Paul James y Callie Hernández, dos de los protagonistas de ‘Soundtrack’. (Fuente: Parrish Lewis/Netflix)
Musicales en los que sus personajes no canten ellos mismos, sino que hagan playback, no hay demasiados en televisión. El más clásico es Pennies from heaven, una miniserie de Dennis Potter que BBC emitió en los 70 cuyo protagonista vendía partituras. Más recientemente tuvimos los casos de Blackpool y su fallido remake estadounidense, Viva Laughlin, pero no es el tipo de musical más habitual. Y, sin embargo, eso es justo lo que ha hecho Joshua Safran para Netflix.
Safran, que supervisó la segunda temporada de Smash, ha creado Soundtrack, una serie en la que cada capítulo sigue a una pareja fijándose en cada uno de sus integrantes. El concepto es que cada persona tiene su propia banda sonora, por lo que en los episodios vemos primero las canciones de los personajes por separado y, después, la que comparten juntos. Esos temas son todos muy conocidos y la diferencia con un musical tradicional es que sus actores los interpretan en playback.
La otra diferencia es que Safran ideó la serie y a sus personajes a partir de las canciones. Sam, uno de los protagonistas, surgió de un tema de Brandon Flowers, cantante de The Killers, llamado Between me and you que para Safran giraba en torno a la paternidad.
Soundtrack acabó en Netflix después de haberse desarrollado originalmente para FOX, con el título de Mixtape, y sólo en el primer episodio se puede escuchar, además de Between me and you, a Amy Winehouse con Love is a losing game, Elastic heart de Sia o una versión de Smile a cargo de Nat King Cole.
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