunda temporada. Esperamos que haya segunda temporada.

El acoso siempre es acoso

Liam está obsesionado con Lizzie y cree que si le demuestra cuánto la quiere, ella está obligada a corresponderle. Como vemos en su primera conversación con Otis, Liam quiere conquistarla y no está dispuesto a aceptar un no como algo definitivo: “porque no a veces significa sí”. ¿Os suena?

Durante el baile, Liam decide hacer un gesto para llamar la atención de Lizzie, porque ha visto que a otros les ha funcionado (no lo juzguéis, es lo que nos ha enseñado la cultura popular). Su referente concreto en el universo de la serie es Jackson, pero Otis le explica que no depende del gesto, que no se accede por presión, que solo depende de que el interés entre las dos personas involucradas sea mutuo, que la otra persona haya demostrado estar receptiva. Todo lo demás es acoso.

La masturbación femenina

(Fuente: Netflix)

Aimee encuentra una pareja dispuesta a complacerla sexualmente y esto, paradójicamente, le genera un problema: Aimee no sabe lo que quiere porque no conoce su cuerpo.

Nos gustaría decir que Aimee es una excepción, pero su situación es muy común en la vida real, y no solo en las adolescentes. Otis le da el mejor consejo: dedícate tiempo y descubre qué te da placer y cómo. El montaje de lo que sigue es divertido, pero es satisfactorio descubrir que consigue su objetivo. Si lo es para nosotros, imaginad para su personaje.

El aborto es una opción y un derecho

(Fuente: Netflix)

En cuanto a temas de educación sexual, el tercer episodio nos deja uno de los más relevantes. En muchos países el aborto aún no es legal, y en otros en los que sí, algunos están trabajando para que deje de serlo. El aborto siendo un estigma cultural y en la ficción muchas veces es representado como algo inherentemente traumático. Cada situación será diferente, por supuesto; por eso es positivo mostrar que no hay una norma.

En Sex Education se nos presenta a una doctora que le ofrece a Maeve todas las opciones, pero que en ningún momento la presiona. Nos muestran que es un procedimiento rápido, el personal médico la trata bien, nadie la juzga y le explican los cuidados posteriores. Esto es a lo que todas tenemos derecho.

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