(Fuente: AXN)
Una banda puede funcionar como una familia. De algún modo, hasta puede ser una especie de familia adoptiva para sus miembros: puede proporcionarles una estructura, una suerte de figura paterna en su líder, unos “hermanos” que se cuiden y se protejan entre sí, un objetivo en la vida, aunque ese objetivo esté fuera de la ley. Para bastantes series que se adentran en el crimen organizado, que el protagonismo recaiga en una banda ofrece los resortes de un drama familiar mezclados con la tensión de una historia criminal en la que los personajes principales pelean siempre a vida a muerte.
The Oath, la serie que AXN estrena el domingo 2 de diciembre, se mueve en esos ambientes. Sus protagonistas pertenecen a los Ravens, una banda que tiene la peculiaridad de sus miembros son policías corruptos y que sus principales jefes, además, son padre e hijos. Allí se mezclan el juramento de lealtad al grupo y el que todos hicieron al entrar en la policía, lo que crea una mezcla con el potencial de ser explosiva.
La originalidad de que los Ravens sean agentes de la ley y, al mismo tiempo, delincuentes es uno de los puntos a favor de la serie. Sin embargo, no es la primera que toca el tema de las bandas, aunque no ha habido tantas que se centren en ese microcosmos.
(Fuente: AXN)
Lo más habitual es que nos encontremos series de policías en los que los agentes tienen que investigar crímenes relacionados con bandas. Sí que estaba The Shield, en la que el equipo especial de Vic Mackey funcionaba como una banda a la hora de proteger sus trapicheos y a sí mismos de las investigaciones de Asuntos Internos. Y, por supuesto, en S.W.A.T.: Los hombres de Harrelson, su protagonista conoce muy bien un barrio en el que no es raro que los jóvenes acaben uniéndose a uno de estos grupos para encontrar alguna dirección a sus vidas. La diferencia es que Hondo intenta ser un buen policía y ayudar a esos chicos a que salgan de las calles y se alejen de la violencia.
The Wire mostraba desde dentro lo que las bandas daban a los chicos a cambio de vender droga en una esquina, que solía ser la sensación de pertenecer a algo. La situación en The Oath es diferente porque los Ravens son adultos que se apartan conscientemente del camino que deberían seguir por llevar una placa.
De moteros a policías infiltrados
Quizás, la serie más conocida ambientada en una banda criminal sea Sons of Anarchy. Sus protagonistas pertenecían a un club de motoristas que se financiaba con la venta ilegal de armas, entre otros negocios, y a cuya cabeza se encontraba también una saga familiar digna, en este caso, de Hamlet: el fundador muere y su mano derecha se casa con su mujer y pasa a dirigir el club por encima de su hijo, un “príncipe” que pretende honrar el legado de su padre y, que al principio, tiene dudas.
Los tejemanejes internos por el control de la banda son tan importantes en la serie como los conflictos externos con otros grupos rivales, o con las fuerzas del orden, algo en lo que The Oath sigue un camino similar.
Fuente: AXN
De todos modos, lo más habitual es un enfoque a las bandas desde fuera. Hace un par de años, la cadena FOX en Estados Unidos probó suerte con un policiaco titulado Gang Related, en el que sus protagonistas investigaban crímenes relacionados con bandas juveniles o, directamente, criminales. En algunas ciudades del país, la violencia relacionada con estos grupos es un mal endémico de algunos barrios, y la serie quería tocar ese tema. Sin embargo, apenas duró una temporada en antena.
En el caso de The Oath, es el funcionamiento interno de los Ravens lo que más interesa. Y ahí, las relaciones de índole familiar (o casi familiar) pueden ser mucho más intensas en el entorno de alta presión en el que se desarrollan.
‘The Oath’ se estrena el domingo 2 de diciembre, a las 23:30 horas, en AXN.
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