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‘The Romanoffs’: el episodio de Isabelle Huppert y Christina Hendricks

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Isabelle Huppert y Christina Hendricks en ‘House of Purpose’. (Fuente: Amazon)

Los dos primeros episodios de The Romanoffs no me convencieron. Objetivamente no puedo decir que fuesen mediocres o la mayor decepción del año, pero subjetivamente, sí, porque después de Mad Men, como si fuera el Conrad Hilton de su primera serie, a Matthew Weiner le pido la luna, y eso es lo que espero recibir, no me basta con un buen trabajo.

El tercero, House of Special Purpose, es otra historia. Lo tiene todo para convencer al espectador dudoso en el primer intento y desde que lo vi me estoy preguntando por qué Weiner no empezó la serie con este capítulo, o al menos como uno de los dos del estreno. Esa incertidumbre la voy a tener hasta el 23 de noviembre cuando tengamos a nuestra disposición el último episodio de The Romanoffs y podamos dar unos pasos atrás para sacar conclusiones de su totalidad.

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Mientras llega ese momento, quiero comentar las cosas más destacables del episodio de la semana. Empecemos por el principio: Isabelle Huppert y Christina Hendricks. Esos nombres juntos ya son un titular, uno muy atractivo. Ambas son las personas del reparto que Weiner quería que interpretaran sí o sí a sus personajes, o eso fue lo que nos contó a la prensa en Londres. Y lo consiguió. A falta de ver los otros cinco episodios, este puede ser por el que apueste Amazon en la próxima edición de los premios Emmy pues, como Black Mirror, The Romanoffs podría competir como TV Movie y no como serie limitada.

El guion de House of Special Purpose lo firman Matthew Weiner y Mary Sweeney, colaboradora durante 20 años de David Lynch (fue la montadora de Carretera Perdida, Mulholland Drive y Una historia verdadera, de la también que fue coguionista), y no sé si es esa la razón, pero no puedo evitar hacer una conexión con Mulholland Drive cuando empieza el episodio con el personaje de Olivia en el coche, teléfono incluido, y todo el juego de realidad y ficción.

(Fuente: Amazon)

El episodio nos muestra la llegada de Olivia (Christina Hendricks), en su primer trabajo después de la muerte de su madre, al rodaje de una miniserie histórica titulada The Romanovs que se está rodando en Austria con dinero de un inversor americano. Llega para reemplazar a una actriz sobre la que escuchamos varias versiones de cuál fue la razón de su marcha del proyecto, un fantasma del que todos hablan y que, no por casualidad, se llama Rebeca, sí, como la de la película de Hitchcock.

(Fuente: Amazon)

La directora de la miniserie es Jacqueline (Isabelle Huppert), la supuesta descendiente de los Romanov del episodio; una actriz francesa que ahora se ha decidido ponerse detrás de las cámaras y que tiene unas tácticas y dinámicas muy tóxicas y extremas en el set de rodaje. Las escenas entre ambas son explosivas y memorables, con juegos de poder, manipulaciones y puñaladas traperas. Como mujeres, y de su profesión, comparten inseguridades y saben qué decir para causar el mayor daño posible a la otra, pero esas experiencias comunes las llevan a entenderse y a apoyarse, o eso fue lo que pensó Olivia después de la conversación en la habitación de la directora.

(Fuente: Amazon)

Con los metacomentarios de este episodio podemos hacer una larga lista: la producción de las series internacionales y la necesidad de complacer a unos inversores que no tienen nada que ver con el medio, la posición de la mujeres en una industria en la que siempre tienen algo qué demostrar y que las amenaza con desterrarlas al mínimo error, las licencias en las narraciones históricas, la tendencia de buscar finales felices para complacer al espectador, los ambientes de rodaje tóxicos con actores que se amparan en el método y/o con un director/a que maltrata psicológicamente a sus actores para obtener lo que quieren (¿está Weiner hablando de lo que se comenta sobre él?) y, por supuesto, el acoso sexual, que aquí vemos en dos ocasiones: por parte de Samuel en la escena de la iglesia, y el de Jacqueline a Brian, el actor que interpreta a Nicholas; por el tono de la escena podemos reírnos, pero la situación es igualmente violenta.

(Fuente: Amazon)

Hendricks encarna una versión 2.0 de su personaje de Joan, con referencias claras como ese “My goodness!” o la necesidad expresa de ser admirada, porque en Mad Men aprendimos que así la crió su madre. A nivel de dirección, Weiner demuestra una vez más que sabe cómo trasladar el presupuesto a la pantalla, en esta ocasión despliega sets de rodaje con dos cámaras delante de la suya, una ambientación para mostrarnos la serie histórica que no está rodando y juega hábilmente con la iluminación. Su sentido del humor sigue estando presente en el tono de sus diálogos y la intención de sus escenas. Y ese retorcido final, del que ya sabemos cuál será la narrativa: “se rompió por la presión, no podía gestionar un proyecto de este nivel”. Oye, pues es posible morirse del susto. Este, para mí, el mejor episodio de los tres que hemos visto.

(Fuente: Amazon)

Con referencias a El resplandor, a Suspiria, El silencio de los corderos, a Mulholland Drive y a 2001, está claro que el género de este episodio es el terror psicológico, y funciona. También funcionan las referencias históricas a los Romanov; desde el principio sabemos que están rodando el último episodio y constantemente aparecen referencias a los hechos reales en el fondo de varias escenas. Al fin y al cabo, el asesinato de la familia Romanov en la Casa del Propósito Especial en 1918 es, como dice Olivia, lo único que todo el mundo sabe sobre esta dinastía, ¿cómo no van a incluirlo en la minisiere?, nos dicen ella y Matthew Weiner.

(Fuente: Amazon)

Weiner ha dicho que hay guiños en algunos episodios que los relacionan con otros, pero que no tienen continuidad. Por ahora, sabemos que House of Purpose está relacionado con el segundo y cuarto (si el orden es correcto en IMDB). Como el cuarto aún no lo hemos visto, no quiero decir cuál es la relación que he encontrado, por aquello de los spoilers, pero para quien quiera saber de qué estoy hablando, la clave está en el nombre del autor de uno de los libros que tiene el personaje de Olivia en su cama y en el final del primer teaser, en el que escuchamos a Amanda Peet hablar del libro de un amigo. Si miráis el elenco de la serie en IMDB veréis el nombre del personaje y quién lo interpreta. Yo ahí veo una serie que me encanta, pero espero que la que ha creado Weiner me guste más. Con House of Special Purpose se ha ganado el beneficio de la duda.

valentina

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