Fuente: Hulu
El final de la segunda temporada de The Handmaid’s Tale (El cuento de la criada) ha dejado a no pocos espectadores y críticos con la duda de por dónde puede ir la serie en la tercera entrega, confirmada hace meses por Hulu. El libro de Margaret Atwood se adaptó prácticamente al completo en la primera temporada y esta segunda ha estado ampliando el mundo creado por la escritora canadiense, mostrando rincones que en las páginas sólo se mencionaban, como las Colonias, y profundizando en el funcionamiento de Gilead.
Bruce Miller, showrunner de la serie, ha utilizado también momentos de la novela que se habían quedado fuera al principio (como el tiroteo de una Martha en plena calle), pero es cierto que está volando más o menos solo, libre de las “constricciones” impuestas por lo que Atwood escribió en los años 80 (aunque la novelista es una de las productoras de The Handmaid’s Tale). Sin embargo, hay algo que es todavía una hoja de ruta de cómo puede evolucionar la serie, y es un epílogo que Atwood añadió a su novela.
Del mismo modo que los apéndices de El retorno del rey, entre otras obras, sirvieron a Peter Jackson para redondear su adaptación cinematográfica de El Señor de los Anillos (y hasta para El hobbit), ese epílogo es una fuente de información muy interesante tanto para Miller como para los espectadores preocupados por el rumbo de El cuento de la criada más allá de lo visto hasta ahora.
Las Colonias sólo se mencionaban en el libro de Margaret Atwood. (Fuente: Hulu)
¿Qué es lo que cuenta el último capítulo del libro y cómo de importante es para el final de The Handmaid’s Tale? Si no queréis saber de qué manera termina Margaret Atwood su historia (una manera que causó controversia en su momento), no sigáis leyendo.
El final de ‘El cuento de la criada’
Ese epílogo se titula, realmente, Notas históricas sobre ‘El cuento de la criada’, y lo que hace es llevarnos al futuro, a un año 2191 en el que se celebra un simposio sobre Gilead. Si, hasta ese momento, hemos estado leyendo el testimonio de Offred su tiempo como criada, pasamos a leer la charla de un investigador en el 12º Simposio de Estudios Gileadianos. Esto nos da la pista de que Gilead no duró eternamente, tuvo un fin, pero desconocemos cuándo ocurrió o cómo. Lo único seguro es que fue un periodo lo suficientemente importante como para que merezca investigaciones académicas de diferentes disciplinas y congresos sobre el tema.
Cinco razones para ver ‘The Handmaid’s Tale’
Con motivo del estreno de la serie en Antena3, repasamos por qué ver la historia de Margaret Atwoodfueradeseries.com
La charla que Atwood incluye es la de un profesor universitario que habla sobre las dificultades de autenticación del relato de Offred. Afirma que fue encontrado grabado en unos treinta casetes (como si fuera Hannah Baker), escondidos en una caja metálica de zapatos, enterrada a su vez en las ruinas de la ciudad de Bangor, en lo que antes fue el estado de Maine. Se sabe que dicha ciudad era un “apeadero” importante del Tren Metropolitano de las Mujeres, la organización de las Marthas que, en la segunda temporada, sacan de Gilead al bebé de June y a Emily, pero los investigadores no tienen mucho más con lo que trabajar.
Se toman molestias en verificar lo que Offred cuenta en esas cintas (desordenadas, y grabadas en medio de música variada para no despertar sospechas) porque ha habido varias falsificaciones de testimonios de la vida en Gilead que se han vendido por muchísimo dinero, y por otro lado, si es todo cierto, pueden tener un vistazo a cómo era por dentro el régimen que, para los académicos, es fundamental.
Fuente: Atresmedia
Porque Gilead eliminaba periódicamente sus registros documentales. La charla nos desvela que hubo varios disturbios internos que llevaron a purgas de las facciones derrotadas, y a esa destrucción de documentos. La mención de las purgas también revela cuál fue el destino del comandante Waterford, acusado de poseer material herético y de esconder a una persona subversiva, cargos que le llevaron a ser ejecutado.
Se habla de una Gran Purga que eliminó a buena parte de los fundadores de Gilead, y que dio comienzo a lo que los investigadores llaman “periodo medio”; esto quiere decir que el régimen duró bastante (en la serie, Gilead lleva en funcionamiento unos cinco años, más o menos), lo suficiente como para que una nueva generación de dirigentes subiera al poder y que se refinaran sus métodos de opresión.
El legado de Gilead
Lo que queda en el aire es qué pudo precipitar su final. En la segunda temporada de The Handmaid’s Tale se presenta a un comandante que va a tener un bebé sin necesidad de una criada, ni de Ceremonia; su propia esposa está embarazada, lo que puede apuntar a que la crisis de infertilidad está superándose, o que se magnificó para que los Hijos de Jacob justificaran el golpe de estado que derivó en la fundación de Gilead.
También aparecen pistas de movimientos de resistencia (en el libro se apunta que el Tren Metropolitano de las Mujeres y Mayday eran independientes, aunque colaboraban entre ellas), escuchamos una emisión de radio clandestina y vemos también cómo un miembro de lo que queda del gobierno de Estados Unidos contacta con Serena Joy durante su visita a Canadá.
Los Waterford, en Canadá. (Fuente: Hulu)
El simposio que Atwood incluye como epílogo transcurre cientos de años después del ascenso de Gilead, que sabemos que es contemporáneo a la publicación de la novela porque en el congreso hay una charla que compara ese régimen con el de Irán como estados teocráticos de finales del siglo XX, pero no hay más información.
¿Fue destruido Gilead desde dentro? ¿O, simplemente, se desgastó ante la mejora de la situación medioambiental y de los índices de natalidad? El epílogo sí da un par de apuntes sobre lo que ocurría en el resto del mundo mientras Waterford y los suyos imponían su ley en Estados Unidos: Rumanía, por ejemplo, endureció su prohibición del aborto (que ya era en la realidad muy “gileadiana”) y fomentó económicamente la fertilidad, Canadá expatriaba a los refugiados de Gilead y éstos tenían que huir a Inglaterra.
Esas notas históricas insinúan, además, que Estados Unidos nunca volvió a existir de la misma forma que antes (hay un investigador, por ejemplo, de una universidad de la República de Texas), y se dice que Gilead creó cambios en los mapas del hemisferio norte que colean desde entonces.
Todo lo que cuenta ‘The Handmaid’s Tale’ ya ha sucedido
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Qué puede contar la serie
De esas Notas históricas sobre Gilead, The Handmaid’s Tale puede extraer todavía algunas líneas argumentales para sus futuros capítulos. Bruce Miller ha comentado que la tercera temporada se centrará en los movimientos de resistencia, pero no mucho más. ¿Cómo reaccionarán el comandante Waterford y, especialmente, Serena, a lo ocurrido? ¿Se replanteará ella su rol en Gilead o todos sus sufrimientos terminarán por oprimirla de una manera definitiva?
¿Veremos también nuevos conflictos internos en el régimen y, a lo mejor, hasta esa Gran Purga del periodo medio? ¿Tendremos un vistazo más amplio a esa Pequeña América en Canadá o a la situación del resto del mundo? Al fin y al cabo, en la primera temporada supimos algo de cómo estaba México con la visita de esa embajadora que estaba planteándose “importar” criadas. Material hay para que Miller y los suyos se inspiren de cara a la tercera temporada. Praise be.
‘The Handmaid’s Tale’ está disponible completa en HBO España. la primera temporada termina mañana por la noche en Antena 3.
