Aunque el universo de The Walking Dead fue creado en las viñetas por Robert Kirkman, quien desarrolló la adaptación televisiva fue Frank Darabont, director de películas como La milla verde o La niebla y, a la postre, «creador» de la serie. Él fue el showrunner de la primera temporada, aunque más tarde sería despedido, despertando una batalla legal que acaba de concluir con una cifra astronómica.
AMC deberá pagar a Frank Darabont y a su agencia de representación nada menos que 200 millones de dólares, pero no exactamente por el despido. Lo que el director reclamaba eran los beneficios sobre una propiedad intelectual que ha generado unas ganancias enormes a la compañía; es decir, mantenía que él no solo fue el showrunner y director de la primera temporada, puesto del que fue relevado, sino que era el padre de la criatura y, como tal, merecía su parte de beneficio. Ese era, en esencia, el quid de la cuestión en esta batalla legal que lleva librándose desde 2013.
Así, finalmente se ha dado la razón a Darabont (aunque él pedía casi 280 millones), quien recibirá esa cantidad por The Walking Dead y Fear The Walking Dead (el resto de la franquicia ha quedado al margen) y renunciará a sus derechos en adelante. De este modo y a pesar del pago, AMC tiene vía libre para seguir explotando la marca en nuevos proyectos (y hay muchos en camino) sin la presión del exdirector.
Frank Darabont puso en pie la serie, pero no sin polémica. Unos emails privados que salieron a la luz le retrataron como un auténtico tirano con todo el equipo, guionistas incluidos, y eso, junto al elevado coste que tuvo la primera temporada y el interés de AMC por hacer la serie de una forma más rentable, llevaron a la ruptura entre cadena y creativo. Ahora, por fin, han puesto punto y final a su relación con un enorme cheque de por medio.
