Así miramos estos datos. (Fuente: Netflix)
No es nuevo lo de que los datos que Netflix hace públicos sean de guasa. Hace unos días se celebraba en Twitter que El sabor de las margaritas era un éxito internacional porque era la séptima serie de habla no inglesa más vista en Reino Unido e Irlanda en el mes de abril (cifra que podría traducirse a 80.000 espectadores o a 80, vete tú a saber) y ahora llegan con lo más visto del año.
Bueno, no es exactamente lo más visto sino “lo más popular”, término de naturaleza difusa. La cuenta de cada país ha publicado su ranking, pero resulta que nos podemos fiar bastante poco. Para empezar, porque un asterisco nos indica que los productos de diciembre incluyen “predicciones de visualización”, es decir, que no es lo que son sino lo que se espera de ellos. Y para continuar, porque en otro tuit se aclara cómo se ha elaborado:
Que Netflix considere dos minutos suficientes para contarte como espectador es un poquito absurdo. Que yo me vi el episodio completo de The I-Land y no soy sospechoso de que me gustase. Y que sigamos dándole algún tipo de credibilidad a este tipo de información es para hacérnoslo mirar.
¿Para qué sirven entonces estos datos si no son nada rigurosos? Para poco más que la mera curiosidad. Para decir, por ejemplo, que La casa de papel ha sido lo más popular del año en España, Brasil, Francia o Italia. Y yo que me alegro. Pero para saber que la serie de los dalís es un éxito no hacen falta esos rankings tan fulleros.
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