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¿Y si los guionistas van a la huelga?

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Manifestación durante la huelga de guionistas de 2007/08.

El 5 de noviembre de 2007, los guionistas de Hollywood que formaban parte del Writers Guild of America (WGA) se declararon en huelga. Las negociaciones con la AMPTP, la asociación que engloba a los productores y los estudios, para renovar el convenio que rige sus condiciones laborales y económicas habían encallado y no se conseguía llegar a ninguna solución.

Durante 100 días, hasta el 12 de febrero de 2008, la televisión estadounidense se encontró con sus series en un hiato indefinido con la nueva temporada ya empezada, recurriendo a reality shows para cubrir sus huecos y asomándose a un pronunciado declive de audiencias que aún no ha tocado fondo diez años más tarde.

El fantasma de la huelga asoma tímidamente la cabeza de nuevo, cuando el WGA y los estudios empiezan a negociar su nuevo convenio. Según informa Deadline (web que fue de las más beneficiadas de aquella huelga gracias a las exclusivas que conseguía su fundadora, Nikki Finke), las conversaciones arrancaron un poco tensas, pero todo el mundo quiere evitar un paro como el de 2007/08. ¿Qué pasó entonces?

Los residuales, el caballo de batalla

Hulu se creó en marzo de 2007.

El principal punto controvertido de aquellas negociaciones de 2007 estaba en los residuales, que es el porcentaje que se lleva el guionista de un episodio cada vez que éste es repetido por televisión, o cuando la serie en cuestión se edita en DVD. En aquel momento, NBC, ABC y FOX acababan de lanzar Hulu, la plataforma de streaming en la que colgaban los últimos episodios emitidos de sus series, y las cadenas empezaban a darle más importancia a sus páginas web para favorecer que los espectadores que se hubieran perdido un capítulo en su emisión en directo, pudieran verlo.

Los guionistas querían cobrar residuales por esos “pases” en internet, mientras los productores se mostraban reticentes a ello, y no conseguían ponerse de acuerdo. Eso era en 2007, cinco años antes de que Netflix apostara con fuerza por la producción propia de ficción. Cuando llegó el momento de renegociar el convenio, en 2013, el pastel a repartir en el terreno de las reemisiones de series en internet había crecido un 11,9% en cuatro años, pero entonces se llegó a un acuerdo sin demasiados problemas.

Ahora, el problema puede estar en el seguro médico al que tienen derecho los afiliados del WGA, en una mayor regulación de los contratos en nuevos medios y en un aumento del sueldo que cobren los showrunners. Pero las conversaciones acaban de empezar.

Los efectos de la huelga

La huelga de guionistas de 2007/08 no fue la primera ni la más larga que ha vivido Hollywood. La de 1988 duró 153 días, por ejemplo. Todos los programas con guionistas afiliados al WGA (incluidos late shows) dejaron de grabarse a principios de noviembre, lo que implicó que todos los técnicos y trabajadores de bajo nivel en ellos fueron despedidos. Los programas de late night estuvieron fuera de antena hasta principios de enero de 2008, cuando regresaron sin guionistas.

Aquello dio pie a algunos de los momentos más absurdos e inspirados de la historia reciente del formato, con la pelea entre Conan O’Brien, Jon Stewart y Stephen Colbert, a cuenta de quién había “inventado” al político republicano Mick Huckabee, como momento cumbre, pero también representaba la presión a la que todo el mundo estaba sometido para solucionar, más pronto que tarde, la huelga.

Ésta afectó también a los Globos de Oro, que no se celebraron (se leyeron los ganadores en una rueda de prensa) y estuvo a punto de poner en peligro también la gala de los Oscar, que tuvo lugar doce días después de que fuera desconvocada.

En las series, pocas de las que se estrenaron en aquella temporada 2007/08 consiguieron sobrevivir al parón forzoso en la emisión de casi cuatro meses. Diez fueron renovadas por una segunda temporada (Samantha Who?, Life, Chuck, Reaper, Pushing daisies, Gossip Girl, The Big Bang Theory, Terminator: The Sarah Connor Chronicles, Dollhouse y Eli Stone), pero sólo tres consiguieron pasar de ahí (Chuck, Gossip Girl y The Big Bang Theory). Y las cadenas en abierto se dejaron por el camino casi un 7% de su audiencia, audiencia que nunca recuperaron.

La huelga, sin embargo, dejó también algo bueno. Animado a probar cosas diferentes e intrigado por el potencial de internet, Joss Whedon concibió en aquellos meses Dr. Horrible’s Sing-Along Blog, lanzada directamente en la web en el verano de 2008.

Financieramente, tal vez no fuera un éxito (como le pasaría después a Louis CK con Horace and Pete), pero la repercusión que alcanzó fue notable, y las preguntas sobre una continuación o un traslado a Broadway son constantes desde entonces.

Las actuales negociaciones entre WGA y AMPTP no tienen por qué derivar en una nueva huelga, sobre todo porque nadie quiere afrontar posibles pérdidas de centenares de millones de dólares, pero nunca está de más recordar los piquetes de hace diez años y cómo las cadenas empezaron a sentir, de forma más pronunciada, que la era de las grandes audiencias para sus series se había terminado.

marina

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